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Columnas y artículos de opinión
Apuntes
Qué quieren los foristas
Manuel Rosete Chávez
12 de octubre de 2018
alcalorpolitico.com
“Ser reo, para que te den Infonavit,
es una forma de fomentar la delincuencia”

Yo
 
Qué quieren los foristas
 
Llama la atención la celebración del Foro Nacional “El perfil de un gobierno transformador” que se celebra en la ciudad de Xalapa con la presencia de personajes importantes del morenismo nacional y un colado mediocre cuya única habilidad en su vida es ponerse por donde van a pasar los dineros, como es el caso de Jacobo Domínguez Gudini.

 
Los importantes que llaman nuestra atención son: Amalia García Medina, Gerardo Fernández Noroña, Isael Petronio Cantú Nájera y el doctor Elías Miguel Moreno Brizuela, quien es el coordinador nacional de estos foros (¿por encargo de su amigo Marcelo?), y el coordinador estatal Enrique Romero Aquino.
 
Hay quienes opinan que los participantes en esta jornada vienen a enmendarle la plana al gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez, por la forma en que viene conformando su gabinete, sin tomar en cuenta a veracruzanos de gran valor pero sí con amigos, con lo que no están de acuerdo, porque esa no es la esencia del morenismo; otros dicen que no, que vienen a integrar una nueva estructura alterna al partido Morena, para comenzar a promover la figura de Marcelo Ebrard y tenerlo listo para cuando sea el relevo de AMLO, y otros que tampoco, que la idea es la formación de un nuevo partido político incondicional de López Obrador, que lo defienda de los embates del panismo y el priismo los cuales se reconstruyen para tratar de desbancar, en la próxima elección, a los morenistas.
 
¿Cuál será la verdadera razón? Hay que ir a escucharlos.

 
El súper senador Ahued
 
En estos días de mucha basura, del problema en el que se enredó el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, quien por cierto no es morenista y él lo dijo con tiempo (antes de arrancar su campaña rumbo a la presidencia municipal de Xalapa), nos extrañó la presencia y actitud del senador Ricardo Ahued Bardahuil, otro morenista de nuevo cuño, regañando al alcalde por su falta de oficio político, al que casi nalguea por el error que cometió de ponerle en bandeja al gobernador Yunes una para que la pusiera del otro lado, y así seguir jodiendo la imagen de quienes van a asumir el gobierno en todo el país el primero de diciembre.
 
Hay quienes no se cansan de lanzar adulaciones al expresidente municipal (el mejor en toda la historia de Xalapa, le llegaron a decir los que no conocieron otros presidentes auténticamente eficientes). Total, que el súper Ahued debiera explicar por qué dejó pasar un desfalco en las arcas que le heredó Reynaldo Escobar Pérez, quien lo inventó como político, superior a los 300 millones de pesos por una obra de saneamiento que no hizo el Rey; por qué no dejó obras importantes a su paso por la presidencia de Xalapa, solo el puentecito ese que nos mete, viniendo de Veracruz a la altura de Superama, a la avenida Murillo Vidal, que después se vino abajo por mal hecho y… especialmente, la razón por la que dejó el PRI que, en opinión de muchos de los priistas, fue porque el candidato al gobierno no quiso interceder por él ante Pepe Meade para que le condonara algunos millones de pesos, o sea que lo ayudaran a evadir impuestos del SAT. Vaya héroes que tienen con don Ricardo, el senador independiente que ya anda en plena campaña por la gubernatura cuando Cuitláhuac no toma posesión para arrancar el nuevo sexenio, la cuarta transformación en marcha.

 
Vara más alta
 
La periodista Denise Dresser nos ofrece una reflexión que titula “Vara más alta”, en la que habla de la boda celebrada en la ciudad de Puebla, entre César Yáñez (el más cercano colaborador de AMLO) y Dulce Silva, en la que estuvo presente el presidente electo.
 
