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Columnas y artículos de opinión
El cambio en Veracruz
Luciano Blanco González
15 de marzo de 2019
alcalorpolitico.com
Han transcurrido más de cien días desde que la esquizofrenia política dejó de asolar a los veracruzanos, quienes estábamos acostumbrados a los ataques, anuncios y relumbrones mediáticos a cada momento, entre gobernantes, exgobernantes y candidatos que se despedazaban públicamente, atacándose en un afán de destruirse con inventos, chismes, verdades, falsedades, insultos y todo tipo de truculencias y artilugios que ayudaran al perverso objeto de retener o de conquistar el poder.
 
Eran los tiempos en que el entonces gobernador, Miguel Ángel Yunes, lanzaba públicamente acusaciones en contra del saqueo impune realizado por su antecesor, Javier Duarte y su camarilla legislativa, regocijando el morbo popular exhibía las excentricidades esotéricas de su esposa Karime Macías y resaltaba las detenciones por consigna de distinguidos y brillantes políticos solo por el gran delito de haber colaborado con el ahora reo, Javier Duarte.
 
El primero de diciembre del año dieciocho de este milenio, en Veracruz aparentemente se cerró la ventanilla a la guerra sucia basada en el ataque y la denostación estridente, que a fuego continuo se disparaba desde distintos frentes en el gobierno y en los partidos, los actuales tribunos sólo exhiben su pequeñez oratoria cuando pretenden debatir en el ataque o en la defensa.
 

Ese día también, de alguna manera, se hizo la luz de la libertad, pues aunque suene demagógico, servil y fantasioso a partir de ese momento cesó la nefasta persecución política y se abrió paso al respeto irrestricto de la ley.
 
De primer paso un buen día, indignó a gran parte de la población la noticia de que el señor Arturo Bermúdez Zurita, exsecretario de Seguridad Publica, había sido puesto en libertad, abandonando las crujías del Penal de Pacho Viejo, por efectos de una orden judicial federal, que existía desde hacía un buen tiempo y a la que el juzgador veracruzano no había dado curso argumentando razones insubstanciales, pero que ahora sabemos eran consecuencia de las grandes presiones externas a que pudo estar sujeta la juez del conocimiento.
 
Para quienes sabemos un poco de derecho, a pesar de los horrores y abusos que Bermúdez supuestamente cometió y que, de manera abundante, nos restregaron mediáticamente en los ojos y en los oídos, nos dio gusto porque el hecho por sí mismo nos ilustraba de que al fin entrabamos en una etapa en donde estrictamente se aplicaría el debido proceso a que todo ciudadano tiene derecho.
 

Esto es que, en los tribunales judiciales sobre cualquier criterio valorativo del juzgador para justificar una arbitrariedad o abuso, deberán imperar estrictamente las disposiciones legales y no la costumbre de prejuzgar la responsabilidad de un acusado, ordenando su detención preventiva sin darle la oportunidad de defenderse, presumiendo su culpabilidad en lugar de la presunción de inocencia establecida en la norma.
 
En el mismo sentido, los veracruzanos sentimos un gran alivio y experimentamos una enorme satisfacción cuando nos enteramos de que al fin se limpiaba totalmente la imagen de un hombre honorable, digno y honrado como el Dr. Flavino Ríos Alvarado, a quien injustamente se le lastimó en lo personal y se pretendió deshonrar atribuyéndole conductas ilícitas inexistentes, que los jueces federales se encargaron de desmentir.
 
Al Dr. Flavino Ríos se le privó de la libertad injustamente, sometiéndolo al sistema carcelario con largas horas de angustia y desasosiego, despojándolo además de la titularidad de su notaría en Minatitlán, y que recientemente en un acto de encomiable justicia el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, lo reivindicó regresándole su notaría, sin tardanza y sin limitación.
 

