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Columnas y artículos de opinión
Mal, y de malas
Helí Herrera Hernández
26 de agosto de 2019
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
 
Como si fuera poco que el crecimiento económico de México es de cero, el peso día a día se está devaluando: tanto por los factores internos, consecuencia de las políticas públicas que está aplicando el actual ejecutivo federal, como por los factores externos, en este caso, la guerra comercial entre los Estados Unidos y China.
 
En efecto, de los 19 pesos que llegó a cotizarse en la última semana de julio el dólar, este fin, la divisa norteamericana alcanzó en varios bancos superar la barrera de los 20 pesos (Banamex, Banorte, Santander, Scotiabank), derivado del nulo crecimiento económico de nuestra economía, y de la guerra de aranceles desatada entre los gobiernos de China y los Estados Unidos donde Xi Jinping, el primer ministro Chino, anunció la aplicación de aranceles que irían del 5 al 10% a más de 5 mil productos provenientes del territorio norteamericano, y en respuesta a esta medida, Trump advirtió a todas las industrias y empresas estadounidenses asentadas en China, que salgan de allí y regresen a instalarse en USA, porque se avecina una guerra comercial con el gigante asiático.

 
Bastaron estas escaramuzas entre los presidentes norteamericano y chino para que de inmediato nuestro peso se devaluara frente al billete verde, y más cuando el Instituto Nacional de Estadística y Geografía anunció el viernes por la mañana, que el Producto Interno Bruto fue revisado a la baja y el dato actual muestra un nulo crecimiento para el segundo trimestre del año.
 
De continuar estos factores repitiéndose (no impulsar López Obrador medidas que reactiven el mercado interno, y una de ellos sería la continuación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, con la modalidad de expropiar todos los terrenos adyacentes al mismo, para dar un golpe al influyentísimo de Enrique Peña Nieto, que permitió que sus amigos se apropiaron a precios irrisorios de ellos, ya que detonaría inversión privada doméstica y extranjera al generar confianza entre los inversionistas), y se mantiene la batalla arancelaria entre la potencia capitalista, y el gigante asiático, no me cabe la menor duda que el dólar estará alcanzando, inclusive esta semana que comienza, los 22 pesos, que se traduce en un severo golpe a nuestra economía, primordialmente porque toda nuestra deuda está pactada en la divisa norteamericana.
 
En menos de un mes, deberíamos más dinero a los organismos financieros internacionales; los precios a diversas mercancías aumentarían de precio; la inflación repuntaría y, como todos sabemos, si alguien sufre con una inflación en crecimiento son la clase media y pobre.

 
No era este escenario el que se vislumbraba el primero de julio de 2018. De allí que urjan cambios profundos a las políticas públicas económicas del gobierno federal, so pena de que las cosas empeoren en detrimento del bienestar de los que abrazaron el lema “Por el bien de México, primero los pobres”.