1.- Y es definitivo. Se produjo la información real de la invitación del Presidente AMLO al todavía senador Ricardo Ahued Bardahuil para hacerse cargo de la Administración de Aduanas del gobierno federal.
 
El hidalguense-veracruzano ha difundido entre los suyos [y algún otro que no lo es] que no se alejará totalmente de quienes lo llevaron a la Cámara alta; que hará un esfuerzo grande para acercarse a ellos cada vez que sus nuevas funciones se lo permitan. Que no desmantelará su Casa de Gestión.
 
Y en lo que para algunos observadores y algunos analistas, se trata de “alejarlo” de la construcción de una lejanísima candidatura para el gobierno del estado, para otros es una ocasión para que “demuestre” de qué está hecho, pese a no ser egresado de aulas universitarias renombradas, como no sean las de la Universidad de la Vida.
 

La vida le reclama ahora a don Ricardo a que pague el precio del carisma político que ha desarrollado.
 
De la eficacia se hablará después.
 
2.- Y si de términos beisboleros se trata, ahora el turno al bate para pararse en el pentágono es del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien por ciento fongueó duro la canica con el éxito del festival de Salsa.
 

Como afirmaría el buen gourmet: no nada más de pan vive el hombre.
 
Pero volviendo a la realidad: El gobernador tiene ahora una buena oportunidad de sacudirse el polvo del camino en la designación de la cartera que quedará vacía por la salida del suplente del senador Ahued, [Sedecop] y designar allí a alguien que le sirva al gobierno.
 
Y si de paso quiere y puede, ajustar otras tuercas de la carreta para que las ruedas “rueden” bien.
 

3.- Es ahora apenas que el partido está en las primeras entradas. Ya entrado el juego, será difícil encontrar un buen jugador que suene la majahua bien y tupido, y que alcance, cuando menos, .400 de porcentaje.
 
En el dugout se cruzan apuestas.
 
P.D.- El león no es como lo pintan: lo despintó el Tigres...