Voy de frente y no me quito. Pareciera ser el slogan del presidente de la República. AMLO. Y ya le pueden haber corrido ocho meses y garra en el poder, porque para él gobernar el país, significa tener el poder absoluto (sobre vidas y haciendas) y sigue funcionando, al menos a la vista de los ciudadanos de la nación cual si estuviera en campaña.
 
Y sí, si observamos con atención el sr. Andrés Manuel López Obrador, está trabajando y centrando sus esfuerzos en arar la tierra conquistada y perpetuarse en el poder hasta el final de sus días.
 
Puso en estados clave para y del país a sus incondicionales, no importando su no capacidad para llevar el destino de los mexicanos. Con que sepan obedecer y hagan lo que su gurú ordena, ya cumplen el cometido, aseguran su salario y las canonjías que da el poder.
 

Mientras tanto, su relación con los hombres que durante años y años, sexenio tras sexenio han mantenido en su poder, y efectivamente es la expresión correcta (en su poder) bienes de la nación como PEMEX y todo lo que de su producción se deriva; tuvo que sostenerla y cumplir en estos casos aquella sentencia de los viejos políticos que reza "la política es el arte de comer mierda sin hacer gestos y decir, quiero más." El caso PEMEX es el paradigma de este tipo de relación entre AMLO e instancias de ese peso.
 
Paso a paso Andrés M.L.O. ha tendido los hilos de su tenebroso pensar y ansias de poder. Toma en una gran mayoría de casos decisiones tan absurdas como atrevidas que van en detrimento del país y de los ciudadanos. Desmanteló las guarderías. Y las madres que tienen hijos pequeños ahora deben estar dejándolos con la vecina -si es que no trabaja- o al mayor de cinco o seis años al cuidado de los menores. En fin, a él no le daña, su hijo más chico está en el extranjero, con todos los cuidados y comodidades. El desempleo es la mayor tarea que el presidente ha cumplido; el número de cabezas de familia—hombres y / o mujeres es realmente alarmante. Pretende también cerrar escuelas de educación media-superior: bachilleratos grado escolar en que su actual esposa mueve un considerable capital, ya que es propietaria de muchos. El señor puede lanzar su desmentido o la propia primera dama, todos sabemos la existencia de presta nombres.
 
Tuvo también la brillante y peregrina idea de acabar con el CONACYT, en fin. Su ideal para este nuestro país, es mantenernos en el analfabetismo, y sólo permitir a unos cuantos privilegiados el acceso a la Educación Superior.
 

La cultura y el Arte son para este señor, algo así como la intrascendencia de este nuestro país. La medida de su falta de consideración y respeto, ya no digamos apreciación para los estudios superiores, la investigación, y la creación artística, es realmente alarmante. Pero sí cometió la barbarie y sacrilegio de meter a las huestes de sus correligionarios de creencia "divina" al Palacio de Bellas Artes. Al poco tiempo de esta aberración y falta de respeto a los mexicanos y a la cultura, en los EE UU. Le destaparon la cloaca a sus amigos de creencia.
 
Nos mantienen entretenidos con sus adormecedoras mañaneras, sus viajes a pueblos, disfrazado de lo que sea, collares de papel, penachos de olotes, en fin, sus fetiches diabólicos.
 
Y aquí en nuestra otrora ciudad de las flores, pues para qué les cuento si los voy a ver. Además ustedes también son víctimas del desastre. Pero ya nos tiene don Cuitláhuac and Company hasta el olotito. Seis meses de desgobierno estatal se los ha llevado agrediendo al fiscal J. Winckler. Al que culpa hasta de que el sol salga tan temprano.
 

En receso, posiblemente estratégico, por aquello de que don AMLO decide de pronto acciones estrambóticas en algún Estado. Ha permanecido calladito y hasta se mira -no, no, no, nunca- eso de más bonito. Se mira más acorde con su cargo. En fin, ya seguiremos tentándole el agua a los camotes.