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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Los retos en "martes 13"
Alfredo Ríos Hernández
13 de agosto de 2019
alcalorpolitico.com
*Acechan frente al cine
*La derrota llega sola
*Endeble la oposición
 
¿Cómo le gustaría referir al singular día de hoy identificado como “Martes 13”?…
 

Porque lo primero que a la mente nos viene en un país y, sobre todo en un estado como el de Veracruz, tierra de hechizos y santerías, de brujos y santones, de malagüeros y curanderos, de presagios y buenas o malas venturas, región de magias sin fin, todo ello en su conjunto forman parte de nuestras bellas tierras, de nuestras leyendas y tradiciones, preñadas de hechiceros que subyugan a los enamorados y condenan a los reprobados.
 
Porque muchos se preguntan si requerimos del “martes trece” para que nos pudiera ir peor que en los últimos años transcurridos, o mejor que en los tiempos ya lejanos en los que la moneda mexicana se sostuvo por décadas en 12.50 pesos por dólar, tiempos del llamado “peso fuerte”, días aquellos en los que los viejos del ayer nacieron y crecieron hasta la madurez, sin afrontar los sobresaltos de la depredación en nuestra moneda, hasta que el hechizo se extinguió y de repente pagábamos miles de pesos por un dólar, poco tiempo después de que el entonces Presidente López Portillo, llorando a lágrima viva, cimbró al país al referir dramáticamente que los ricos acaparadores y especuladores de billetes: “Nos habían saqueado”… ¿Lo recuerdan quienes transitamos por tales escenarios?
 
Y vaya que nos saquearon, tanto así que nos desfondaron y en poco tiempo el peso devaluado fluctuaba entre los dos mil y los tres mil pesos mexicanos por cada dólar norteamericano, y lo remarco en el texto, para que usted lea claramente la cifra y los viejos rememoremos que, en aquellas fechas, por un litro de gasolina que ahora en el México (“con menos huachicoleo”) ronda sobre un dólar el litro, si lo comparamos a un dólar de aquellos años, equivaldría a más de dos mil pesos mexicanos.
 

Nosotros los jornaleros de la máquina de escribir, ganábamos miles de pesos mensuales, bromeando sobre nuestra propia desgracia, porque esas “fastuosas cantidades” en nuestra nómina mensual, apenas si nos alcanzaban para comer, y mire que la debacle financiera no inició en un “martes 13” como el de hoy, porque si así hubiera sido, seguramente no estaríamos ni escribiendo las actuales referencias, sino “talando” árboles para vender la madera y, con ello, recibir la bonificación federal por “sembrar nuevos árboles” en las áreas deforestadas por nuestras propias manos, en éstos, nuestros maravillosos tiempos de la actual Cuarta Transformación.
 
Pero seamos honestos, con moneda a la baja o estable, con hechizos o bendiciones, con buenas venturas o desagradables pronósticos, no es la magia o la mala suerte la que nos habrá de conducir al anhelado desarrollo integral de una colectividad, sino el esfuerzo personal agregado a la suma de voluntades, o sea, la presencia de una sociedad no atrapada por la deshonestidad, criminalidad, holgazanería e irresponsabilidad, que constituyen factores que inducen hacia la improductividad, sino la conformación de un colectivo social abierto al aprendizaje y a la suma de voluntades, con sentido de honorabilidad y con vocación para el trabajo cotidiano, aliados al esfuerzo cotidiano, habrá de ser la ruta correcta que nos permita mejorar nuestro entorno personal, familiar y colectivo.
 
El “martes 13” es “tan malo o tan bueno” como la referencia de lo bueno o lo malo de nuestra conducta personal y colectiva, reflexiones que son semejantes a la actitud y aptitud que refieren los toreros frente al buril: “Todo depende del temple y la destreza que nos conduzca hacia la apasionada entrega” y… Por lo demás, hoy experimente usted el más feliz de los “martes treces”.
 

