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Columnas y artículos de opinión
Fábrica de abogados
Luciano Blanco González
21 de diciembre de 2018
alcalorpolitico.com
Poco a poco va agarrando forma el programa de la Cuarta Transformación, su diseño es a primera vista humanista, idealista y utópico, pero visto con malicia y tratando de adivinar sus propósitos de fondo, habría que concluir que fue elaborado por una gran inteligencia, cuyo desarrollo reposa en la verticalidad moral de su líder, Andrés Manuel López Obrador, quien en su intento de aplicarlo, se encuentra con fuertes y naturales resistencias que lo hacen aparecer temporalmente incongruente, pero de quien habría que reconocer que cada paso que da esta finamente calculado para obtener finalmente los resultados que desea.
 
Porque tanto cariño y apoyo del nuevo régimen, apoyando como nunca a los ancianos, con una pensión que aunque no abundante, coadyuve más dignamente a mejorar su estilo de vida, a saber alrededor de $1500.00 mensuales, con una inversión de 120.000 millones de pesos para beneficiar a 8 millones 500 mil adultos mayores.
 
Muy bien, porque en esta generación reposan y actúan las fuerzas morales de la sociedad, que en una gran parte dirigen con su enseñanza y sabiduría al resto de la familia y, en algunos casos, gran parte de las comunidades en donde se les tiene gran respeto y obediencia, Andrés sabe de la poderosa influencia de esta gerontocracia (el gobierno de los ancianos) que desde ahora corresponde agradecida a su benefactor y defenderá el Andrecismo contra cualquier embate que trate de descalificarlo.
 

Con los jóvenes es diferente, ellos son el motor del cambio, en las universidades son la energía que impulsará el desarrollo del país, desafortunadamente alrededor de 2 millones 300,000 jóvenes no tienen ni vocación para el estudio, ni la posibilidad de acceder al sector productivo por falta de oportunidades, a todos ellos pretende incorporarlos como becarios y aprendices a diversas empresas a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro con un pago de $3,600 pesos al mes por un año. Además, a los jóvenes necesitados que estén estudiando la preparatoria o la universidad, se les otorgará una beca de $2,400 pesos mensuales para que no dejen los estudios.
 
Este universo en el que hay que incluir también a los discapacitados y a los beneficiarios de Prospera, son un enorme potencial electoral si lo viéramos desde ese ángulo, pero desde el punto de vista humanista es un gran paso que se da en la solidaridad social, cuántos ancianos morirían de hambre, enfermos o abandonados si no fuera por estos apoyos.
 
Cuántos jóvenes tendrían que abandonar sus estudios por falta de recursos para poder continuar sus estudios, o cuantos jóvenes tendríamos que considerar como inútiles y ociosos, porque ni estudian ni trabajan, teniendo como única opción la vagancia, los vicios y la malvivencia que tanto criticamos y ahora tendríamos que quitarnos el sombrero para aplaudir estas medidas idealistas, que los alejaran de la tentación de ser halcones, sicarios, narcomenudistas o malandros en cualquiera de sus manifestaciones.
 

Este ensayo puede fallar, sus resultados pueden ser catastróficos, pues no es un dinero que se regalara al holgazán que se encuentre dentro de los parámetros del programa como se ve desde fuera, en su diseño se establecen obligaciones que deben de cumplirse puntualmente por sus beneficiarios, como no faltar a su “trabajo”. Sin embargo habrá quienes por su mala levadura o por sus sueños de grandeza, le parezcan pocas las percepciones y opte en sus tiempos libres por agarrar el camino del mal. Pero nadie puede negar que es una gran oportunidad para rescatar este estrato generacional tan rezagado.
 
Así, las cosas van cambiando y con el tiempo se acomodan paulatinamente, los que no cambiamos todavía, somos nosotros, cuando se habla de crear 100 universidades más con educación de calidad que serán gratuitas y sostenidas por el erario federal, al que en este primer año se dedicarán 1000 millones de pesos para todas ellas, en nuestra mente cuando se habla de una universidad de calidad surgen las imágenes de de Oxford, La Sorbona, Harvard, Unam o UV, o algo parecido.
 
En las circunstancias actuales y en sano juicio no concebimos que con 10 millones de pesos anuales, se pueda hacer una universidad, con Campus, campos, edificio, instalaciones, equipo, plantilla de maestros con sueldo, viáticos, compensaciones, instructores, gastos y todo el confort necesario para un cómodo aprendizaje.
 

