Cuánto cinismo y cuánta arrogancia
 

Cuando el partido Morena ganó la Presidencia de la República y la Gubernatura del Estado, las expectativas de cambio eran muy, pero muy elevadas. La primera ventaja que tenían quienes ocuparían los cargos de Presidente y Gobernador, es que lo harían libres de compromisos de todo tipo, y con la mejor disposición para dar la batalla contra la delincuencia organizada y contra el cáncer de la corrupción que tanto daño ha causado a los mexicanos.
 
Hoy, que molestos por la situación en la que estamos, con índices mucho más elevados de incidencia delictiva y casos de corrupción que estábamos seguros jamás volverían, criticamos a un gobierno (federal y estatal) que no ha podido dar resultados, que ha faltado a su promesa, que en vez de cumplir se empeña en crear un clima de confrontación social, nos topamos con personas que en vez de razonar con un poco de sentido común lo que decimos y lo que está frente a ellos, la realidad, nos ofenden con el cuento de que extrañamos a los que se fueron, que como ya no hay chayote hablamos de ardidos, de que cuando estuvieron los gobiernos corruptos anteriores no dijimos nada, guardamos un silencio pagado, y que debemos esperar a que los resultados se produzcan porque fueron ochenta años de corrupción y apenas cinco meses del nuevo gobierno, no es posible cambiar en tan corto tiempo ya que los que se fueron dejaron hecho pedazos el estado y el país.
 
Entonces nos preguntamos, para qué son autoridad, si como lo dicen y lo creemos a pie juntillas la corrupción permeó todos los rincones de la administración pública, por qué demonios, en uso de sus facultades, de las que les dieron quienes votaron por ustedes, no ponen a disposición de las autoridades competentes, que son de su mismo equipo, a los ladrones, a los delincuentes, a los jefes de los cárteles y les aplican todo el peso de la ley para acabar con estos graves problemas que siguen carcomiendo al país y al estado. No, prefieren refugiarse en el lamento maricón de “ellos tienen la culpa, nos dejaron un chiquero, muchas deudas”, entonces para qué madres aceptaron ser autoridad si no van a saber ejercerla, si no tienen el valor suficiente para detener y procesar a los corruptos, a los que se llevaron el dinero y obligarlos a devolverlo para acabar con la deuda, si no son capaces o no tienen el valor de combatirlos y así terminar con esta pesadilla delictiva que tantas vidas ha cobrado en estos meses de la puta cuarta transformación.
 

En el caso de Veracruz llevan cinco meses y casi diez días tratando de correr al Fiscal del Estado, Jorge Winckler Ortiz, impuesto por Miguel Ángel Yunes Linares, quien como ha demostrado les ha venido muy grande, cuando en otros tiempos, el de Yunes por ejemplo, ya hubiera salido corriendo o ya estuviera en la cárcel procesado por el montón de graves delitos que ha cometido en contra de decenas de veracruzanos. Pero resulta que en el equipo de Cuitláhuac no existe un solo colaborador con los tompiates bien puestos que lo enfrente y le haga sentir el poder del estado, puras amenazas infantiles de “me canso ganso”, se tendrá que ir y un circo ridículo en el Congreso que terminó en estridente fracaso.
 
Y esta deficiencia que tiene que ver con la falta de oficio político, vocación de servicio y valor para ser autoridad se traslada también a la federación, donde la Fiscalía General de la República (FGR) se queja de haber heredado una institución –antes Procuraduría– con rezagos de hasta 300 mil averiguaciones previas y carpetas de investigación, 21 mil órdenes de aprehensión incumplidas; con una anarquía en la estructura administrativa que utilizaba la flota aérea de forma irracional, compras millonarias de aeronaves y drones sin justificar las necesidades y beneficios.
 
