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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Partidas secretas
Alfredo Ríos Hernández
9 de julio de 2019
alcalorpolitico.com
*Firme desmentido
*Malos y peores
*Pagas y te vas
 
Se ha referido de manera pública en las últimas horas en nuestro país, que el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que un medio de información nacional (Reforma) nunca publicó nada sobre “las partidas secretas” que con recursos públicos se ejecutan en nuestro sistema de gobierno, hecho que de inmediato originó la difusión en las redes sociales, de una publicación en las que se reproduce lo que aparentemente constituye la primera plana del Reforma, correspondiente al 18 de agosto de 1997, la cual contiene un reportaje del diario en referencia titulado “La Partida Secreta” “El Presupuesto Federal bajo la lupa”, exponiendo a la vez cantidades en dólares supuestamente ejercidas en sus tiempos por los presidentes mexicanos Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, precisando a la vez en dicho texto, que de 1983 a 1997 “los presidentes gastaron a discreción casi MIL 342 MILLONES DE DOLARES”…
 

Siempre se ha sostenido en los ámbitos de la política, e incluso en los espacios del sector empresarial y de organizaciones diversas en lo general, que quienes representan los respectivos mandos superiores, consultan con su cuerpo de colaboradores temas referentes a las diversas tareas por emprender, sobre todo cuando éstas se encuentran entrelazadas con renglones torales del sector al que pertenecen.
 
Y si los directivos prestigiados y experimentados del sector privado, incluso en muchos de los casos “no empleados”, sino dueños universales del sector en el que se encuentran vinculados, regularmente consultan y prestan atención a lo que se les apunta por parte de sus colaboradores, mayores causas y efectos debe registrar tal práctica en los escenarios de la administración y la función pública, en tanto que “los verdaderos propietarios” de un municipio, estado o país, lo es la colectividad en lo general y ello, requiere de mayor cuidado en las políticas aplicadas en materia presupuestal.
 
Bajo tales perspectivas y escenarios, lo que un Ejecutivo de la nación, de un estado o un municipio, exponga, ordene o ejecute en el marco de las responsabilidades que tiene encomendadas, representa un efecto que de alguna forma impactará, beneficiando o generando afectaciones dañinas, si no a todo el conglomerado social, sí a uno o varios sectores que conforman parte del pueblo de México.
 

Tales acciones que constituyen no un supuesto, sino una realidad que debe privar en el marco de nuestro sistema de gobierno, obliga por sus propias características y dimensiones, para que quien se desempeña sobre todo en las cúpulas de los respectivos niveles de gobierno, no actúe en los escenarios de la improvisación y “al tanteo”, sino que se desempeñe en el imperio de la responsabilidad y la legalidad, así como de la sensibilidad política y de la realidad que priva en el entorno respectivo, anteponiendo sobre todo, la búsqueda de los equilibrios legales y pragmáticos que deben privar en todo conglomerado social, que conforman los pesos y contrapesos que privan en el seno de toda colectividad, la cual constituye invariablemente el fin primero e ineludible, al que un gobernante debe servir con lealtad, en el imperio de la honorabilidad y con claros rangos de efectividad y confiabilidad.
 
En tal contexto, es natural el entender que surjan en el marco de la sociedad mexicana el asombro y desconcierto, cuando un por vía de las redes sociales se difunden “pruebas aparentemente veraces” sobre la existencia en la actualidad de “partidas secretas” en marco de la Cuarta Transformación, que exhiben la posibilidad de argumentaciones no del todo fundamentadas en la realidad, por parte de quienes tiene en sus manos las riendas de un país… Ahí la dejamos.
 
LO QUE SE LEE
 

Que no del todo resulta conveniente para el sano desarrollo e imagen del país, urgido de más y mejores obras y servicios, así como del impulso en la generación de empleos, el que en los marcos de la llamada “cuarta transformación”, se establezcan con tonos aparentemente festivos pero que refieren lastimosas ironías, calificativos ciertamente despectivos como los de “chairos” y “fifís”, expresiones que abren la posibilidad interpretativa no de un país de “buenos y malos”, sino de “malos y peores”, contexto en el cual, por sí mismos, nos degradamos todos los mexicanos.
 
LO QUE SE VE
 
Que en el marco de la contienda al interior del PRI, encaminada hacia una renovación y transformación que le permita retomar la confianza del electorado, surgen expresiones aparentemente dotadas de ingenios como el que caracteriza a los veracruzanos, cuando una de sus activistas: Damara Gómez Morales, sostiene que Morena “es un Partido que nació ayer, gobierna hoy, pero se va mañana”… Inigualable es la picardía mexicana.
 

LO QUE SE OYE
 
Que en los ámbitos de la actual administración estatal veracruzana, se ha filtrado información sobre supuestos “negocios” realizados en el pasado bienio estatal, en los cuales se asegura que a varios ex funcionarios estatales del sexenio duartistas, se les exigió el llamado “vomito negro” como pago “sin chistar” para que no fueran procesados por las irregularidades y los delitos cometidos como funcionarios veracruzanos… Los apuntes en este sentido se escuchan y hacen eco por los pasillos del poder, sobre todo en la ciudad de Xalapa… Ya se sabrá cuál es la realidad porque los “cuentos veracruzanos” pululan tanto en aparadores como en rincones.
 
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