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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Una relación difícil
Arturo Reyes Isidoro
5 de abril de 2019
alcalorpolitico.com
El pasado 2 de abril, el fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz, declaró lo obvio: en el nuevo gobierno le tienen desconfianza por lo que le está siendo difícil que lo acepten (nota de Claudia Montero, alcalorpolitico.com).
 
La desconfianza (no es ningún secreto) es porque proviene de un gobierno panista cuyo titular, Miguel Ángel Yunes Linares, se enfrentó abiertamente en la campaña electoral del año pasado al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador y al hoy gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
 
Habría, además, una diferencia ideológica (uno presuntamente de derecha, los otros presuntamente de izquierda) amén de que, seguramente por instrucciones de su entonces jefe político, el fiscal persiguió a algunos militantes o activistas de Morena que hacían labor de proselitismo buscando evitar el triunfo de Morena.
 

Al perder el hijo del gobernador la elección, Winckler sobrevive pues fue designado para el cargo por un periodo de nueve años (en diciembre próximo cumplirá ya tres) pero quedó huérfano sin protección política y con el encono de los morenos a quienes no se les olvidan los agravios ni quieren perdonárselos.
 
Desde la misma campaña electoral, el hoy gobernador García Jiménez se la sentenció que sería investigado y sometido a juicio político, con la intención de quitarlo del cargo, sentencia que hizo suya el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos. Hicieron el intento pero falló por la inexperiencia política del propio Cisneros y la incapacidad negociadora del presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, terminando todo en un rotundo fracaso y en el primer grave revés político y legal que sufrió la actual administración.
 
Prudentemente, o como parte de una estrategia, Cuitláhuac se alejó del caso y Cisneros siguió adelante, tomándolo como algo personal y no pierde ninguna ocasión para responsabilizarlo de lo que puede, enfrascándose ambos en una serie de dimes y diretes que ocupan la atención de los medios informativos.
 

Hoy el fiscal se ha ido por lo bajito (como dice una expresión popular), ha sacado una bandera blanca pidiendo paz y ofreciendo trabajar “de la mano” con Cuitláhuac y de “nuestro señor presidente” para lograr la paz en Veracruz, confiado, además, en que “las cosas irán mejorando cada día”.
 
Pero está consciente y acepta: “Ha sido difícil, la confianza no se gana en un minuto ni se gana por una reunión, se gana con el trabajo y los resultados”.
 
Por su declaración, queda claro que no tiene ninguna intención de irse del cargo y por eso busca paz y la aceptación del gobernador para trabajar en forma coordinada, e incluso expresó que con su equipo tratan de ganarse la confianza de Cuitláhuac entregando resultados en materia de procuración de justicia.
 

Dijo que la coordinación es posible y puso como ejemplo su trabajo conjunto con el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, gracias a lo cual se han hecho detenciones en flagrancia, “y eso es lo que la gente quiere, vernos trabajar de la mano, la SSP y la Unidad de Combate al Secuestro”. Le agradeció “a Hugo” la coordinación.
 
Winckler asiste todas las mañanas a la reunión sobre seguridad con autoridades estatales y federales y dijo que en ella se ha comentado que no van ahí para ser amigos sino para generar resultados.
 
Expresó algo cierto: en la medida en la que trabajen en forma coordinada se verá beneficiado el Estado; si la paz llega a Veracruz “nos va a ir bien a todos, y si le va bien a la Fiscalía, obviamente le va ir bien al gobierno del Estado, y viceversa”.
 

“Evidentemente, lo que trato de hacer es dar resultados para que ellos vean que trabajando conmigo las cosas pueden funcionar muy bien”.
 
No dejó de reconocer que su bronca es con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, a quien acusa de difundir “una sarta” de mentiras en su contra de las que, afirmó, le lleva la cuenta “y en algún momento le diré cuál de esas va a probar”.
 
El Fiscal, pues, ha dado un paso hacia delante, tiende la mano, proclama amor y paz como López Obrador, pide oportunidades para ganarse la confianza de los morenos en el poder entregando resultados, ofrece coordinación en materia de seguridad, muestra respeto por Cuitláhuac y “nuestro señor presidente”, todo lo cual se ve posible que pueda cumplir.
 

