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Columnas y artículos de opinión
Televisa se desploma
Helí Herrera Hernández
8 de abril de 2019
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
Los problemas económicos de la televisora más importante de México y Sudamérica, y en alguna ocasión, hace muchos años, la más importante de habla hispana: TELEVISA, se empiezan a sentir y hacer visibles en diversos sectores de la empresa.
 
Los efectos de su crisis ya alcanzaron la parte fundamental de este otrora gigante de la comunicación-diversión, que son no sólo el dinero, sino el capital humano.

 
Veamos: el viernes de la semana pasada las acciones de esta compañía cayeron casi 9 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores, que se traduce en una utilidad neta atribuible a accionistas de 56.5 millones de pesos en el cuarto bimestre de 2018, una cifra que representa una caída de 83.6 por ciento respecto del año anterior cuando ganó 343.3 millones de pesos.
 
Poco a poco sus clientes se han ido alejando de las pantallas y de las estaciones de radio, ya no quieren anunciarse allí. La disminución en las ventas en el último trimestre de 2018 fue 3.7% menor respecto al mismo período de 2017, porque los anunciantes han optado por la publicidad más barata que ofrece la nueva televisora IMAGEN, de la familia Vásquez Raña (dueños también de ABC radio, hospitales Ángeles, Hoteles Camino Real, entre otras empresas), las redes sociales y la televisión vía streaming.
 
Pero los problemas de esta empresa vienen de tiempo atrás. En octubre de 2017, Emilio Azcárraga Jean renunció en medio de la crisis económica a la dirección general, precisamente cuando TELEVISA perdía audiencia, bajaban sus ingresos por venta de contenidos televisivos.

 
Según IBOPE (Empresa más destacada en lo que se refiere a la investigación de mercado en América Latina de MEDIOS, hábitos de consumo, de productos y marcas, opinión pública, comportamiento de consumidores y del mercado), en 1997 TELEVISA comercializaba sus contenidos en 130 países en 23 idiomas. Tan solo un año antes exporto más de siete mil horas de programación a los Estados Unidos, más de 13 mil a Europa y 25 mil a Asia. A Centroamérica 20,693 de programación y 20,243 a Sudamérica.
 
El panorama ahora es muy distinto para la televisora mexicana. Los efectos de la crisis financiera que atraviesa se han dejado sentir en todos los sectores de la empresa.
 
A finales de 2016 anunció el recorte del 20 por ciento de su personal, unos 3 mil trabajadores, y quienes conservaron su empleo fue bajo el convenio de una disminución de su salario. Frente a este panorama, las famosas exclusividades de artistas famosos han ido desapareciendo, lo que ha provocado que sus estrellas busquen acomodarse en cadenas de televisión norteamericanas.

 
Las mismas telenovelas que son el producto más vendible local e internacionalmente han ido a la baja por su pésima calidad, con refritos que no superan las novelas pasadas hace muchos años, o con temas trillados que ya no despiertan ni siquiera el morbo, lo que ha ocasionado que tengan que comprar producciones de otras empresas de UNIVISIÓN y sudamericanas.
 
Se le han ido importantes productores de ese género como Luis del Llano, Emilio Larrosa, Jorge Ortiz y Rosy Campos, además de certámenes que le dejaban millonarias ganancias como Nuestra Belleza México y Miss Universo, que hoy las transmite Televisión Azteca.
 
Acaba de poner a la venta RADIOPOLIS, su segmento de estaciones de radio que le dejaban 10% de ganancias y consumo, y la semana pasada despidió a importantes cronistas deportivos como Ignacio Trelles, Raúl Sarmiento, Eduardo Camarena, Bladimir Pozo, Cecilio de los Santos, Miguel España, Eduardo Bacas, Michael Gonzáles, Alfonso Apaseo, Erick Fisher, Rene Sánchez, Mercedes Dávalos y Rafael Ortiz, entre otros.

 
Anuncia de igual manera que si esto sigue así, muy pronto iniciarán el despido también de periodistas de renombre como Ana Francisca Vega (que trabaja con Carlos Loret en el noticiario matutino), así como Danielle Iturbide, entre otros.
 
Si en el siglo pasado, en la década de los 80 o 90 nos hubieran dicho que TELEVISA se derrumbaría, jamás lo hubiéramos creído, pero hoy, Televisa se cae, se cae, se cae. Y creo que poquísimos, escasas gentes llorarían su ausencia del mercado de las comunicaciones.