Con la capacidad de análisis que le caracteriza, la periodista, politóloga y académica dice: “El problema no son las 9 mil rosas, los 500 invitados, el menú, la langosta, las vallas, el vestido opulento de la novia, la música de Los Ángeles Azules, las fotos de AMLO posando con Manuel Velasco y Anahí. El meollo del asunto no es que la mano derecha del Presidente electo pagara por aparecer en la portada de la revista ¡Hola! La discusión de fondo no es si la boda puede ser catalogada como "fifí", ni cuánto costó, ni el hecho de que no se pagara con recursos públicos. El motivo de la crítica legítima de tantos -incluyendo votantes morenistas- reside en lo que la boda biliosa evidenció: la distancia entre lo que el gobierno entrante prometió ser y cómo se comporta.

 
“La incongruencia de quienes criticaron y con razón a una clase política ostentosa e insensible, para después emularla. La contradicción de quienes convocaron a votar por una opción que ofreció desempeñarse de manera distinta, pero actuó de manera igual. El contrasentido de quienes denostaron conductas que después mimetizaron.
 
“Uno de los ejes narrativos de la campaña de AMLO fue el juicio frontal a la frivolidad del peñanietismo. Una crítica necesaria, merecida, compartida. ¿Cómo olvidar los 400 invitados a París, la Primera Dama paseándose por Rodeo Drive, la portada de Angélica Rivera presumiendo la Casa Blanca, el tatuador invitado a Los Pinos? Escena tras escena del mirreinato mexicano; ese lugar sin límites, ese lugar racista, clasista, elitista. AMLO encaró al país de privilegios, al México de funcionarios ricos y trabajadores pobres, guaruras que custodian a algunos mientras patean a otros, vallas que protegen a los poderosos mientras excluyen a los pordioseros.
 
“Millones de personas votaron por lo que él prometió, por lo que él enarboló, por lo que él se comprometió a cambiar. Gobernar con el ejemplo y que sus subordinados lo emularan. Barrer la escalera de arriba abajo, aunque se viera obligado a sacar a escobazos a sus propios colaboradores si la ensuciaban. Actuar con austeridad republicana y obligar a su equipo a hacerlo también. Por eso el desconcierto derivado de una boda que, antes de llegar al poder, AMLO habría calificado como evento de "señoritingos", de "fresas", de "blanquitos" y totalmente "Riqui riquín". Por eso la desilusión ante su respuesta: "yo no me casé" y los "adversarios" de Morena son los verdaderos malosos. Por eso el desconcierto ante los que justifican y minimizan la ostentación porque no fue financiada con dinero público. Esas no son las respuestas que se esperarían de la 4a. Transformación; esas son las evasivas que siempre nos dio el peñanietismo. Esas no son las posturas autocríticas que corresponden a la nueva era; son las defensas trilladas de los viejos tiempos. El tema no es el nivel de vida de los miembros del próximo gobierno; el tema es el compromiso con todo aquello que aseguraron cambiar.

 
“Y un ejemplo mucho más trascendente que la boda de César Yáñez es lo votado esta semana en Tabasco, donde la mayoría morenista en el Congreso reformó la ley para dispensar licitaciones de obras estratégicas. Eso, dicen, allanaría el camino a la Refinería de Dos Bocas, impulsada por el Presidente electo. Eso, auguran, agilizaría la construcción del Tren Maya en su tramo tabasqueño. El fin bueno justificaría los medios malos. Pero de hecho repetiría lo que urge remodelar; perpetuaría lo que Morena denunció durante años. A lo largo del sexenio que termina, criticamos las adjudicaciones directas que sustituían a los concursos abiertos. Caso tras caso reveló que las adjudicaciones solían basarse en cuatitud y generaban corrupción; solían entregarse voluntariosamente y producían mala obra pública. Contratos amañados, costos disparados, socavones letales, constructoras privilegiadas. La 4T debería tratarse de corregir tal modus operandi, no de reforzarlo”.
 