Si a estos actos de justicia sumamos la reciente absolución penal del licenciado Juan Antonio Nemi, conocido por toda la sociedad como un hombre culto, decente y honrado, modelo de servidor público, acusado sin pruebas motivadas y fundadas y detenido también como presunto culpable, ahora con la absolución se limpia aun más la imagen que nunca se ensució, pero nos revela lo dramático que resultaba vivir en un régimen de injusticias en que cualquiera podía ser llevado a la picota y ser víctima de los caprichos del gobernante en turno.
 
Estas recientes y dolorosas experiencias nos deben de servir como ilustrativo antecedente para que nunca más en Veracruz se vuelvan a repetir estas angustiosas vivencias, máxime ahora que los cuchillos están afilados y las carpetas listas para llevar a la Fiscalía Anticorrupción y a los correspondientes tribunales a varios funcionarios públicos de quienes se sospecha incurrieron en conductas ilícitas en el manejo de los recursos públicos.
 
Esto debe de hacerse no tan sólo en los asuntos y servidores de ayer, sino de todos los que se puedan presentar aún en la actual administración, ya que hay quienes no entienden al líder doctrinario Andrés Manuel López Obrador, que afirma como credo y doctrina cada vez que puede que él no va a permitir la corrupción.
 

En la misma línea pero más en corto y más drástico, el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, quien, respaldado por todo un andamiaje jurídico y administrativo, con auténtica voluntad política inspirada en la cuarta transformación, vigila el buen manejo de los recursos públicos, no tan solo en las dependencias del Ejecutivo, sino que, coordinado estrechamente con los demás poderes, vigilan sus estructuras, las de los municipios y las de los organismos autónomos, o sea que ningún funcionario público se quiera pasar de listo porque puede ser denunciado por cualquier ciudadano y llevado a los tribunales para ser castigado.
 
Marcos Even Torres Zamudio, Fiscal Anticorrupción, tiene ante sí un gran reto, pues sólo deberá proceder ante evidencias incontrovertibles, más que nada, porque él es un funcionario independiente y se podría decir hasta no grato para el actual gobierno del que no recibirá consignas, pero eso sí, el fiscal pude caer en la tentación de quedar bien con el actual mandatario, y comenzar a caer en los mismos excesos de su maestro y protector, el incómodo Fiscal General del Estado Jorge Winckler.
 
El Estado parecería desde aquel diciembre, que entró en una silenciosa atonía política, si no fuera por los escándalos provocados en torno al Fiscal Winckler, quien ha logrado generar una verdadera atracción periodística.- televisiva, radiofónica y de toda índole.- hacia su persona por su controvertido actuar, de lo que dan testimonio las pésimas investigaciones en la elaboración de las carpetas de investigación que la mayoría de acusados, han tenido que salir libres y declarados inocentes al corregirle la plana mediante los amparos federales, dictados en contra por la ineficacia jurídica y la falta de elementos suficientes para procesar.
 

Mientras Winckler se bate a brazo partido contra el Estado, el Congreso, abogados, periodistas y víctimas, en el mismo plano no hace lo mismo con la delincuencia que, aunque en algunas regiones ha disminuido sensiblemente, en otros lugares como Coatzacoalcos y en general el sur de Veracruz ya ha alcanzado la cúspide, colocándonos en primerísimos lugares en el mundo, que califica deshonrosamente a aquella ciudad, como una de las ciudades más violentas y peligrosas del mundo. Al igual que en el tema de los feminicidios, por cuyos escasos resultados en la investigación y castigo también nos coloca en vergonzoso lugar.
 
Pronto se logrará disminuir esta calificación, pero será por la intervención y acción del señor Presidente que ha ordenado reforzar este rubro en aquel punto estratégico, acá en el norte ya lo hizo el Gobernador, las fuerzas concentradas en la tarea por la construcción de la paz, han funcionado y su presencia en carreteras, caminos rurales y en las ciudades, inhiben a la delincuencia de los estados vecinos como Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla, deseosos de venir a delinquir a Veracruz, la excepción sigue siendo Pánuco.
 
