1.- Para todo hay remedio; hasta para dejar de “regarla”.
 
Doña Olga Sánchez Cordero, exministra en retiro de la SCJN puede optar a estas alturas del gobierno, en que despacha como Secretaria de Gobernación, por guardar silencio cuando le acerquen micrófonos para entrevistas, o entregar declaraciones por escrito.
 
Si a pesar de lo ocurrido con el “bonillazo” por el que le han dado a llenar por su posición personal encontrada, “pervive” en su actitud de decir una cosa hoy y otra diferente mañana, se habrá gastado todo el crédito que se le brindaba cuando llegó a la Secretaría de Gobernación.
 

Y nada de que se le “mal interpretó”. Fue muy clara en lo que dijo, sólo que no se cuidó ni preguntó [en un ambiente todo favorable para ella] si había cámaras, grabadoras o “halcones” en el festejo del “bonillazo”.
 
Cuestión de formas.
 
2.-Sí, en efecto, como lo bien recuerda Beltrán Pascal del Río, en México desde el año de 1976, no se hablaba o comentaba en prensa hablada y escrita, de esa rara ave en América del Norte: “Golpe de Estado” [Que en centro o sur América no es tan extraño].
 

Y fue precisamente en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez [vive, por cierto] porque, se decía en el rumor callejero, corrillos palaciegos, y en editoriales de boca en boca, que “era porque quería reelegirse en el gobierno”
 
Y las circunstancias y las bases democráticas del país, “lo obligaron a desmentir el despropósito” cuyo origen se le atribuía.
 
Oh, aquéllos tiempos, señor don Simón ¡!
 

3.- ¿Y por qué tanto encono contra los ex presidentes? Esto, en cielo abierto, no sucedía en el pasado cercano.
 
Sumar sin transigir con convicciones propias, es construir la armonía y un ambiente sano.