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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
A copiar vamos
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
20 de diciembre de 2018
alcalorpolitico.com
En el portal de AMLO se lee del nuevo secretario de educación, el señor Esteban Moctezuma Barragán: «Licenciado en Economía y Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, con maestría en Economía Política por la Universidad de Cambridge, Inglaterra y Diplomado sobre Desarrollo Regional en Tokio, Japón. Presidente de Fundación Azteca, Economista y Abogado, con una de las carreras políticas más completas» (https://lopezobrador.org.mx/esteban-moctezuma-barragan).
 
Enhorabuena. O sea, que la educación del país, con los mismos seis millones de analfabetas de hace 50 años y los miles de escuelas unitarias (o las que sobrevivan después de que el gobierno de Peña Nieto trató de borrarlas de las selvas y montañas mexicanas), ya tendrá un timonel de primer orden. Muy probablemente, con las «nuevas» estrategias metodológicas que se implanten con la «nueva» reforma educativa, saldremos adelante en las pruebas PISA (esas que aplica la OCDE y de las que no podemos pasar de los penúltimos lugares mundiales) y en las pruebas que diseñó el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (otra institución, herencia de Fox, en proceso de liquidación).
 
El señor Moctezuma, «como Presidente de Fundación Azteca, ha llevado a la práctica proyectos de importancia trascendental para rehacer el tejido social en cientos de comunidades». De nuevo, enhorabuena. A todos nos consta que esa fundación que forma parte del grupo Salinas, con su televisión azteca, anexas y conexas, ha contribuido sustancialmente a «rehacer el tejido social» con programaciones de altísimo valor educativo, social y cultural.
 

También son signos alentadores que el mismo señor Moctezuma «fue el responsable del proceso de descentralización educativa más ambicioso en la historia de México (1992)», proceso que también va a desaparecer y ahora reemprenderá el más ambicioso en la (nueva) historia de México: la centralización educativa, muy de acuerdo con los nuevos ideales republicanos y federales.
 
Desde luego que el entierro de la reforma educativa peñista es un acierto. Bien visto, esa reforma no trajo nada nuevo y nada bueno. Acosó, reprimió y desprestigió a los maestros, los dividió y decapitó para manejarlos mejor, sepultó los programas de estudio que su antecesor acababa de dar a luz, ocasionó cientos de disturbios sociales que dañaron cruelmente sobre todo a los estados más pobres del país, echó a la basura las actualizaciones y certificaciones de los maestros de bachillerato, etc., etc. Y, como colofón, embarró en el estercolero los programas de fomento de la lectura, ocasionando que los niños dejaran de «ler» para emular al presidente y a su secretario de educación.
 
Lo que nos ha reportado una gran sorpresa (¡!) es que el señor Moctezuma Barragán (volviendo al presente), nos recete este enredo de conceptos de que en «la iniciativa educativa del Gobierno federal se promoverá la enseñanza colectiva por lo que ahora “se vale y se debe copiar”… Ahora se vale copiar y se debe copiar porque se debe trabajar en equipo. Ahora los niños deben aprenden que el conocimiento es algo que se genera en lo individual y en lo social» (http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/14/12/2018).
Es un enredo conceptual impropio de un funcionario de la educación porque «copiar» es hacer trampa, no pensar, enterrar la mente, desdeñar la responsabilidad personal, fomentar la pereza y la deshonestidad: es robar el trabajo ajeno. Y saber «trabajar en equipo» es una cualidad, una habilidad necesaria, una forma de construir en grupo, es colaborar y renunciar un tanto al egoísmo natural.

 
Y para embrollar más el asunto puso como ejemplo «el caso de una maestra que pide a sus alumnos que investiguen sobre el cambio climático. Bajo el formato propuesto, los alumnos tendrán que hacer grupos para investigar y exponer juntos un tema». Esto, en efecto, es trabajar en equipo. Y luego viene el enredo de las pitas: «En cuestión de los exámenes, el secretario de educación dijo que se harán de manera grupal, una sugerencia que responde "a las habilidades que demanda el mundo moderno" que busca a personas que sepan trabajar en equipo».
 
Por ello, no se ve la homologación que hace de los dos conceptos el nuevo secretario de educación: Sí, copiar es trabajar en equipo, pero para engañar, para plagiar, para enseñar a los niños y jóvenes a ser deshonestos. Empezarán en primaria y terminarán plagiando tesis profesionales (memento Peña Nieto) y otras cosas más.
 
Para remachar su confusión mental y su ignorancia pedagógica, el nuevo secretario (quien fue «Responsable de la campaña Limpiemos Nuestro México (2009)», lo cual logró con gran éxito...) señaló que «Mientras más compartamos el conocimiento, mejor va a ser la sociedad (muy cierto)… Sin embargo, al momento de que los educadores plasmen la calificación de sus alumnos en las boletas, sí se tomará en cuenta el desempeño individual». Y luego: «A ti y a mí nos regañaban por copiar o porque te copiaran. Ahora se vale copiar y se debe copiar. ¿Por qué? Porque se debe trabajar en equipo». Tal cual.

 
Enseñemos a los niños a mentir y pronto veremos los resultados.
 
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