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Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
11 de octubre de 2018
alcalorpolitico.com
Y que no nos vengan a contar que ellos, apagan la
lumbre a flatos. (sabiduría popular).
 
Mal y de malas andamos los veracruzanos, razones no sólo no nos faltan, nos sobran. Cansados como estamos de escuchar, vivir y volver a vivir una serie de mentiras, promesas paradisíacas de lo que será nuestro Estado. Ahora saltan a diario las grandes soluciones (siempre prometidas, nunca cumplidas) a las no menos grandes sino gigantes necesidades que los ciudadanos enfrentamos:
 
Empleos, escuelas dignas, profesores de educación básica bien remunerados para que no tengan que andar de una escuela a otra cubriendo dos y hasta tres turnos para completar el gasto familiar.
 

Reconocimiento al trabajo de artesanos, empleados de instituciones que no ocupan cargos relevantes pero son muy necesarios por no decir imprescindibles para toda ciudad; barrenderos, choferes de camiones de limpia pública, vigilantes de la seguridad ciudadana, personal que requieren las oficinas de gobierno que dan servicios públicos: Registro Civil, oficinas gubernamentales estatales y municipales de información y orientación a los ciudadanos, personal preparado y educado para la atención a los ciudadanos que nos vemos obligados a asistir a diversas oficinas públicas. En fin, la lista es muy, muy larga.
 
Y cambiando abruptamente de tema, pero de suma importancia para los ciudadanos del estado. Urge que las autoridades de los dos niveles de gobierno: estatal y municipal funcionen adecuadamente. Que su personal tenga al menos la educación y respeto hacia los ciudadanos que por fuerza llegamos algún día o más a las oficinas públicas.
Y ya en estos tiempos que nos circundan pues es prioritario que las autoridades desde el señor gobernador, munícipes y adláteres conserven la cordura política, buena educación y respeto a los ciudadanos que estamos cansados de ser los espectadores y paganos del permanente ring en que han convertido al estado en el afán de mantener o adquirir el poder.
 
Estamos cansados, exhaustos al borde de claudicar como ciudadanos, seres humanos, padres de familia, y resto de habitantes de vivir rodeados del miedo, del desempleo, la violencia de todo tipo, la inseguridad, en fin…les recordamos los ciudadanos del día a día los que salimos a ganar el sustento de una familia, que no necesitamos más violencia. Necesitamos con urgencia ciudades sanas, tranquilas, en las que podamos quedarnos seguros en nuestras casas o ir tranquilos a nuestros lugares de trabajo, sin la permanente zozobra de no saber si llegaremos de regreso a nuestros hogares, y lo mismo nos sucede con los hijos. ALTO A LA VIOLENCIA.