Pues no, para este programa varia el concepto clásico de Universidad con un esquema de materias inútiles e innecesarias que recargan el conocimiento y su solo estudio embota el cerebro, hasta donde se sabe las universidades se regionalizan y se establecen en razón de la necesidad que existe de desarrollar esas zonas en base a los recursos que existen en su entorno.
 
Desconozco los planes de estudios, pero en la mística Obradorista de la producción y del ahorro que debe de campear en todos sus actos y resoluciones, estas universidades van dirigidas a promover el desarrollo regional y social del lugar de su ubicación, por lo que no concibo que vayan a ser fábricas de abogados, de los que hay muchos, por ser una profesión de lustre y alcurnia.
 
Si es como lo dice el Delegado Federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, respecto a que “la oferta educativa estará relacionada con las energías renovables, el petróleo, así como la agroforesteria que serán creadas de acuerdo a la vocación productiva de la zona donde se creen”. Tendríamos que pensar que las de Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica tendrán que ver con profesiones relacionadas con el petróleo y la energía, en tanto que Huayacocotla y Atlahuilco con la forestación y con la agricultura.
 

Andrés Manuel acrecenta la confianza por que decíamos, aunque da pasos aparentemente contradictorios, lo hace de manera calculada, produciendo efectos peligrosos que cuando rebotan finge desconocer y rectifica, como la absurda disminución del presupuesto a las universidades sin explicar el porqué, pero, ordenado y consentido por él, basado en su inquebrantable afán de combatir la corrupción y el dispendio donde quiera que se encuentre.
 
No se hizo esperar la crítica y el rechazo a la medida en la cámara, en los partidos, en los medios y en la comunidad universitaria, de hecho todos nos sentimos indignados y cuestionado sobre el hecho, con una frescura admirable declaro “hay esta inconformidad porque hubo una reasignación del presupuesto y se aplicó el plan de austeridad en todo el gobierno, hay disminución de pagos de sueldo en altos funcionarios públicos y operación”.(aaah, entonces no hubo error)
 
Continúo diciendo “se va a hablar con los rectores para explicarles, para informarles, para escucharlos, es una obligación que tenemos y también, que se tome en cuenta que la facultad de aprobar el presupuesto es de la Cámara de Diputados, es facultad exclusiva, nosotros presentamos una propuesta y al final va a ser la Cámara de Diputados la que va a aprobar”. Vaya, ahora resucitó a Poncio Pilatos lavándose las manos y echándole la culpa a la Cámara.
 

Ante las críticas de los rectores, agregó “están en todo su derecho y nosotros siempre vamos a garantizar el derecho a la manifestación, a la protesta… Si hay inconformidades y protestas es normal, lo qué hay que buscar es el diálogo y que todo se resuelva, como decía Juárez, con la razón y el derecho”.
 
El señor Presidente no se los dijo, no hubo necesidad de llegar a un diálogo, de hecho no quiso airear ante la opinión publica los malos manejos que se dan en las universidades en escandalosos dispendios y en gastos injustificables (salarios, viáticos, compensaciones, viajes al extranjero, manejo de imagen, automóvil último modelo, gasolina, celulares, aviadores, permisos con goce de sueldo, etc.) en un momento en que se está aplicando una estricta política de austeridad, que seguramente fue detectada en varias instituciones educativas por su equipo de transición
 
Nuestra querida casa de estudios, la Universidad Veracruzana, quedó exenta de esa medida, y puede ser porque en efecto hay buenos manejos de los haberes o bien intervino a tiempo el señor Gobernador para que su presupuesto no fuera rasurado.
 

Lo cierto es que logró su objetivo, varios rectores ya se comprometieron a bajar el salario y a presentar y aplicar un plan de austeridad en los próximos meses.
 
Tan lo logró que en este momento ya se gesta una gran movilización de la comunidad universitaria y politécnica para que todas las universidades sean auditadas y se rindan cuentas claras del manejo de sus presupuestos y no extrañe que a este movimiento se sumen tecnológicos, C.B.T.i.s, CETIS y los organismos autónomos que hasta ahora eran intocables, porque ahí anida el fermento del cambio verdadero que son los estudiantes, pero ahora del lado del gobierno.
 
En fin, que esta revuelta que esta provocando el señor Presidente, limpia y purifica la administración pública, transparentando el uso de los recursos en donde quiera que se apliquen, que nadie dude, la austeridad republicana se llevará hasta las últimas consecuencias y en esta cruzada estaremos todos formados a su lado, para construir una patria digna y progresista. Que sea orgullo de todos los Mexicanos.- Por el bien de la causa.
 

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