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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
¿Alternativa para reiniciar el aeropuerto?
Alfredo Ríos Hernández
18 de marzo de 2019
alcalorpolitico.com
*Aparente propuesta de sector empresarial
*Pecado de aborto y matrimonio igualitario
*Nuestros distanciamientos y desacuerdos
 
Corren versiones en las redes de internet, en las cuales se difunde que el Presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo Adolfo de Hoyos Ramos, comentó al polémico periodista Pedro Ferriz de Con, que el sector empresarial aceptaría hacerse cargo de la construcción y financiamiento del aeropuerto en el ex lago de Texcoco, cuya obra fue cancelada por la actual administración federal que preside Andrés Manuel López Obrador, hecho que estaría encuadrado en un ámbito de negociación en el cual “todos ganarían” en tanto que Los empresarios mexicanos buscarían los senderos para las siguientes acciones:
 

1.- Restituir por parte de empresarios las cifras que el Gobierno de la República invirtió para la ejecución de dichas obras, lo que permitiría avanzar en el saneamiento de la administración federal.
 
2.- Cubrir toda deuda que exista en torno a las obras ejecutadas.
 
3.- Invertir el sector privado en la continuación del nuevo aeropuerto (hoy cancelado) para que esté en apropiadas condiciones de operar lo antes posible.
 

O sea, en concreto se podría decir que la oferta sugerida por uno de los núcleos empresariales más prestigiados del país, en voz de uno de los líderes de mayor renombre en los círculos de inversionistas de México y el mundo, representaría algo así como “todos ganan” para la administración federal, para el sector empresarial y obviamente para el pueblo de México.
 
Porque efectivamente con ello la inversión se convertiría en totalmente privada, al tiempo que, en los círculos empresariales y monetarios del mundo, se recobraría una mayor confianza en la economía y seriedad tanto del sector empresarial como de la economía mexicana en lo general.
 
La sola aceptación por parte de la administración federal para favorecer un giro positivo en la construcción del nuevo aeropuerto, que por hoy se encuentra cancelado, representaría de inmediato un impacto saludablemente significativo para la economía mexicana, lo que de paso fortalecería la imagen de seriedad no sólo del sector empresarial mexicano, sino de igual manera abonaría en favor de la imagen de la administración federal, encabezada actualmente por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
 

Ahora bien, habrá de la misma forma que esperar si lo referido por el periodista Pedro Ferriz de Con, se sostiene en los mismos términos por parte del apuntado círculo empresarial, hecho que, de ser así, incuestionablemente abre una clara posibilidad no sólo para que evitemos mayores pérdidas financieras y de credibilidad en rangos de inversión, sino para que México logre fortalecer su imagen en el ámbito internacional de los negocios.
 
Resulta incuestionable, que si inversionistas proponen en firme entrarle con paquete completo a la continuación del polémico aeropuerto, por hoy desechado como inversión viable por parte del Gobierno Federal, no existirían argumentaciones sólidas para que empresas privadas no reinicien las obras, lo que en principio pudiera representar un mensaje claro al ámbito internacional de los negocios, en el sentido de que no existe en nuestro país un distanciamiento visceral entre el sector empresarial y las autoridades federales, sino vías abiertas para la renegociación y acuerdos responsables, todo en beneficio del crecimiento ordenado y apropiado del renglón económico del país... Ya veremos en que terminan tales versiones difundidas directamente por Pedro Ferriz de Con, por vía de las redes de internet.
 
EL POLÉMICO ABORTO Y
MATRIMONIO IGUALITARIO

 
Con mayor notoriedad que en el pasado, de manera significativa se advierten en éstos días dos tendencias singularmente destacadas, que marcan rayas de creciente distanciamiento entre el sector religioso y las nuevas corrientes tanto entre ciudadanos que, en lo particular, creen en sus exposiciones, así como entre quienes forman parte de organismos promotores, tanto de los llamados matrimonios igualitario, como de lo que se identifica como autodeterminación para decidir sobre el aborto.
 