Lo colocan en una encrucijada
 
Pero, ¡oh cosas del rejuego político!, el gobierno del Estado, en lugar de tenderle también la mano, le ofrece, en cambio, una oportunidad si no para aceptarlo plenamente sí para bajarle al recelo que le tienen, oportunidad que lo pone en una verdadera encrucijada: llamar a cuenta a sus compañeros de grupo, exfuncionarios integrantes del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, su jefe político y, en caso necesario, proceder contra ellos. ¡Qué lío!
 
El mismo día que ofrecía amor y paz, funcionarios de la actual administración presentaron denuncias contra yunistas por los presuntos delitos de tráfico de influencias, incumplimiento de un deber legal, abuso de autoridad y daño patrimonial.
 

Los presuntos implicados serían María José Noriega Mañez, exdirectora administrativa de la Sedesol estatal, quien habría firmado 81 contratos por un millón y medio de pesos cuando ya había vencido su periodo en el cargo y estaba por entregar.
 
Otra sería la exsecretaria de la misma dependencia y actual senadora, Indira Rosales San Román, por la presunta simulación de una licitación nacional para la renta de 287 vehículos por un monto de más de 55 millones de pesos, para la que sospechosamente se registró solo una empresa cuando debió haber habido por lo menos tres proveedores registrados, además de que no hubo un control del gasto ni del uso de las unidades como marca la ley.
 
Uno más es el exsecretario de Educación, Enrique Pérez, por participar en y autorizar la asignación de 77 plazas en forma irregular, asignándose más horas y más salario con efectos retroactivos, causando un presunto desfalco por 5.5 millones de pesos.
 

Un cuarto acusado es el exdirector de Espacios Educativos, Ignacio Barradas, en cuya dependencia se habrían desviado más de mil millones de pesos de los Fondos Regional y de Aportaciones Múltiples, además de que dejó inconclusas 500 obras del programa Escuelas al Cien.
 
Estarían por presentarse otras denuncias, por el programa del reparto de despensas, por el Sistema Estatal de Videovigilancia, por la asignación de contratos en forma directa en la Secretaría de Finanzas y en la Comisión de Agua del Estado de Veracruz, etcétera.
 
El fiscal Winckler solo tiene de dos: o la bebe o la derrama, o actúa contra sus compañeros yunistas y acumula más minutos a su favor para ganarse la confianza de los actuales, o viéndose presionado opta por pedir licencia y mejor se separa del cargo. Si escoge el primer camino, es posible que termine en el cargo en los seis años y ocho meses que le restan.
 

¡Uf! Ahora sí le agarraron los dedos con la puerta.
 
Y ahora, inicia la Feria del Libro de la UV
 
Este viernes, con un desfile de Carnaval Colombia llega a la FILU dará inicio la XXVI Feria Internacional del Libro Universitario, cuya inauguración formal, que estará a cargo de la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, tendrá lugar a las cinco de la tarde en el Foro Sergio Galindo del Complejo Deportivo Omega. La acompañará el director de la Editorial de la UV, Édgar García Valencia.
 

En el desfile, que iniciará a las tres de la tarde frente al edificio de Correos, participará el Ballet Folklórico de la casa de estudios, la Batucada Xalapa, Ciclistas de CoSustenta, alumnos del Programa de Movilidad de la UV, y las mascotas de la UV Luzio y Lis.
 
En la inauguración se entregarán reconocimientos por XXV años de la Feria al escritor y poeta José Luis Rivas Vélez, exdirector de la Editorial, así como a Ludivina Sánchez Gómez, exdirectora administrativa, quienes organizaron la primera edición del evento; al exrector Víctor Arredondo Álvarez, quien le dio el carácter de internacional, y al jefe del departamento de distribución Jesús Ezequiel Rodríguez Moreno, único integrante de la Editorial que ha colaborado en todas las ediciones de la Feria.
 
La fiesta de la lectura, de la exposición, presentación y venta de libros, que concluirá el 14 de abril, tiene como país invitado a Colombia. El programa completo se puede consultar en www.uv.mx/filu. ¡Ah! Y mañana sabadaba, de 19:30 a 20:30 horas, actuará la Orquesta de Salsa, para ponerle sabor al evento. Ahí nos veremos lector amigo. Por fortuna, no todo es política. ¡Uf, que respiro! ¡Oxígeno puro!