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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
La pasión y la razón
Alfredo Ríos Hernández
18 de julio de 2019
alcalorpolitico.com
*¿Justicia y gracia?
*Disparos en el sur
*Crimen y migrantes
 
Dice el presidente de los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, que la política es el equilibrio entre la pasión y la razón, lo que obliga a reflexionar y, en su caso, puntualizar que quien ejerce la política y los poderes de un país, debe someterse, antes que a la razón y a la pasión, a las normas jurídicas y leyes en general que enmarcan los derechos y obligaciones del pueblo mexicano.
 

Sobre el tema y para transitar en espacios recurrentes dentro del marco de la Cuarta Transformación, escenarios donde de manera recurrente se rinde tributo a Benito Juárez, vale rememorar el apunte juarista refiriendo como Presidente de México, que tanto “entre las naciones como entre los individuos, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
 
El respeto al derecho de todos, de quienes son empresarios y de quienes son trabajadores, de quienes despachan en la función pública y de quienes se desempeñan en el sector empresarial, de quienes son médicos, enfermeras o personal operativo y administrativo de servicios como los del IMSS y del ISSSTE, así como del sector de Salud y Asistencia Pública en lo general; de quienes laboran en el sector educativo, al igual de quienes conforman la fuerza laboral del sector privado, de los campesinos, trasportistas, profesionistas, empleados, jornaleros y obreros… Porque todos sin excepción, merecen el respeto y la atención de quien gobierna un país, así como un estado o un municipio.
 
Leyes son las que nos rigen y leyes son las que deben de acatar quienes nos gobiernan, y ello no como los efectos de un estilo personal de gobernar, sino como la obligación sobre la cual se juró el compromiso, irrenunciable e invariable, de cumplir y acatar con clara y total cabalidad la Constitución de la República y las leyes que de ella emanen, porque no es válido aquella referencia de que “para el amigo: justicia y gracia”, mientras que “para el desconocido o enemigo: simplemente justicia”.
 

El valor humanista de un funcionario público, sobre todo de quien fue electo por el pueblo, nunca debe desprenderse de lo que marcan las leyes, que deben constituir su pilar fundamental y determinante en su ejercicio al servicio de la colectividad, la cual se encuentra conformada por sus propios orígenes y circunstancias (en cualquier parte del mundo) por sectores diversos desde el ámbito personal, familiar, social, laboral, religioso, incluyendo niveles de bienestar directamente vinculados a factores económicos, porque la tesis que refiere “la sociedad perfecta” en función a la capacidad de ingresos y egresos, que ciertamente resultan determinantes para el bienestar, constituye una tesis que en todas sus variantes ha resultado falaz e incluso contraproducente, por lo tanto, nos encontramos obligadamente a reflexionar sobre el recurrente criterio de que “no existe mundo perfecto” y, tan es así, que hace dos milenios se registraron las referencias de una estrujante crucifixión… Ahí la dejo.
 
LO QUE SE LEE…
 
Un hecho violento registrado en las últimas horas en la región de Playa del Carmen, municipio del estado de Quintana Roo, en el cual resulta víctima mortal de los disparos Iván Edgar Ulises, funcionario del Instituto Nacional de Migración, quien de acuerdo a las referencias fue “ejecutado” por dos hombres armados en plena zona centro de esa bella ciudad, por razón natural y por los escenarios imperantes en la zona fronteriza del sur de nuestro país, de inmediato ha originado especulaciones sobre “la amplia posibilidad” de que tal suceso, que enluta a una familia, pudiera encuadrarse en los marcos de las acciones del gobierno federal, vinculadas al tema de los recientes programas oficiales aplicados por la Cuarta Transformación, para regular, e incluso frenar, la creciente migración ilegal proveniente del sur del continente, así como de más allá de los océanos.
 

Y es que el gobierno mexicano está aplicando acciones de mayor energía para contener la migración ilegal hacia el norte del continente, ello como resultado de las fuertes presiones que se originan en la Casa Blanca, espacios donde el presidente, Donald Trump, ha presionado al gobierno de México para evitar que, de manera libre y sin limitantes, las fronteras del sur del territorio nacional constituyan una puerta abierta que, de alguna forma, estimule el arribo de migrantes no sólo de centro y Sudamérica, sino de otras partes del mundo, los cuales no pretenden instalarse en tierras mexicanas, sino aprovechar “las facilidades” que de siempre han existido en el territorio nacional, para el “libre paso” de quienes aspiran ingresar y establecerse en territorio norteamericano, sin cumplir con las normatividades vigentes.
 
Nuestro país, específicamente el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con todo a su resistencia para aplicar “línea dura” en la franja fronteriza, se ha visto forzado para endurecer las acciones en materia de migración, en tal forma que los frenos impuestos están afectando a quienes se dedican al transporte de ilegales del sur hacia el norte del país, situación que elevó los riesgos en las actividades de las autoridades de migración, sobre todo las que se desempeñan en los extremos sur y norte de nuestro país.
 
Claro que las investigaciones policiacas en torno al atentado contra el funcionario federal de migración, victimado en las tierras sureñas de nuestro país, también habrán de encuadrarse en los ámbitos de referencia, en los cuales operan “de toda la vida” grupos dedicados al trasporte de ilegales, escenarios que, por la naturaleza de los hechos en referencia, hoy se encuentran bajo la lupa en el marco de las investigaciones sobre el fatal acto delincuencial en Playa del Carmen.
 

Ahí la dejamos.