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Columnas y artículos de opinión
Gato por Liebre
Helí Herrera Hernández
25 de marzo de 2019
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
 
Andrés Manuel no tiene un pelo de tonto. Ha sabido sacarle provecho a las circunstancias de la sociedad y de la política. Su peripecia para nadar de a muertito hacia el norte, o hacia el sur lo tiene hoy ya como inquilino de Palacio Nacional.
 
Como candidato sabía que el enemigo del pueblo era “la mafia del poder” y le declaró la guerra. Ya como Presidente de Los Estados Unidos Mexicanos ha nombrado a sus integrantes como sus asesores personales en materia económica y de negocios.

 
Fue bandera de su campaña combatir al PRIAN, a quienes culpó de las alzas de los combustibles y se comprometió, que de ganar la presidencia de la república bajaría, desde el primer día de su mandato, los precios del diésel y de las gasolinas. (hay video de por medio para los incrédulos).
 
Sabedor de los daños morales y físicos que el Ejercito Mexicano había generado en todos estos años de lucha contra el narcotráfico, y del dolor causada a decenas de miles de familias que culpaban a las fuerzas armadas de enormes violaciones a los derechos humanos de mexicanos y mexicanas, se comprometió a regresar, si ganaba las elecciones del primero de julio del año pasado, al Ejército a los cuarteles. Hoy, son sus aliados y los defiende un día y al otro también, legalizando a través de la Constitución Federal y de la Guardia Nacional su permanencia en las calles de México.
 
Supo vender el odio que la inmensa mayoría de nuestros compatriotas traía contra Peña Nieto. Lo convirtió en promesa de campaña de castigarlo por corrupto e inmoral; pero con el triunfo en sus manos empezó a coquetear con él bajo el slogan que “la venganza no es su fuerte” y, erigido en juez, determinó que no había cometido delito alguno el expresidente y le dio “fiat” para que viva placenteramente en España, al lado de otros miembros de su gabinete, pillos todos ellos, disfrutando todos los dineros mal habidos.

 
Informó en días pasados la muerte del Neoliberalismo, así, por decreto. Pero apenas el viernes pasado, en la 82 Convención Bancaria, una asamblea donde el olor a Channel, a Clive Christian, a Paco Rabanne 1 million, a Annick Goutal Cau d´Hadrien, eran los aromas que rebozaban el ambiente en Acapulco, don Andrés Manuel se comprometió a no tocar las ganancias multimillonarias de los banqueros, a impedir que alguien legisle para limitar las comisiones de esos favorecidos antes por el FOBAPROA, y hoy por el hombre fuerte de Macuspana, olvidándose de aquel estribillo de campaña “Por el bien de México, primero los pobres”.
 
No, ya no es el mismo, nos dio gato por liebre. Eso considero y eso está diciendo gente reflexiva, pensante, que de manera imparcial anota las contradicciones del hombre que se veía feliz en la 82 Convención Nacional Bancaria en Acapulco, en ambiente, como si estuviera en familia, muy distinto cuando en campaña fue a amenazarlos con soltarles el tigre y su rostro era tenso, porque algún buen publicista le dijo que así tenía que actuar para atraer votos de todos aquellos que sabemos, que esos banqueros no tienen llenadera y se han enriquecido a costa del pueblo de México, pero... pero hoy ya es el Presidente y por eso esas extraordinarias fotos con los multimillonarios, a quienes les debió dar un ataque de risa cuando el pasado lunes 4 Andrés Manuel decretó la muerte del neoliberalismo.
 
Es inteligente, muy sagaz, y ya se dio cuenta que si él no va en la boleta electoral el primer domingo de junio de 2021, MORENA se desmorona, se convertirá en lo que hoy es el PRI o PRD y eso afecta el proyecto transexenal, de allí que todas sus canicas las apostara a ganar en el Senado de la República las próximas dos semanas la votación, para que la revocación de mandato vaya concatenada a la elección intermedia porque si no, hasta allí llegaron los sueños imperiales.

 
Se viene una dura y épica batalla en la cámara alta del Congreso de la Unión este próximo mes.