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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Basura en Cuitláhuac: complicidad delictiva
Alfredo Ríos Hernández
21 de febrero de 2019
alcalorpolitico.com
*Contaminan peligrosamente a la población
*Aceptan que la violencia creció en Veracruz
*Que desviaron recursos en bienio de Yunes
 
Habitantes del municipio de Cuitláhuac decidieron bloquear las vías de comunicación tanto entre Córdoba y Veracruz, así como entre La Tinaja y la Cuenca del Papaloapan, lo que de hecho paralizó el transporte entre la región central veracruzana y el sur del Estado.
 

Claro que ello origina severas protestas en tanto que se afecta la economía en lo general del país y, de paso, se daña a los viajeros que pudieran tener compromisos, incluso de carácter médico, así como vuelos tanto con destino a otros puntos de nuestro territorio, como hacia el exterior de México y, para ello, tenían programado vuelos en los aeropuertos de Veracruz, Puebla o la Ciudad de México.
 
Pero a más de ello, siempre se debe sostener que el bloqueo de carreras es un atentado grave, un delito que se debe sancionar y que, paralelamente a ello, se debe intervenir con las fuerza pública para retirar a quienes atentan contra los derechos de toda la colectividad, tal como es la libertad y el derecho de utilizar las carretas en el momento que así se decida, apegados sólo a las leyes que para el caso están vigentes, sin que en ese marco tenga vigencia “el derecho” de bloquearlas para reclamar el cumplimiento “de otros derechos”.
 
Porque sobre el mismo tema se debe referir con toda firmeza, e igualmente con nuestros derechos plenamente vigentes y válidos, que “sí” nos podemos manifestar (sin causar daños a terceros) para exigir, demandar, reclamar e incluso denunciar, que “un basurero a cielo abierto, como es el caso por el que protestan los habitantes de Cuitláhuac, nunca se debió de autorizar y que, quienes firmaron tal autorización, incluyendo a los ayuntamientos que lo utilizan, deben ser enjuiciados por desacato a lo dispuesto por las normas ecológicas y por las instancias del ramo de salud pública.
 

Los habitantes de Cuitláhuac deberían de acudir hacia instancias de grupos civiles de Derechos Humanos, así como a instancias nacionales e internacionales registradas para la defensa de la ecología y el medio ambiente, para elevar la voz en espacios nacionales e internacionales denunciando la aberración que contra el medio ambiente y la salud de miles de niños y adultos, cometen las autoridades municipales de Cuitláhuac y de otros municipios como el de Córdoba, al arrojar a cielo abierto y sobre la superficie de tierras de ese municipio, miles de toneladas de desperdicios altamente contaminantes, colocando en riesgo mortal a miles de niños y adultos, e incluso con efectos dramáticamente nocivos en el proceso de gestación de las mujeres embarazadas y la preciada vida que palpita en sus entrañas.
 
Cuánta irresponsabilidad, cuánta barbarie, cuanta indolencia, ineficacia e incluso ignorancia insuperada priva en nuestros distintos niveles de autoridad, cuando permitimos pese a nuestra milenaria existencia sobre el globo terráqueo, por sobre nuestra ciencia médica y nuestros admirables avances tecnológicos, por encima de un legado cultural que atesora nuestra inconmensurable memoria histórica, por sobre toda nuestra herencia científica, que pese a todo ello y muchas cosas más, sigamos registrado escenarios como el asqueroso tiradero de basura sobre el cual, con furia y acciones irreflexivas, originadas por la impotencia ciudadana ante el poder imperial de las alcaldías, dieron origen a reclamos y acciones fuera de la Ley, que no se hubieran presentado si las autoridades estatales, o federales, o municipales, cumplieran con la Ley, evitando la agresión impune que se comete minuto a minuto contra el habitad de miles de veracruzanos, incluyendo insistimos, contra quienes habitan y se desarrollan en el vientre de las madres de esa contaminada región, reflejo claro de que la impunidad camina con donaire en las tierras de nuestro país… ¿O vivo en el error?.
 
