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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
El basurero porteño
Alfredo Ríos Hernández
9 de agosto de 2019
alcalorpolitico.com
*Miedo en Maltrata
*Diferencias que dañan
*La “tromba sureña”
 
Se viene difundiendo en las últimas horas una información, en la que se advierte que la Procuraduría del Medio Ambiente, tiene toda la documentación perfectamente ordenada, para de un momento a otro, proceder a la clausura del basurero que opera “a cielo abierto” y sin las normas elementales para su correcta operación en los entornos de la ciudad de Veracruz.
 

Por sí mismo, el referido anuncio constituye una posibilidad que incuestionablemente originará polémicas y desencuentros entre grupos políticos diversos, pero lo que en realidad se debe considerar es que los basureros que operan al margen de las normatividades que privan sobre el tema, más que un servicio que prestan a la colectividad deberían de ser calificados como “un atentado” contra la población.
 
Y resulta obligado el reflexionar, que pareciera que la referencias de los basureros y sus entornos en tierras veracruzanas, constituyen un tema no interesante del todo en los marcos de comentarios y análisis, hecho que en realidad, no debe acreditarse ni a ignorancia ni a desidia de los analistas que difunden sus puntos de vista en ámbitos veracruzanos, sino que ha sido en el pasado tan repetitiva su difusión en los medios de comunicación, que hoy se le dedican espacios a tales escenarios contaminantes, cuando se presenta un incendio o en los casos que por problemas diversos, se presenten escenas de negativas para recibir desechos provenientes de algún municipio, ello, comúnmente originado porque no cumple con el pago de cuotas que tiene asignadas, para que en determinado “tiradero” se le reciban los desechos.
 
Pero nuestra realidad, la de prácticamente la mayoría de los veracruzanos y otras entidades del país, es que tanto el manejo, como el traslado y el destino de los desechos, no se encuentran regidos por normas apropiadas y, por lo mismo, todos los días somos causantes en gran parte del territorio veracruzano, al igual que en diversas regiones del país, de un irresponsable manejo de nuestros desechos, tanto en empresas como en los ámbitos familiares, sectores en los cuales (salvo escasas excepciones) no se practican conductas y procedimientos necesarios para evitar que nuestros desechos eleven los niveles de contaminación.
 

Y a tales aberraciones se debe sumar también, la existencia de redes para drenar nuestros desechos que no cumplen con las especificaciones, ni en lo referente al traslado de las “aguas negras” ni mucho menos en lo vinculado con los apropiadas normas y tratamientos, que deben existir para los desechos que todos identificamos como “agua negras”, pero que hemos sido incapaces para evitar que tales drenajes descarguen nuestros desechos sin el apropiado tratamiento, participando con ello todo la colectividad, de todos los rangos sociales, en el cotidiano y permanente envenenamiento de nuestras aguas, contaminación que ha dañado manantiales, lagos, arroyos, pozos, ríos y mares, crimen contranatural que contraviene las más elementales normas de la sobrevivencia, lo que de continuar podría acercarnos a los siniestros escenarios de la apocalipsis.
 
Los datos científicos sobre el tema, confirman que no resulta fantasioso hacer referencias a que, la contaminación, podría calificarse sin lugar a dudas como un “jinete apocalíptico”, pero ante la presencia de otros retos como reducir los niveles de inseguridad, generar más y mejores fuentes de empleo, depurar y elevar los renglones para fortalecer la educación y la salud pública, encontrar las respuestas apropiadas para erradicar el desempleo y fortalecer el desarrollo económico en todos sus sectores, ante tales “exigencias de nuestros tiempos”, temas como la basura, la contaminación del aíre, las aguas y el propio subsuelo, son aislados de los espacios realmente prioritarios, y pareciera que desde tiempos pasados (con todo y las reformas para superar tales aberraciones) las acciones en concreto desde el punto de vista operativo y de resultados, deben calificarse prácticamente como insuficientes e incluso improcedentes, para recuperar sistemas y conductas realmente efectivas que nos permitan avanzar en la recuperación del medio ambiente.
 
Ya se verá si la autocalificada como la “Cuarta Transformación”, valora, aprecia e impulsa la consolidación de un país con clara recuperación de la calidad del medio ambiente, expresión que constituye la erradicación de contaminantes, incluyendo obviamente los referentes a los generados por los desechos que dan origen a las “aguas negras”, de no ser así, continuaremos en rutas apocalípticas, dando curso a la instalación de basureros como el que se refiere que será clausurado en la región de la ciudad de Veracruz. … Ni de más, ni de menos.
 

LO QUE SE LEE…
 
Escalofriante y lamentable los hechos registrados en la región de Maltrata, sierras en las cuales fueron encontradas varias bolsas con restos de cadáveres en su interior.
 
Los hechos reafirman la existencia de un país que en los últimos 10 años, ha sido incapaz por vía de sus autoridades para realmente restablecer la paz, la prosperidad y niveles claros en los marcos del desarrollo social integral, ausencias en nuestros esquemas que conforman ámbitos de violencia e inestabilidad.
 

LO QUE SE VE…
 
Que las diferencias entre la Fiscalía estatal de tierras veracruzanas y el Gobierno del Estado, en lugar de atemperarse se han agudizado, hecho que incuestionablemente afecta a las dos partes, al tiempo que los daños colaterales impactan a toda la colectividad, en tanto que el desgasta en esos niveles entorpece las tareas de las dos áreas.
 
LO QUE SE OYE…
 

Que la “tromba marina” cuyo soplo se experimentó sobre áreas del centro de la ciudad de Coatzacoalcos, refiere incuestionablemente un hecho calificado como “extraño” por parte de la población. Todos coinciden en que el fenómeno meteorológico podría ser calificado como secuela de los cambios climáticos que se experimentan sobre el globo terráqueo… Ahí la dejamos.