13 de enero de 2020
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
En la sesión del pasado jueves 9 de enero en el Congreso de Veracruz, la diputada Ivonne Trujillo Ortiz presentó una iniciativa con proyecto de decreto, por el que se adicionan la fracción XX al artículo 4º; la fracción XI (recorriéndose la actual fracción XI a XII), al artículo 29; y, la fracción IV (recorriéndose la actual fracción IV a V), al artículo 35, todos de La Ley de Salud del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, a fin de que la mastectomía, su tratamiento y la reconstrucción mamaria sean gratuitas para todas las mujeres veracruzanas que la requieran.
Su exposición de motivos es contundente:
El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados, aunque vale la pena precisar que en aquellas naciones de ingresos bajos y medios su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos años. De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud cada año se producen 138 millones de nuevos casos y 458 mil muertes por este flagelo, representando el 16% de todos los cánceres femeninos.
En México, la magnitud de los efectos del cáncer en la salud del país no es muy diferente al panorama en el mundo pues es la primera causa de muerte de mujeres en edad laboral. Se calcula que cada día fallecen entre 10 a 12 mujeres por esta causa; 3 de cada 10 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama y la incidencia de tumores malignos de este tipo se observa a partir de los 25 años en adelante.
Veracruz ocupa el primer lugar a nivel nacional con más casos, siendo el grupo de edad donde se tiene la mayor incidencia entre los 35 y 40 años, aunque su detección se inicia desde los 25 años. En el estado hay una tasa de mortalidad en cáncer de mama de 18 mujeres por cada 100 mil habitantes, y cada año se detectan entre 400 y 500 nuevos casos en la población femenina.
El cáncer de mama implica para muchas mujeres una situación que afecta física y psicológicamente su calidad de vida. Una de las fases en las que se presenta un mayor deterioro emocional es durante el tratamiento, debido a los efectos secundarios, colaterales y secuelas del mismo como la cirugía, conocida como mastectomía, que consiste en la extirpación de la mama, gran parte de la pared torácica y nódulos. Se puede hablar de una mastectomía uni o bilateral cuya secuela física inmediata y permanente en muchos casos es una mutilación, misma que desemboca diferentes conflictos, ya que culturalmente los senos son concebidos como símbolo de mujer, femineidad, erotismo, sensualidad y sexualidad, así como capacidad alimentaria para los hijos.
Es por eso, que ante la pérdida de un seno las consecuencias para la mujer a nivel psicológico representen de manera drástica en la autoimagen, puesto que física y visualmente constituye una deformidad y disfunción, y la probabilidad que desarrolle un mayor número de problemas psicológicos y sociales es alta, dado que esta asociada a diversas emociones como frustración, tristeza, enojo. Está comprobado científicamente que las mujeres mastectomizadas presentan con mayor regularidad trastornos de ansiedad y depresión.
La utilización de una prótesis de mama, después de la mastectomía, además de ser importante por motivos estéticos, ya que de esa forma se recupera la figura y apariencia naturales, es necesaria para el equilibrio al compensar el peso real del otro pecho, y hace que a la mujer que se le practicó recupere un alto porcentaje su sentido emocional.
La reconstrucción mamaria constituye, desde hace tiempo, una parte fundamental del tratamiento del cáncer de mama y pasó por diferentes momentos: de estar contraindicada, a ser criticada, luego aceptada y hoy solicitada como parte integral del tratamiento, porque se ha demostrado que no pone en riesgo el control de la enfermedad, ni obstaculiza su diagnóstico, ni su tratamiento. Los mejores resultados se obtienen cuando se realiza de forma inmediata; de esta forma brinda importantes beneficios psicológicos, ayudando a preservar la imagen corporal y la autoestima, y tiene menores costos económicos.
La reconstrucción mamaria trae consigo un costo; empero el beneficio que se puede otorgar a las mujeres de escasos recursos económicos es muy grande. El derecho a la vida y a la salud deben estar por encima de un costo monetario cuando se trata de enfermedades que atacan de manera agresiva a las mujeres, y mas en un Estado de Bienestar, como lo viene pregonando el jefe del ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, que es el que él encabeza.
El Estado debe hacerse cargo de esos gastos.
De allí que inmediatamente a la presentación de esta iniciativa con proyecto de decreto, de la diputada de Movimiento Ciudadano Ivonne Trujillo Ortiz, todos los grupos legislativos representados en la Sexagésima Quinta Legislatura de Veracruz de Ignacio de la Llave se sumaron a la misma, apoyándola y respaldándola para que la Comisión de Salud a la que fue turnada, la dictamine lo mas pronto posible a favor, y pase al pleno para su aprobación por unanimidad y beneficie a las mujeres veracruzanas que han pasado, o pasen por este temible trance.
