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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
¿'Pasos en la azotea'?
Raymundo Jiménez
19 de octubre de 2018
alcalorpolitico.com
A diferencia del mensaje retador que el panista Miguel Ángel Yunes Linares difundió ocho días después de las elecciones del 1 de julio pasado en las que su primogénito fue avasallado por Cuitláhuac García Jiménez, de MORENA –“La historia no termina, la historia nunca concluye, la historia no se escribe en un día y en un solo acto; hay mucho por hacer, hay mucha historia que construir en Veracruz. Que quede claro: la lucha sigue”, afirmó en ese entonces el mandatario estatal del PAN–, ahora, sorpresivamente, el belicoso gobernante veracruzano ha comenzado a matizar su discurso.
 
Y es que este miércoles 17, entrevistado en una estación de radio del puerto de Veracruz, Yunes Linares aseguró que una vez concluida su administración el 30 de noviembre próximo tiene planeado trabajar en un despacho de abogados, por lo que residirá alternadamente entre Boca del Río y la Ciudad de México, lo que le permitirá guardar una “prudente distancia” de los asuntos del estado, aunque dijo que seguirá pendiente ya que puntualizó que si bien no buscará ningún otro cargo público tampoco se retirará de la política.
 
“Yo ya terminé mi carrera en la parte de cargos públicos, no así en la política, porque para hacer política no se necesitan cargos públicos. Si yo permanezco en Veracruz, después de dejar el cargo, siempre sucede que algo pasa y al primero que buscan es al que se acaba de ir para responsabilizarlo. Yo creo que se debe dejar al nuevo gobernador trabajar, que lo haga con toda la libertad que yo he tenido para hacerlo”, remarcó Yunes, quien reiteró que “seguiré interesado en el desarrollo de Veracruz, interesado en lo que suceda y seguramente no tendré un cargo público”, pero advirtiendo, además, que estará al pendiente por si alguien lo señala o culpa de alguna situación durante su bienio.
 

¿Qué es lo que presiente el mandatario estatal del PAN? ¿Se estará “amarrando el dedo antes de cortárselo”, como se dice coloquialmente? ¿Supone acaso que podría tener el mismo trágico final que su antecesor Javier Duarte de Ochoa?
 
Lo único certero hasta ahora es que su administración va a ser escrupulosamente auditada por el gobernador entrante Cuitláhuac García. Eso ni quien lo dude.
 
Y su problema no va a ser tanto el presunto daño patrimonial que el Órgano de Fiscalización Superior acaba de reportar a la LXIV Legislatura local saliente, dominada por los panistas, en su informe sobre la Cuenta Pública 2017 –en la que todavía tuvo oportunidad de meterle mano para maquillarla y tratar de solventar un presumible desvío reducido a poco más de 338 millones de pesos–, sino que su mayor preocupación estará en la de este ejercicio fiscal que está por concluir y que el auditor general del ORFIS habrá de entregar hasta octubre de 2019 a la siguiente Legislatura del estado que será controlada por los diputados de MORENA, cuyo grupo será mayoría.
 

¿Se reflejará en la Cuenta Pública 2018 el desvío millonario de recursos que presumiblemente se hizo a través de varias dependencias estatales para la fracasada campaña de su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez?
 
Y es que recuérdese, por ejemplo, que en la reciente contienda por la gubernatura de Veracruz, el ex candidato del PRI, Pepe Yunes Zorrilla, ex presidente de la Comisión de Hacienda en el Senado de la República, expuso durante su campaña que tan sólo durante este año la administración del presidente Enrique Peña Nieto había dispuesto para la entidad un excedente de 7 mil millones de pesos en participaciones federales de libre disposición, recursos de los que nadie sabía hasta ese momento qué hizo con ellos el gobernador panista.
 
Casualmente la misma cifra que Yunes Linares mencionó anteayer que recibirá su sucesor Cuitláhuac García de la Federación en diciembre entrante; recursos con los que –dijo– el nuevo gobernante de MORENA podrá pagar los aguinaldos a la burocracia estatal antes de fin de año, pues él ha reiterado que no le dejará ningún peso a la siguiente administración para sueldos y otras prestaciones laborales de los trabajadores del estado.