SE RECONOCE QUE EFECTIVAMENTE
LA VIOLENCIA CRECIÓ EN VERACRUZ

 
Obligado por la realidad, el gobierno estatal de los veracruzanos reconoce que, efectivamente, los hechos de violencia extrema como lo son los secuestros, se han incrementado en los últimos meses sobre el territorio veracruzano, o sea, que quienes han informado en el centro del país que en tierras jarochas el secuestro viene en crecimiento, como un monstruo que se desarrolla y muta hacia dimensiones inesperadas, tienen la verdad de su lado y que, por lo mismo, Veracruz ya forma parte de las entidades federativas que encabezan este listado en los ámbitos nacionales.
 
Y claro que la población incrementa sus precauciones y afina, a como le da su personal imaginación y sus posibilidades, las medidas para evitar en todo lo posible convertirse en parte del listado del terror, de la angustia, de la impotencia y el quebranto que representa ser blanco de una de las barbaries más aterradoras e inhumanas de la ya de por sí angustiante ola delictiva que sacude nuestras tierras.
 
Pero por el momento y hasta la fecha, en los ámbitos de los sectores oficiales destinados a garantizar la seguridad de los veracruzanos, absolutamente nada nuevo se registra bajo el sol, es más, pareciera, se tiene la impresión, que en lugar de avanzar vamos en reversa y que, por lo mismo, las cifras de agresiones contra la sociedad civil se desarrollan con holgura, dado que no se enfrentan con estrategias que pudieran representarles riesgos mayores a los maleantes, o sea, vivimos en estado de indefensión total, porque en las instancias oficiales responsables de brindar protección a la colectividad, preocupa más ampliar su cobertura en posiciones que dirigir toda su atención, talento y esfuerzo hacia la eficacia en materia de seguridad y bienestar, obligación primera depositada en quien Gobierna en el Estado y de quienes hacen lo propio en los municipios.

 
Pero… ¿Qué se puede esperar cuando alcaldes o alcaldesas andan más preocupados por el próximo viaje a Las Vegas o la ya cercana visita al salón de belleza, la final de futbol americano o tres días bajo el sol en las playas de Cancún?... Qué se puede esperar si un Fiscal vive hora tras hora preparando su defensa, ante los cotidianos embates de sus adversarios y, al tiempo que esos adversarios dedican su tiempo a una obsesiva búsqueda de las estrategias legaloides mágicas para lograr derribarlo.
 
Sumado a todo ello, qué podemos esperar, si en los círculos oficiales estatales se mantienen en materia de seguridad apegados a las señales de “quietos todos”, ante la posibilidad de que todos los operativos policiacos provincianos se vayan rumbo a la nada, ante el posible arribo de nuevos mandos, así como refuerzos, provenientes todos de la federación y encuadrados en el nuevo estilo e innovador cuerpo identificado como Guardia Nacional.
 
En esa reflexión simplemente apegada en los hechos, cabe referir el pensamiento de antaño en el que se refiere que: “el que espera desespera” y la verdad, en el específico caso del tema Veracruz, se ha esperado tanto que la desesperación ya nos arrebata el sueño.

 
LO QUE SE LEE
 
Que se suma a las acciones de investigación por supuestos desfalcos o irregularidades, el manejo de más de 600 millones de pesos, gastos que en la pasada administración estatal encabezada por el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, supuestamente “no han sido debidamente comprobados y justificados”.
 
LO QUE SE VE

 
Que dichos recursos forman parte del “gasto federalizado” por lo que toda administración estatal está obligada a presentar documentos que confirmen el destino para el que fueron usados, hecho que, de acuerdo a la información difundida sobre el tema, no se cumplió conforme lo establece la normatividad.
 
LO QUE SE OYE
 
Que desde tiempo atrás, existen “cuentas políticas” y “actitudes públicamente reflejadas” de distanciamiento e incluso escenarios de abierta confrontación, entre la anterior administración estatal de origen azulada y el entonces candidato presidencial del partido MORENA, escenarios que por lógica hoy registran consecuencias en los ámbitos de la revisión de cuentas, o sea: “Hay cuentas pendientes”

 
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