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En la sesión del pasado jueves 9 de enero en el Congreso de Veracruz, la diputada Ivonne Trujillo Ortiz presentó una iniciativa con proyecto de decreto, por el que se adicionan la fracción XX al artículo 4º; la fracción XI (recorriéndose la actual fracción XI a XII), al artículo 29; y, la fracción IV (recorriéndose la actual fracción IV a V), al artículo 35, todos de La Ley de Salud del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, a fin de que la mastectomía, su tratamiento y la reconstrucción mamaria sean gratuitas para todas las mujeres veracruzanas que la requieran.
Su exposición de motivos es contundente:
El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados, aunque vale la pena precisar que en aquellas naciones de ingresos bajos y medios su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos años. De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud cada año se producen 138 millones de nuevos casos y 458 mil muertes por este flagelo, representando el 16% de todos los cánceres femeninos.
En México, la magnitud de los efectos del cáncer en la salud del país no es muy diferente al panorama en el mundo pues es la primera causa de muerte de mujeres en edad laboral. Se calcula que cada día fallecen entre 10 a 12 mujeres por esta causa; 3 de cada 10 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama y la incidencia de tumores malignos de este tipo se observa a partir de los 25 años en adelante.
Veracruz ocupa el primer lugar a nivel nacional con más casos, siendo el grupo de edad donde se tiene la mayor incidencia entre los 35 y 40 años, aunque su detección se inicia desde los 25 años. En el estado hay una tasa de mortalidad en cáncer de mama de 18 mujeres por cada 100 mil habitantes, y cada año se detectan entre 400 y 500 nuevos casos en la población femenina.
El cáncer de mama implica para muchas mujeres una situación que afecta física y psicológicamente su calidad de vida. Una de las fases en las que se presenta un mayor deterioro emocional es durante el tratamiento, debido a los efectos secundarios, colaterales y secuelas del mismo como la cirugía, conocida como mastectomía, que consiste en la extirpación de la mama, gran parte de la pared torácica y nódulos. Se puede hablar de una mastectomía uni o bilateral cuya secuela física inmediata y permanente en muchos casos es una mutilación, misma que desemboca diferentes conflictos, ya que culturalmente los senos son concebidos como símbolo de mujer, femineidad, erotismo, sensualidad y sexualidad, así como capacidad alimentaria para los hijos.
Es por eso, que ante la pérdida de un seno las consecuencias para la mujer a nivel psicológico representen de manera drástica en la autoimagen, puesto que física y visualmente constituye una deformidad y disfunción, y la probabilidad que desarrolle un mayor número de problemas psicológicos y sociales es alta, dado que esta asociada a diversas emociones como frustración, tristeza, enojo. Está comprobado científicamente que las mujeres mastectomizadas presentan con mayor regularidad trastornos de ansiedad y depresión.
La utilización de una prótesis de mama, después de la mastectomía, además de ser importante por motivos estéticos, ya que de esa forma se recupera la figura y apariencia naturales, es necesaria para el equilibrio al compensar el peso real del otro pecho, y hace que a la mujer que se le practicó recupere un alto porcentaje su sentido emocional.
La reconstrucción mamaria constituye, desde hace tiempo, una parte fundamental del tratamiento del cáncer de mama y pasó por diferentes momentos: de estar contraindicada, a ser criticada, luego aceptada y hoy solicitada como parte integral del tratamiento, porque se ha demostrado que no pone en riesgo el control de la enfermedad, ni obstaculiza su diagnóstico, ni su tratamiento. Los mejores resultados se obtienen cuando se realiza de forma inmediata; de esta forma brinda importantes beneficios psicológicos, ayudando a preservar la imagen corporal y la autoestima, y tiene menores costos económicos.
La reconstrucción mamaria trae consigo un costo; empero el beneficio que se puede otorgar a las mujeres de escasos recursos económicos es muy grande. El derecho a la vida y a la salud deben estar por encima de un costo monetario cuando se trata de enfermedades que atacan de manera agresiva a las mujeres, y mas en un Estado de Bienestar, como lo viene pregonando el jefe del ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, que es el que él encabeza.
El Estado debe hacerse cargo de esos gastos.
De allí que inmediatamente a la presentación de esta iniciativa con proyecto de decreto, de la diputada de Movimiento Ciudadano Ivonne Trujillo Ortiz, todos los grupos legislativos representados en la Sexagésima Quinta Legislatura de Veracruz de Ignacio de la Llave se sumaron a la misma, apoyándola y respaldándola para que la Comisión de Salud a la que fue turnada, la dictamine lo mas pronto posible a favor, y pase al pleno para su aprobación por unanimidad y beneficie a las mujeres veracruzanas que han pasado, o pasen por este temible trance.