Los temas incluso han generado no solo rechazo, sino profunda preocupación al interior de sectores religiosos, lo que incuestionablemente influye de manera preponderante en el criterio de amplios núcleos de la sociedad, en los cuales la voz de los pastores eclesiales siempre ha registrado un peso específico, que bien podría ser calificado como determinante para amplios sectores de la colectividad.
 
México -ya lo ha referido incluso El Papa- conforma un núcleo mayoritario de católicos “siempre fiel” y, en ese marco, dogmas inalienables como el sacramento del matrimonio, que consiste en la unión de un hombre y una mujer, está destinado a la prolongación divina de nuestra especie, lo que por razón natural no es dable en la unión entre dos personas del mismo sexo.

 
El otro renglón que grupos de activistas colocan en “pendientes” de formalizar legalmente en México, es precisamente el de la decisión para practicar el aborto, sin que ello constituya ni un delito ni un pecado, ello por encima del mensaje eclesial de “crecer y multiplicarse”.
 
La realidad es que resulta tan complejo una determinación como la otra, porque en primer término no sólo se apuntan barreras religiosas y por ende de educación y moral, sino que de igual forma la naturaleza misma del ser humano refiere desde sus orígenes la vinculación “natural” (así, entre comillas) del hombre y la mujer, no sólo para convivir en pareja como resultado de nuestra propia naturaleza, sino de igual forma para procrear nuestra propia descendencia, circunstancias que se alteran en el marco del matrimonio igualitario o en los escenarios de la práctica del aborto.
 
En ese círculo de elevada polémica e incluso rasgos de confrontación, hemos arribado al mundo actual, sociedad de nuestros tiempos contrastante y polémica, que ante sí deberá asumir determinaciones para confirmar lo que ha sido tradicional o transformarse para crear nuevos escenarios que, incuestionablemente, contravienen tesis o principios que, por siglos, han sido valederos e incluso calificados, no sólo como parte de la naturaleza humana, sino como referencias dogmáticos en el marco de rangos sagrados.

 
LOS DISTANCIAMIENTOS Y LAS
DOLOROSAS DESAVENENCIAS
 
En todas las etapas de la historia de la humanidad, se han registrado desviaciones y confusiones entre los que “es bueno o es malo”, “entre los que es sagrado y lo que es factible de variar por decisión individual”, en ese marco periódicamente arribamos a etapas polémicas, de tal profundidad y arraigo cultural que nos han conducido a sangrientas guerras con características de exterminio.
 

Tales escenarios que marcan reiterativamente choques sanguinarios en diversas etapas de nuestra historia, deben mantenerse claramente presentes en todas las etapas tanto del futuro inmediato, como del distante porvenir, porque nada es más irracional que la búsqueda del exterminio de quienes no coinciden con nuestra forma de pensar y de actuar, lo que es semejante en esos sangrientos escenarios a los núcleos criminales claramente autodefinidos como delincuenciales, cuya acción depredadora no se justifica bajo ninguna circunstancia.
 
Dicen algunos estudiosos que “cada pueblo tiene exactamente lo que se merece” nunca he podido coincidir con dicha afirmación, porque difícilmente en la historia un Gobierno actúa puntualmente apegado a lo que “el pueblo quiere y el pueblo le ordena”, ni en México ni en el mundo privan tales escenarios, pero lo que es verdad es que sí existen gobiernos que responden con mayor eficacia en beneficio de la colectividad, lo que lamentablemente en países como el nuestro no ha sucedido recientemente.
 
Hoy una nueva corriente política arriba al Gobierno de México, pero en escasos tres meses y días no es suficiente dictar una calificación claramente sustentada, se puede especular y suponer, se puede interpretar lo que se ve desde balcones distintos, desde ángulos diversos, pero aún no es suficiente lo que se observa para apreciar o desvalorar, porque, la verdad, nos falta seguramente mucho por ver ya sea en el mejor de los casos para aplaudir o, ante escenarios adversos disentir y anotar las causas por nuestra desacuerdo… Ahí la dejamos.
 

Atenderé sus puntos de vista en
 
Alfredo.rí[email protected]