Cínico el gordo: todo fue un show
 
Nuevamente el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, habló sobre la resolución del juez federal en la audiencia pública del 26 de septiembre, en la que fue condenado a nueve años de prisión por el delito de asociación delictuosa y lavado de dinero.

 
En la carta, enviada al periodista Ciro Gómez Leyva, su jefe de prensa, Duarte de Ochoa señala que la lectura más acertada de lo que ocurrió la hizo Andrés Manuel López Obrador, al decir “que esto es puro show.”
 
Javier Duarte afirmó que, “en mi caso en particular todo ha sido un espectáculo mediático, una telenovela que han sabido vender muy bien a la opinión pública y lo digo así, una verdadera telenovela, un circo romano en donde las autoridades responsables han promovido sus actuaciones, más que en los juzgados y tribunales, en los medios de comunicación.”
 
El exmandatario veracruzano escribió en dicha carta que “el propio subprocurador de Delitos Federales de la PGR, Felipe Muñoz Vázquez, afirmó que si nos hubiéramos ido a un juicio en lugar de optar por el procedimiento abreviado hoy muy probablemente estaría absuelto y libre.”

 
Javier Duarte señala que hubo una mala investigación por parte de la PGR en su caso.
 
“Mi caso está sostenido simplemente por los dichos de personas que aun y cuando admitieron y demostraron la comisión de delitos, por el hecho de declarar que los delitos que cometieron los hicieron por órdenes mías les otorgan lo que la ley contempla como ‘criterio de oportunidad’, liberándoles de toda responsabilidad.”
 
En otro párrafo de la carta, el exgobernador de Veracruz resalta “que a la mayoría de estas personas ni las conozco y por lo tanto nunca tuve trato alguno con ellos.”

 
Escribió que era obvio que las personas tenían el incentivo y la necesidad de declarar lo que sus abogados les dijeran que declararan en su contra luego de que acordaron con la PGR el que les otorgaran el criterio de oportunidad.
 
Agrega que esas personas “hubieran sido muy estúpidas si no lo hubieran hecho, ya que como mencioné fueron liberadas de toda responsabilidad que existiera en su contra gracias a este mecanismo que la ley contempla.”
 
Duarte insiste en que “no existe una sola prueba documental donde aparezca mi nombre o el de alguien de mi familia, no existe ninguna cuenta bancaria ni ninguna transferencia de recursos en favor mío o de alguien de mi familia, no hay ninguna propiedad mobiliaria o inmobiliaria que sea dueño o que algún familiar mío sea propietario, no existe aumento alguno en mi patrimonio durante todo el tiempo que tuve el honor de ser gobernador de mi estado natal.”

 
Javier Duarte dice que aceptó el procedimiento abreviado por “la campaña tan intensa y exitosa que han desarrollado en mi contra. La campaña mediática ha sido implacable, las autoridades de la PGR han cometido todo tipo de abusos, han filtrado inteligentemente, es decir, poco a poco para que la nota no se apague y dure el mayor tiempo posible y por lo tanto llegue al mayor público que se pueda”.
 
Asegura que se han tergiversado las supuestas pruebas que existen en su contra.
 
“Por estas razones y contra mi voluntad tuve que aceptar el procedimiento abreviado, la opinión pública y la sociedad en general debido a esta campaña ya me habían juzgado y condenado, y bajo estas circunstancias el riesgo de enfrentarme contra el sistema y perder era muy alto, aunque el derecho y la verdad nos asisten.”

 
Bueno no deja de ser interesante lo que diga Duarte el mitómano.
 
REFLEXIÓN
 
Al entregar la administración Miguel Ángel Yunes Linares y no dejar ni para el pago de los aguinaldos de la burocracia y otros adeudos propios del gobierno estatal, arrancará la persecución en contra del político veracruzano que más enemigos ha reunido en su alrededor.

 
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