Lo anterior, al hacer un balance de los primeros cien días, el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, quien sostuvo que la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y el Ministerio Público Federal estuvieron vinculados a un modelo de procuración de justicia fundamentalmente al servicio de los intereses del poder, periodo en el que encubrieron delitos… Puta madre, la sospecha de un acuerdo entre AMLO y los que llamó “la mafia del poder” para que pudiera llegar a la Presidencia se agranda con estas mariconadas. Don Alejandro Gertz, si tiene el diagnóstico y no actúa, para qué sirve… mejor renuncie, y si sabe de algún acuerdo entre Peña y AMLO, por dignidad, váyase.
 

24 millones de moche
 
En conferencia de prensa, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, informó que de las 160 patrullas entregadas a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) sólo 50 fueron compradas, las otras 110 entraron en un esquema de arrendamiento.
 
Explicó que, debido a la falta de recursos, se hicieron dos adquisiciones diferentes «la primera es una adquisición de 50 patrullas con un costo de 39 millones 940 mil pesos, es decir patrulla salió en alrededor de 670 mil pesos sin incluir el equipamiento”.
 

Y las otras 110 patrullas fueron las que entraron en el esquema de arrendamiento por 3 años con un gasto mensual de 4 millones de pesos y que el contrato incluye reposición de unidad en caso de siniestros, cambio de llantas ilimitado, refacciones, entre otros puntos.
 
El mandatario estatal dijo que las 50 patrullas no se compraron en Veracruz por el precio, ya que se invitó a agencias que manejan la marca y el costo era mayor, por eso la compra fue en otro lado. “Y recurrimos a ese esquema de arrendamiento porque no tenemos dinero por el hueco que dejaron las administraciones anteriores”... ese hueco que no llenarán en todo el sexenio porque es la mejor justificación que tienen para la ineficiencia.
 
Poco clara la explicación: Julen
 

El senador panista veracruzano Julen Rementería respondió de inmediato a las aclaraciones del gobernante sobre el caso de las patrullas, afirmando que Cuitláhuac García Jiménez no aclaró por qué motivo las patrullas que su administración compró y arrendó a una empresa de otro estado costaron el doble. Ni dijo tampoco a qué empresa se le hizo dicha compra y arrendamiento.
 
“Vimos y escuchamos con mucho interés la conferencia que ofreció el gobernador y la verdad es que como conclusión puedo decirles que seguimos igual, ya que no aclaró ni transparentó la operación de compra y arrendamiento. Ni explicó por qué costaron el doble. Ni dijo a qué empresa se le hizo el arrendamiento, es decir, lo que hizo fue dar puras excusas”, afirmó el senador del PAN por Veracruz. Rementería del Puerto insistió en que lo que el gobernador debe de hacer es transparentar dichas operaciones y aclarar por qué costaron el doble de lo que comúnmente cuestan y, por supuesto, que también debe de dar a conocer qué empresa y de qué estado fue la beneficiaria de dicha transacción.
 
“Miren, es fácil, nosotros nos dimos a la tarea primero de solicitar dicha información vía Transparencia, es decir, el gobernador tarde o temprano va a tener que darme la información, pero además solicité varias cotizaciones a diversas empresas concesionarias de aquí de Veracruz y los costos que me fueron entregados están por abajo de los que el gobernador pagó, entonces yo me pregunto por qué no lo hizo acá en Veracruz”. O sea, esto va para largo.
 

Morena se clava el dinero de los viejitos
 
Hay mucho descontento entre adultos mayores pues aseguran que se han presentado con su tarjeta de bienestar y les dicen que no tienen fondos y que no saben si realmente el gobierno de la transformación les vaya a depositar; otros afirman que entre los delegados, subdelegados, comisionados, subcomisionados, achichincles y de más fauna burocrática de Morena están desviando el dinero para su propio provecho en el estado de Veracruz, y es que el gobernador no da una; se dice entre corrillos y mentideros de cafés que no atina ni siquiera a amarrarse las agujetas de sus zapatos, que ni siquiera sabe sacar un gato a mear, que el enano del tapanco (Fiscal) le escupe a la cara y se mofa de él, en fin así y las cosas en este estado del Golfo de México
 
REFLEXIÓN
 

Lamentable que el Gobernador del Estado no cuente con asesores capaces que le den información suficiente, veraz y creíble, antes de salir a dar una conferencia de prensa.
 
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