APARIENCIAS
 
ES LA PERCHA …. A seis meses de que asumió la titularidad del gobierno del estado de Veracruz, el ingeniero Cuitláhuac García Jiménez ya es prácticamente otro mucho muy distinto al que se conocía, al menos en la apariencia personal.
 
Por obvias razones, ya dejó en el armario sus playeras con diversas leyendas, al igual que sus pantalones de mezclilla y sus gastados tenis, para ahora vestir elegantemente, a la altura del cargo.
 

Obvio también, es que en su transformación se debe seguramente a un asesor de imagen, que vaya ha desquitado lo que se le paga, porque ahora el mandatario veracruzano luce cual dandi, con trajes de buen corte, corbatas de colores discretos y elegantes, zapatos acordes con la vestimenta, camisas muy sencillas de buen gusto, pero sobre todo, bien peinado.
 
Puesto que no tenemos el dato, suponemos por lo que se aprecia y escucha, que ese asesor o asesores de imagen, también han trabajado intensamente con el titular del poder ejecutivo en su manera de expresarse verbalmente, quien por si no lo han notado, ya habla más pausado, respira y entona cuando quiere puntualizar en algún tema.
 
Si, de vez en cuando le gana su natural manera de ser, sobre todo cuando lo acorralan con cuestionamientos, pero endereza el rumbo y recobra la seriedad.
 

Va bien en cuanto a su imagen personal.
 
SERLO Y PARECERLO … Peeeero donde no ha logrado avanzar en estos apenas seis meses de su administración el gobernador del estado de Veracruz, es en cuanto a transparencia, sobre todo en estos tiempos de austeridad donde se le aplica aquello de que si no es cliente, es noticia y por ende es observado con lupa casi microscópica para magnificar todo lo que supuestamente no esté haciendo bien, o aparente no estarlo.
 
Al ya no ser oposición sino gobierno, García Jiménez está obligado constitucionalmente a rendirle cuentas a los veracruzanos en general, no solo a sus correligionarios, pues gobierna para todos, hasta a aquellos que no votaron por él, o tienen otras simpatías.
 

Hoy, el mandatario veracruzano debe ser como la esposa del marqués, no solo honrada, sino también parecerlo, diría un viejo refrán.
 
En ese sentido las apariencias si le están fallando al ejecutivo estatal y equipo que le asesora- si es que realmente se le está asesorando- pues olvida que una de sus obligaciones constitucionales, que no por ocurrencia de sus detractores, es la de administrar con honradez y transparencia los recursos de los veracruzanos, de sus gobernados.
 
Podrá andar muy “fifí”, según palabras de su maestro, guía y padrino Andrés Manuel López Obrador, pero si no es claro y transparente, su gobierno estará empañado con la duda, que es tan severa, que mata.
 

GRACIAS COMPADRITO … Esa duda que empaña sus primeros seis meses de gobierno, se acrecentó notablemente luego de que el secretario estatal de salud, Roberto Ramos Alor, presionado por los representantes de los medios de comunicación que le solicitaban información sobre la compra de medicamentos a un distinguido “moreno” del gabinete federal, no tuvo explicaciones y no tuvo otra más que salir por peteneras recurriendo a la frase de “ningún chile les embona”.
 
Esa fue su respuesta para dar a entender que no hay nada ilegal en la compra masiva de medicamentos a un funcionario de la actual administración federal.
 
Con ello hizo más grande la duda y la alimentó, convenciendo con su alegoría verbal que algo anda mal con esa adquisición de medicamentos.
 

Sirva este desliz verbal del secretario estatal de salud Roberto Ramos Alor, que alguna fijación tendrá al haber usado ese ejemplo en particular, para que Cuitláhuac García Jiménez y asesores que le acompañan cambien su estrategia “pripanista” de pensar que los veracruzanos somos menores de edad, como para querer engatusarnos con el argumento de que no dan información sobre el manejo de los recursos económicos a su cargo, disque para evitar que “los malos” hagan mal uso de ella.
 
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