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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Confusión sobre el sector educativo
Alfredo Ríos Hernández
10 de mayo de 2019
alcalorpolitico.com
*El legendario apostolado magisterial
*Dinero a 20 municipios para seguridad
*Se debe supervisar antes de lamentar
 
Si a alguien de las estructuras elevadas en el marco del poder público federal, se le ocurriera sugerirle al señor Presidente de los mexicanos, Don Andrés Manuel López Obrador, el que se ordenara a una empresa profesional realizar una encuesta de elevada seriedad y credibilidad en el seno de la sociedad mexicana, para que la colectividad en lo general calificara la eficacia de las escuelas primarias pertenecientes al sector oficial y, al mismo tiempo, diera su opinión sobre la calidad educativa en lo general, seguramente las percepciones que privan en los ámbitos oficiales sobre los problemas y niveles del sistema de enseñanza en México, serían inclinadas hacia un giro que, de inmediato, nos colocaría frente a los yerros que se han cometido en el marco de ese sector y que, pareciera que en la actualidad, frente al panorama que se observa en esos ámbitos, en lugar de dar pasos positivos continuaremos estáticos o incluso ejecutando pasos hacia atrás.
 

Porque no nos apartamos que en ocasiones debemos detenernos e incluso ejecutar pasos hacia atrás, para recomponer lo que está mal y poder avanzar, pero por lo que se observa, resulta obligado pensar que no estamos frente a claras alternativas para mejorar, sino que lo hoy aplicado simple y sencillamente pudieran ser calificados como “pasos hacia atrás”, lo que al final podría conducir hacia “más de lo mismo”, porque en años ya transcurridos recientemente, estábamos igual de mal que ahora.
 
Fincados en la realidad que se atraviesa, muchos son los mexicanos que votarían para que los niveles educativos volvieran a la eficacia que reflejaban hace medio siglo, cuando no sólo los alumnos, sino los padres de los alumnos y toda la colectividad, contemplaba con respeto singular a las escuelas, muchas de ellas humildes en sus instalaciones, pero con maestros de verdadera vocación y entrega total hacia su profesión, que se consideraba como apostolado.
 
Tiempos aquellos que por la majestuosidad moral y profesional del magisterio, adultos y menores detenían su andar y en las aceras brindaban el paso preferencial al señor profesor… ¿Dónde quedó aquella celebridad magisterial?... ¿Qué hicimos del magisterio?...
 

Las reformas, los vicios sindicales, el vender y heredar las plazas de maestros, las deformaciones sufridas en el sistema educativo por modificaciones a programas educativos, constituyen listados sin fin, marco en los cuales se acreditan mil causas y miles de efectos que en nada engrandecieron al magisterio nacional y que, aparejado a nuevos conceptos educativos mal enfocados, dieron al traste con los reducidos pero apropiados sistemas educativos que imperaban en el país, los cuales, con todo y su vejez y deficiencias, incluyendo carencias en su infraestructura, pareciera que resultaban programas de formación, conducta, educación, capacitación y enseñanza, con mayor calidad y mejores resultados que los de ahora.
 
Tal es la idea que priva entre múltiples núcleos de la colectividad en todos los puntos y rincones del país, escenario que no es de ahora, sino que existe desde décadas atrás, desde los tiempos en el que por efectos del propio sistema el maestro dejó de ser “el apóstol de la educación” para convertirse en el camarada sindical y, desde que la autoridad dejó de ser el rector de la educación básica para convertirse simplemente en el patrón de uno o varios sindicatos.
 
Los hechos no mienten, prueba de las ineficacias y rumbos sin sentido es que las reformas educativas, luego se transforman en contrarreformas y así en un listado sin fin, nos encontramos estancados en un renglón en donde el desarrollo positivo no ha sido posible y, ello, incuestionablemente ha impactado negativamente en el desarrollo integral del país…
 

Ya veremos ahora cuál será la nueva moda en los ámbitos educativos de los mexicanos, pero algunos de los augurios que ya se escuchan en los pasillos del poder, pareciera que no presagian nada bueno.
 
DINERO A MUNICIPIOS PARA
PROGRAMA DE SEGURIDAD
 
Varios son los municipios veracruzanos que recibirán recursos especiales con la finalidad de elevar los rangos de seguridad, programa que está respaldado por El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, institución que en fecha próxima transferirá más de 234 millones, que permitirán a 20 municipios veracruzanos fortalecer su infraestructura en materia de seguridad.

 
Y claro que los recursos son notoriamente bienvenidos, en principio porque en un contexto coloquial, todo dinero “que cae a la caja” siempre tendrá la bienvenida, salvo que en éste caso los municipios beneficiados, entre los que se encuentran Xalapa, Córdoba, Orizaba, Fortín, Tierra Blanca, Veracruz, Poza Rica, Coatzacoalcos, Tuxpan y otros más, serán en su momento acuciosamente auditados para confirmar que las inversiones con dichos recursos, fueron aplicadas correctamente tanto desde el punto de vista administrativo, como desde el ámbito para lo que deben ser destinados, existiendo de antemano la advertencia que, de no ser así, quien incumpla o desvíe tales fondos, tendrán que pagar caro su osadía, pero por ello se debe supervisar para luego no lamentar.
 
Y bueno sería que a los ayuntamientos beneficiados con tales fondos, se les brindara sobre el tema orientaciones apropiadas e, incluso, se programara determinada “supervisión” para que todo marche conforme está especificado, sobre todo cuando se trata de un programa encaminado a mejorar los niveles de seguridad, ámbito que por el momento y desde tiempo atrás, se ha convertido en un real y constante dolor de cabeza para la población veracruzana, de Norte a Sur y del Este al Oeste de nuestro territorio… Ya registraremos en su oportunidad los resultados, Ahí la dejamos.