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Columnas y artículos de opinión
Trinchera Final
Viene un Presidente -de carne y hueso-, no un dios
Jenaro del Ángel Amador
27 de noviembre de 2018
alcalorpolitico.com
1.- “Quiero decirlo de manera muy clara: Rafael Moreno Valle representa todo contra lo que he luchado” Damián Zepeda, ex Presidente del CEN del PAN [vaya con “la oportunidad y valor político” de Damián]. Esto lo dijo a Contraréplica de ayer, y abundó más: “Un grave error fue la designación del exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, al frente de la coordinación del PAN en la Cámara alta, ya que representa un retroceso en los principios e ideales del partido”, y amenazó: “que no trabajará junto con el exgobernador poblano en dicha coordinación porque no está dispuesto a una “simulación”.
 
A través de un video difundido en sus redes sociales, el panista ligado a la corriente de Ricardo Anaya y quien renunció “por voluntad propia” [ni modo que por voluntad ajena] hace unos días a la coordinación en el Senado.
 
Y para que se tranquilizara la claque azul, dijo “que continuará siendo blanquiazul”
 

Amenazante y seguramente porque perdió “el sobre de apoyos en efectivo”, Dijo “que fue una acción incongruente y que no puede haber unidad cuando se apoya a Rafael Moreno Valle, quien ha operado, dijo, en favor del PRI, pues cedió en la lucha contra una fiscalía autónoma y además ha efectuado acciones de persecución contra militantes de su mismo partido”.
 
Y como para que lo escuchen los Morenos que son dueños de la mayoría en el Senado, concluyó: “Yo no voy a ser cómplice de esto con mi silencio ni voy a formar parte de ello. He decidido rechazarlo, he decidido no trabajar con esa coordinación, voy a continuar como senador, por supuesto militante del PAN, luchando por causas justas, levantando la voz, como lo hicimos hace unos días contra el intento de Andrés Manuel López Obrador de invadir las funciones en los estados”. [“es duro”, como Germán Martínez Cázares, con quien comparte Cámara]
 
Afirmó “que el PAN requiere ser una fuerte oposición, como la que representaba “Estamos frente a un gobierno electo profundamente autoritario, profundamente antidemocrático, que nos está regresando décadas atrás, que está invadiendo facultades a nivel local, que no quiere un fiscal autónomo y muchas cosas más. ¿Y qué hacemos? En la primera decisión como partido, poner a una persona que representa o ha sido señalado con estos actos”,
 

Indicó, como profetizando: “que el PAN tiene que recobrar la confianza de la ciudadanía”.
 
2.- El siguiente es un comentario muy aleccionador del periodista Pablo Hiriart en su colaboración de Uso de Razón, del Financiero.
 
Y es totalmente cierto: Viene un presidente [de carne y hueso], no un Dios.
 

[Por más que el sacerdote Alejandro Solalinde diga que Andrés Manuel López Obrador “tiene mucho de Dios”, lo cierto es que a partir de este sábado nos va a gobernar un hombre de carne y hueso, con defectos y virtudes].
 
El peor favor que le podrían hacer sus seguidores es endiosarlo, porque puede perder el piso y cometer errores garrafales, como creer que con su sola palabra se doblega a los mercados y se convence a Donald Trump de que ya no sea antimexicano.
 
La vanidad es el tendón de Aquiles de casi todos los políticos y López Obrador no es la excepción.
 

Los finales de sexenio trágicos de presidentes vanidosos, como José López Portillo, nos han dejado en la calle y embarcados por décadas con deudas impagables.
 
Al presidente electo le hace mella la adulación. Y el que le contradice corre el riesgo de ser objeto de su ira.
 
Los que no están con él, están contra él.
 

¿Alguien de su gabinete se atreverá a decirle que no al presidente López Obrador?
 
Seguramente se lo podrán decir una vez, pero no dos.
 
A comienzos de mes visitó por primera vez la base aérea de Santa Lucía. La recorrió e hizo unos dibujos en un papel. Un par de rectángulos alargados. Eran las pistas de lo que será el aeropuerto internacional.
 

Le dio una vuelta a los terrenos y ya puso en el papel las pistas que tiene en mente.
 
