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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Arzobispo hospitalizado por dengue
Alfredo Ríos Hernández
7 de octubre de 2019
alcalorpolitico.com
*15 muertos en el Estado
*Cañeros están preocupados
*Decrecen crímenes dolosos
 
El anuncio sobre la hospitalización del apreciado Arzobispo de Xalapa, originado porque “se le detectó dengue”, por natural inercia y ante el relevante aprecio en torno al prestigiado prelado de origen orizabeño, Hipólito Reyes Larios, dio paso a que los feligreses sumaran su desaprobación a las fallas registradas por las actuales autoridades federales y estatales, incluyendo a las municipales, para actuar conforme a los programas establecidos desde años atrás, que permitían disminuir la reproducción del mosco transmisor, tal y como ya estaba previsto desde tiempos anteriores en los programas nacionales, estatales y municipales.
 

Todo indica que el yerro cometido en materia de prevención que hoy origina la presencia de afectados por el mosco transmisor, en número y drama que no tiene antecedentes en la historia del país (ya se reportan 15 muertos en tierras veracruzanas) está originando severa desaprobación por parte de la población sobre el actuar de las autoridades, hecho al que se agrega “la mancha indeleble” e histórica que ello representará para los mandos actuales de los tres niveles de gobierno.
 
Y la realidad es que ante las causas del problema y los efectos del mismo, que originaron que en apenas tres meses, el dengue en tierras veracruzanas se disparara hasta alcanzar la inconcebible cifra de 899 por ciento (de acuerdo a informaciones oficiales proporcionadas por autoridades del sistema de Salud Pública) por más que gobernadores, alcaldes y el propio Presidente de México refieran argumentaciones para encubrir la ineficacia sobre el tema, la irritación de la colectividad, sobre todo al interior de miles y miles de familias que se han visto obligadas de atender a sus pequeños hijos y a sus ancianos, contaminados por el implacable mosquito, no se atemperará con mensajes mañaneros ni con giras tardías, en tanto que la población tiene muy claro, el no recordar una propagación del Dengue en los espacios y proporciones que en la actualidad se registran, aterrando a la colectividad en lo general.
 
Hemos escuchado opiniones en el sentido de que la propagación del dengue, se registró ante un escenario de intereses políticos partidistas en el cual, los actuales mandos de la administración pública, supuestamente pretendieron demostrar que también los costos de campañas contra el mosquito transmisor, se encontraban “exageradamente elevados” porque los gobiernos “populistas” hasta de ello “sacaban raja”…
 

Y es probable que efectivamente “alguna raja” se obtenía de los programas en referencia, pero las autoridades federales, estatales y municipales le fallaron a los mexicanos en la aplicación de tales políticas, porque una cosa es actuar controlando gastos y prebendas y otra, muy distinta, es conducir las acciones hacia niveles de la nulidad y, por lo mismo, tal inexperiencia coloca en alto riesgo a la colectividad, primordialmente a los naturalmente más endebles, que son nuestros niños y nuestros adultos mayores.
 
Se ha referido en los ámbitos de la “Cuarta Transformación” que los programas para combatir al mosquito transmisor se han reactivado en todo el territorio estatal y nacional, apegados para ello a los programas existentes en el pasado, lo que ante las condiciones actuales no resultarán del todo eficientes, porque la invasión del mosco transmisor es superior a “tiempos pasados” ante la desafortunada ausencia de los programas preventivos, por lo que ahora se debe imprimir mayor interés y presupuesto para elevar o duplicar esfuerzos y fumigar todo jardín, toda casa, todas las calles y alcantarillas, como una medida que debe ser obligatoria para toda vivienda y espacio público y privado, de no ser así, difícilmente se podrá erradicar la plaga que nos agrede en todos los sectores de la población…
 
Entre tanto, la totalidad de los feligreses veracruzanos confían en que el Arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Monseñor Hipólito Reyes Larios, pronto recupere su salud y retorne a sus elevadas responsabilidades como pastor de millones de veracruzanos… Saludo fraterno.
 

LO QUE SE LEE
 
Que las organizaciones cañeras del país, ahora tendrán en su poder documentos que confirmen los reales niveles del precio del azúcar mexicana en el marcado nacional e internacional, lo que permita fijar precios acordes con la realidad en beneficio de los productores de la gramínea.
 
La realidad innegable es que el consumo de azúcar tiende a decrecer en los mercados internacionales e incluso al interior de nuestro país, situación que cuyo origen es que el consumidor aplica medidas para evitar afectaciones a la salud por el excesivo consumo de dulce, tanto así que en el comercio muchos son los productos, incluyendo refrescos y bebidas frutales en lo general, que se promocionan con menor contenido de azúcar, tendencia que obviamente disminuye el mercado que por décadas impactaba positiva a los campesinos productores de caña.
 

Complejo se ha convertido el tema en torno a la producción de caña de azúcar, escenario que probablemente para bien de los campesinos cañeros del país, debería de originar una disminución en la siembra de caña con tendencias hacia la práctica de otras variedades de cultivos, que abran nuevas alternativas para miles de productores agrícolas, que son actualmente impactados por el decrecimiento mundial en el consumo de azúcar… Por el momento, es correcto que los cañeros veracruzanos y de todo el país, dispongan de la información sobre el real precio del endulzante en el mercado internacional, para fundamentar con ello sus reclamos sobre mejores precios a su producto… Ahí la dejamos.
 
LO QUE SE OYE
 
Buena noticia es que en Veracruz se detecta, de acuerdo a las cifras emitidas sobre el tema de homicidios dolosos, un decrecimiento del 13.14 por ciento, lo que representa un significativa disminución en dicho renglón, escenario que los veracruzanos esperan que sea constante hasta recuperar, en todos los sentidos, la tranquilidad que ha sido arrebata a la población en el transcurrir de los últimos 14 años, por lo que efectivamente los índices delictivos en referencia, no deben ser acreditados del todo a la Cuarta Transformación, salvo si para ello las cifras sobrepasan los niveles registrados en años anteriores… Ni de más, ni de menos.