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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Veracruz: golpes de timón
Alfredo Ríos Hernández
25 de septiembre de 2019
alcalorpolitico.com
*Antes los renunciaban
*Contra viento y marea
*Escenarios no habituales
 
Queda claro, en los ámbitos de la actual administración estatal veracruzana, que quienes pensaron en la posibilidad de que Antonio Portilla tenía la posibilidad para ser ratificado como titular del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), fallaron en sus apreciaciones, al quedar tales supuestos totalmente hechos a un lado… Y debe puntualizarse sobre el tema que la propia lógica indicaba que los nuevos aires de la “Cuarta Transformación” no le favorecían, marco en el cual queda notoriamente claro, que en tierras veracruzanas en los ámbitos gubernamentales efectivamente se registra un “golpe de timón” realmente en serio, como ya se advirtió apenas hace unos días con el tema del Fiscal de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, quien con todo y que el periodo para el que fue designado no se agotaba, lo que sí se agotó fue la aceptación legislativa para retirarlo de su desempeño como Fiscal veracruzano.
 

Y es que “pian pianito” la nueva administración estatal veracruzana, va “actualizando” las fichas en el tablero, incluso en sectores donde no se cumplían aún los tiempos establecidos, como fue el reciente caso de la Fiscalía, lo que por sí mismo hace reflexionar en que ni vientos ni mareas podrán alterar las nuevas rutas en los marcos de la función pública, tanto en los niveles federales como en los espacios estatales y, si les es posible, más adelante soplarían los mismos vientos en los niveles municipales.
 
Y que nadie se extrañe de tales escenarios, los cuales sin dejar de ser impactantes en la historia actual del país, incuestionablemente no resultan novedosos, porque incluso con alcaldes, gobernadores y presidentes de la Nación que resultaban originarios de los mismos colores partidistas de quien los antecedió, los cambios se ejecutaban prácticamente en todas las esferas de la administración pública correspondiente, incluyendo en algunos casos (como sucede actualmente) en áreas donde el cargo desempeñado resultaba transexenal, como pudiera ser en éstos días el tema del ahora sujeto a investigación “ex Fiscal” Jorge Winckler… La diferencia es que antes “renunciaban” y hoy “los renuncian”.
 
Así las cosas, todo refiere que en Veracruz despachará un nuevo (o nueva) titular del ORFIS, hecho que se reconfirma cuando el “titular saliente” Don Antonio Portilla, no alcanzó ni a validar su registro para ser reelecto, al tiempo que se difundía la aceptación formal de los nuevos aspirantes para el cargo en referencia, Cecilia Coronel Brizio, Jorge Hernández Loeza y Delia González Cobos, listado que por sí mismo podría inducir hacia la suposición especulativa, que está claramente abierta la posibilidad para que sea una mujer quien afronte en los próximos años los retos del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz, así como sucedió recientemente en los ámbitos de la Fiscalía del Estado, sin embargo, habrá que esperar porque los dados siguen rodando.
 

De que en Veracruz y en el país atravesamos por tiempos nuevos, ni qué dudar, los hechos y referencia derivados de las rectorías marcadas tanto en niveles federales como en ámbitos estatales, constituyen claros indicadores de que realmente “son administraciones con estilos y objetivos diferentes” a los reflejados con anterioridad, escenarios en los que se marcan las pautas a seguir “incluso contra viento y marea”, algunos sostendrían que contra los usos, costumbres y arraigadas tradiciones de la vida pública nacional, pero tales estilos se fundamentan en que el país atraviesa por una etapa de “transformación” alentada y demandada directamente desde la Silla Presidencial.
 
Lo que hoy se ejecuta en dichos espacios de la vida pública nacional y que se origina en el alto mando del país, indudablemente constituyen escenarios no habituales, tanto así que en algunos sectores se escuchan opiniones que reflejan preocupación, sobre todo en ámbitos del sector empresarial y de especialistas sobre el tema, pero de la misma forma los simpatizantes (que por hoy son la mayoría) de los nuevos estilos refieren su aprobación, ámbitos que incluso podrían dan curso a un crispamiento peligrosamente activo entre quienes aprueban y los que piensan en lo contrario.
 
Es precisamente en esa brecha con escenarios de desencuentros, en donde se debe estimular la APERTURA HACIA EL ENTENDIMIENTO, porque en nada beneficiará ni a los municipios, ni a los estados, ni al país, un panorama de confrontación y agudas diferencias, que incuestionable podrían representar la antesala del crispante rompimiento.
 

Más allá de intereses partidistas y ambiciones personales, lo que hoy es importante e insoslayable para el México, es encontrar por vía del eterno acuerdo y la conciliación en los marcos de la legalidad, entre los objetivos de unos con las metas de otros, porque para todo país siempre será más valiosos sumar que restar, objetivos que se obtienen por vía del entendimiento, sin que en esa suma de voluntades se haga necesaria la claudicación escandalosa y humillante.
 
Evitar los “ajustes de cuentas” entre grupo políticos y sectores productivos para sumar empeños hacia nuevos derroteros, que en ámbitos de la legalidad beneficien integralmente a los mexicanos, tanto a los pobres como a los poderosos, podría representar una ruta correcta para el engrandecimiento social y económico del país y, bien podrían representar tales estilos, la vía apropiada para alcanzar una transformación que consolide el retorno a México de la plena vigencia der la legalidad, el fin de la violencia y las rutas hacia los apropiados rangos de productividad y bienestar, para bien de todos los sectores que conforman nuestro país… Ahí la dejamos.