¿Ya ven como sí se puede?
 
Ninguno de sus asesores tuvo el valor de decirle que eso es un error. Que quienes saben de aeronáutica civil en el mundo recomiendan terminar el aeropuerto en Texcoco, que lleva 37 por ciento de avance y más de cien mil millones de pesos invertidos.
 

Absolutamente nadie de su entorno le dijo que esos dibujitos son fantasía, no tienen sustento técnico, y que en estos casos es mejor hacerle caso a los que saben.
 
Brillante. Magnífico. Claro que sí. Dio en el clavo, señor presidente electo.
 
Tiene como fijación construir una refinería en su tierra natal. Un absurdo económico que ha provocado el temor de las calificadoras y éstas nos tienen en la mira.
 

De entrada, se van a destinar más de 50 mil millones de pesos a una refinería que va a costar mucho más, va a tardar varios años en estar lista, y será para producir gasolinas.
 
Es decir, se desvía a Pemex de su negocio central y se invierte en una fábrica de derivados (gasolina) que no van a hacer que baje el precio del combustible a los consumidores, pues estos los fija el mercado internacional.
 
El resultado es, hasta ahora, que Pemex esté a un paso de que sus bonos caigan a la categoría de basura. Eso obliga a venderlos y nos quedamos con una deuda de 106 mil millones de dólares, similar a la deuda externa del país.
 

¿Nadie es capaz de explicarle que está equivocado?
 
¿Nadie le dice que si le quitan el grado de inversión a Pemex va a destruir a la empresa que quiere defender como nadie?
 
¿Por qué le adulan un error y hacen que persista en él?
 

Saben que es vanidoso, y nadie lo intenta ubicar con objetividad.
 
En la próxima Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, se va a presentar un libro de Gina Jaramillo que está dirigido a los niños.
 
Se trata de la infancia de Andrés Manuel López Obrador, cuando se acostaba en la hierba, respetaba a las mariposas, contaba las estrellas, descubría figuras en el horizonte, disfrutaba las guayabas, jugaba beisbol y amaba a su familia.
 

Puro culto a la personalidad. Lo endiosan, como el padre Solalinde.
 
La emprendió contra la revista Proceso porque sacó una foto suya en que “aparezco demacrado, casi chocheando”. Y la insultó con singular virulencia.
 
Eso es vanidad. Y la vanidad es veneno para todos los gobernantes de la historia.
 

En la Cámara de Diputados, los legisladores de Morena le cantaron Las Mañanitas el día de su cumpleaños, sin siquiera estar él presente. Y se supone que es otro poder, autónomo, un contrapeso del Ejecutivo.
 
Durante una reunión de capacitación para los nuevos funcionarios de Pemex en el área de Administración Corporativa, que estará a cargo del exsecretario Finanzas del GDF, Marcos Herrerías, los directivos que llegarán se pusieron a gritar ¡Es un honor, estar con Obrador!
 
Eso no es mística, es fanatismo.
 

Nada de lo anterior ayuda al próximo presidente. Ni a México.
 
3.- El gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez seguramente apretará su agenta y quemará algunas hojas del rollo de “currículas” que cientos o quizá miles de los nuevos morenos, le han hecho llegar.
 
Ya falta poco para que tome la conducción política del estado y con ello las aguas se apacigüen porque ahora las siguen agitando ventiscas interesadas.
 

Y con ello vendrá también, la tranquilidad para la sección política de la población que ahora dice, en pasillos y centros de cuenteo: mi comadre será la directora del Registro Público de la Propiedad; mi compadre dirigirá el C-4 o C-5 o como se llame; que el Chavo del nueve irá al Cobaev; a la dirección de Tecnológicos, y así sucesivamente.
 
Los interesados tiran redes para ver que atrapan, aunque se cansen de hacerlo; por ahora nada cae en las atarrayas.
 
El día primero por la tarde rodarán noticias.
 

El Presidente, ahora electo, el día dos efectivo, dícese que vendrá a Xalapa, y no nada más a la Plaza Lerdo.
 
Ya falta menos. Tres días completos y se hará la luz.
 
4.- El conflicto de los migrantes: ¿Un juego perverso para ayudar a lo dice Trump?