LO QUE SE LEE…
 
En las redes cibernéticas se difunde un escrito de origen anónimo donde se lee lo siguiente: Favor de correr la voz a sus amistades, sobre todo aquellos que tengan jóvenes en sus hogares.
 
Nueva modalidad en los cines:
 

En la entrada de algunas salas cinematográficas podrían encontrarse con un grupo de personas haciendo encuestas sobre películas.
 
Detienen a los jóvenes y les preguntan sobre la película que van a ver, lo que piensan de la misma y qué los motivó a verla.
 
Dicen que es para participar en un concurso a la salida y que brevemente les dejen los siguientes datos:
 

Nombre, dirección, número de celular y número de teléfono de casa, etc. etc…
 
Estas personas, a la misma vez, anotan datos importantes de los encuestados, por ejemplo: Cómo están vestidos, color de pelo, tez, color de ojos, su usaban espejuelos, etc. etc.
 
Los encuestadores agradecen a los encuestados por su tiempo y les solicitan que, por favor, APAGUEN SUS CELULARES antes de entrar a la sala para no molestar y que disfruten a plenitud la película.
 

Los jóvenes hacen caso y los apagan.
 
Posteriormente y una vez que se inicie la transmisión de la película, llaman al celular del joven para asegurarse que, en efecto, está apagado y entonces proceden al fraude:
 
Marcan al hogar del joven dando los datos donde (aparentemente) lo secuestraron, su nombre, la dirección que ellos le proveyeron y hasta cómo estaban vestidos. Les dicen a los padres que tienen menos de dos horas para entregarles “X” cantidad de dinero o no volverán a ver a sus hijos.
 

Tiempo exacto que dura la película y que los jóvenes no recibirán llamadas a sus celulares porque los apagaron…
 
Ojo con las encuestas y nada de aceptar sugerencias de extraños… Ahí les dejamos las referencias del tema.
 
LO QUE SE VE…
 

Que en el marco del tema sobre la renovación de los cuadros directivos estatales del PRI y del PAN, los dos partidos políticos refieren en su interior la resaca que representa “el haber sido y el ya no serlo”, porque nunca en el contexto de la vida partidista, habrá de ser lo mismo formar parte del liderazgo gubernamental que pasar a las filas “minoritarias” de la oposición, escenografía y drama que hoy se advierte con notoria claridad en los sectores rojizos y azulados dentro del marco partidista de Veracruz, en donde en la actualidad ni juntos los rojizos y azulados logran los niveles de presencia de los actualmente empoderados morenistas.
 
Y son en ésos escenarios en los que precisamente en éstos días, el PRI y PAN tienen obligadamente que validar sus nuevos cuadros directivos en tierras veracruzanas, tiempos complejos no sólo porque para las dos organizaciones el presupuesto es menor que en el pasado reciente, sino que, aparejado a ello, el poderío y fuerza de imagen también reflejan tendencias precipitadas hacia la baja, escenarios que para algunos es desalentador y para otros irritable, pero que en lo general siembra efectos negativos que dificultan aún más la búsqueda para rescatar niveles de poder.
 
Siempre se ha dicho que resulta más fácil perder el poder que rescatarlo, la lógica en ése contexto es simple y contundente, prueba de ello lo refieren actualmente el PRI y el PAN en tierras veracruzanas, en las cuales, nunca antes se habían registrado confrontaciones internas de las dimensiones que hoy se registran para desempeñarse en los liderazgos, ello como resultado de que en sus propias entrañas, ambos núcleos partidistas se encuentran desvinculados de los niveles de poderío que en el pasado reciente detentaban.
 

Dicen quienes saben de esto “que el poder desgasta”, pero resulta inobjetable la referencia en el sentido que “más desgasta el perder poder” y ello, indudable queda de manifiesto en la actual contienda que se registra al interior del PRI y del PAN… Ahí la dejamos.
 
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