En fin, el cambio se siente, ahí está presente en todas las dependencias del Estado, la obra pública pronto la tendremos, el afán de la equidad y la justicia en las manos serenas y prudentes del Magistrado Edel Álvarez Peña son una garantía, los procesos legislativos retomaron su cauce y mientras José Manuel Pozos Castro, con su trato respetuoso y gentil, siga tratando igual a sus pares los diputados, estos seguirán el rumbo de la cuarta transformación de manera entusiasta y recta.
 

En donde sí la opinión pública pone un diez al señor Gobernador es en la transformación que, a ritmo acelerado, está imprimiendo en las oficinas centrales y en las 25 regiones en donde opera el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, oficinas que hasta ahora habían sido operadas con un sistema arcaico de control, con el viejo sistema de libros de papel cuyo manejo se presta a corruptelas y a movidas que por cualquier trámite había que pagar en efectivo y sin recibo o de plano el trámite o gestión no avanzaban y la información no fluía, hasta que el usuario interesado interponía una queja para ser atendido, desde luego con sus normales excepciones de funcionarios probos que en reconocimiento a sus méritos colaboran aún en el sistema.
 
Y decimos arcaico, porque esta institución a pesar de su importancia jurídica y económica para el Estado y para los ciudadanos, pues representa la seguridad jurídica y la salvaguarda patrimonial, en la calificación del Sistema Integral para la Gestión de Información Registral y Catastral, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, por su atraso y enormes rezagos, ocupamos en la modernización de este sistema el último lugar, es decir estamos por debajo de las demás entidades, como Oaxaca, Chiapas o cualquiera de los estados nos superan en organización y modernidad.
 
Para el efecto programático, el Ejecutivo del Estado ha encomendado al Secretario de Gobierno, ingeniero Eric Cisneros, la creación del Consejo Consultivo para la Modernización Registral del Estado de Veracruz, órgano en el que se involucran además de la autoridad política que él representa, a los titulares de la Dirección y de la Sub Dirección del Registro Público de la Propiedad y del Archivo General de Notarías, el maestro David Agustín Jiménez Rojas y el licenciado Leandro Zamora Fernández, quienes en avance al novedoso proyecto para marcar las directrices e informar al notariado de los avances de estos trabajos, celebraron una reunión plenaria con el Consejo Directivo del Colegio de Notarios que preside el notario Johan Hillman Chapoy, quienes compartieron la idea de la modernización y se comprometieron a coadyuvar totalmente para su realización.
 

En su ruta contra la corrupción, la modernización del Registro Público contempla incorporar los avances científicos, informáticos técnicos y tecnológicos en materia registral, no solo en búsqueda de la eficiencia profesionalizando además al personal, sino que pretende que todas las gestiones sean transparentes y que nadie pueda trastocar índices y registros, de tal manera que la seguridad que se pretende implementar sea absoluta e inalterable.
 
Llama la atención que uno de los fines es el de que se pretende establecer estrategias de apoyo a los grupos vulnerables con el objeto de facilitar el acceso a los servicios registrales.
 
En fin, que aún no se vive la paz y la tranquilidad de los pasados años, pero tenemos confianza en que se arreciarán los pasos para limpiar al estado de las nefastas bandas delincuenciales, mientras tanto vivamos con la idea de que nuestros gobernantes viven preocupados por el bienestar y la seguridad de los veracruzanos, y de que quieren a nuestro estado con auténtica emoción para transformarlo positivamente, en las circunstancias actuales, limitados por el pequeño tiempo transcurrido en la etapa del cambio y porque no ha habido actos de maldad oficial, cada uno de nosotros está obligado a hacer un ejercicio de reflexión sincera sobre los avances y retrocesos generales y en un afán de optimismo, concluyamos con la esperanza de que muy pronto al ritmo de la cuarta transformación, viene lo mejor.- Por el bien de la causa.
 

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