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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
El infierno cordobés
Alfredo Ríos Hernández
4 de febrero de 2020
alcalorpolitico.com
*¿Cambios en el Gobierno?
*Es el avión del despilfarro
*Depredadores del entorno
 
Afortunadamente (incluso en el marco del drama existe fortuna) no se registraron pérdidas de vidas ni lesionados de gravedad, de hecho el saldo bien se califica como “blanco”, pero lo negro está en el tizne sobre los muros y la mercancía convertida primero en cenizas y, posteriormente en un gigantesco lodazal, resultado del agua arrojada sobre las llamas para eliminar el fuego que en parte consumió casi la mitad del Mercado Revolución, el centro de compras más importante del municipio de Córdoba que a la mitad de la semana pasada, entre las dos y las tres de la madrugada, registró un incendio de rangos alarmantes por la furia del fuego que, con rapidez, se extendió amenazante devorando todo lo que encontraba a su paso.
 

Los locatarios al enterarse en sus casas que las llamas extinguían su patrimonio, de inmediato corrieron al lugar ya envuelto por las llamas, aun así y con la oposición de los elementos de seguridad, los mercaderes se sumaron acarreando agua para que operaran los bomberos, al tiempo que otros, arriesgando la vida, ingresaron prácticamente desacatando las disposiciones de seguridad, para tratar de salvar algo de sus pertenencias... Muchos de ellos perdieron todo lo que tenían, escenarios que por sí mismos incrementan los impactos que refieren los espacios dolorosos y trágicos.
 
En éstos días existen problemas para llegar a un acuerdo entre las autoridades y los quebrantados locatarios, porque el área afectada por el incendio deberá reconstruirse, pero... ¿Y quienes viven del comercio y hoy no tienen ni mercancía, ni espacio para la vendimia?
 
De siempre se ha sostenido que los mercados deberían de tener entre las estructuras de sus vendedores, un programa claramente diseñado e inclusos económicamente sustentado, para en casos de pérdidas como las apuntadas, dispongan en principio de lo elemental para recomenzar, sin embargo la realidad es cruda, no tienen ante sí tales alternativas, lo que obviamente eleva el nivel de la dramática angustia por la que transitan.
 

Ante tales efectos agudamente preocupantes, bien valdría la pena que en éstos días apareciera el Gobernador de Veracruz, convocando al sector activamente económico de la región cordobesa, así como a las autoridades municipales y obviamente a los dirigentes del mercado, para juntos (como debería de ser) se encuentre una ruta apropiada y acelerada, que sea el sendero de solución al complejo problema que existe, todo ello acorde a las posibilidades disponibles.
 
Porque ante las circunstancias imperantes, nada resultaría mejor para la ciudad y los directamente afectados por el incendio, que se presentara la suma de esfuerzos no sólo de los distintos niveles de gobierno, porque bien resultaría que también se sumara el federal, fuerza unida que mancomunadamente respaldada por los empresarios y los propios vendedores, permitieran más allá que restañar los daños, conforman un nuevo panorama, una nueva visión que mejorara no sólo las condiciones en las que opera y ha operado el mercado en referencia, sino que paralelamente a mayor seguridad y bienestar en su interior, se agregaran más y mejores ingresos en beneficio de todos los locatarios.
 
Así las cosas, deberíamos tener claro que el incendio en el mercado podríamos, con la suma de esfuerzos tanto gubernamentales como de los propios locatarios y el sector empresarial, convertirlo en una excelente oportunidad para que todos se beneficien, los vendedores, los diversos sectores de la economía regional y obviamente la ciudadanía en lo general.
 

Aprovechar la experiencia de la tragedia por la que transitan los locatarios del mercado, para ejecutar con la suma de esfuerzos y voluntades un mejor panorama para locatarios, para los proveedores de mercancía, para los consumidores y para la ciudad en lo general, es la oportunidad que se les presenta a los cordobeses en éstos días, sin que por el momento, se tenga claro de qué, en forma conjunta, se aproveche el momento para beneficio de la colectividad en lo general... Ya veremos en que termina la historia.  
 
LO QUE SE LE LEE
 
En una columna periodística difundida el día de ayer por un medio impreso de información nacional, se efectuaron comentarios sobre probables cambios tanto en la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz, como en la Fiscalía estatal veracruzana, referencias que de inmediato originaron expectación y diversos puntos de vista en los numerosos ámbitos de la política veracruzana, en especial porque tales comentarios apuntaban que con tales “relevos” se buscaba mejorar los resultados en las dos áreas ya citadas, con la idea primera de fortalecer tanto los resultados, como la imagen integral de la administración estatal.
 

Absolutamente nada (hasta el momento de escribir éstas líneas) se había externado oficialmente sobre el tema ni en la capital del país, ni mucho menos en tierras veracruzanas, escenario silencioso que nunca ha sido extraño en los estilos de la política veracruzana, mucho menos en los últimos meses, situación que podría persistir hasta que, “de un momento a otro”, algún atrabancado reportero pregunte tanto a los funcionarios señalados como al Gobernador Veracruz, realizando el clásico cuestionamiento sobre lo difundido por el medio de comunicación en cuestión... Ya veremos.
 
LO QUE SE VE
 
Todo indica que, ante la ausencia de compradores, de acuerdo a los reflejos del entorno y las propios apuntes sobre el tema del Presidente López Obrador, en el sentido que el avión identificado como “presidencial” será objeto de una rifa por vía de la cual, según referencias emanadas del Palacio Nacional, podrían alcanzarse ingresos del rango de los tres mil millones de pesos, cifra “más que suficiente” con la cual “saldría ganado” el Gobierno de la República, al tiempo que dejarían de generarse los gastos que originan su mantenimiento.
 

Ciertamente, lo de la compra de dicha aeronave de siempre refirió una aberración silenciosamente registrada incluso al interior de las anteriores estructuras de Gobierno, que a más de ello constituyen indudables excesos ejecutados con el uso de recursos públicos, precisamente por quienes o quien determinó el diseño y la compra de dicha aeronave, cuya fastuosidad y excesos no cuadran en los ámbitos de un país, donde la carestía por que la atraviesan millones de ciudadanos es un claro ejemplo de inequidad y desequilibrio social.
 
Por el momento, el tema de la venta o rifa del avión presidencial se ha convertido en ámbitos de irónicas referencias que contravienen la imagen presidencial, sin embargo al final del día, debe reconocerse que en los escenarios de la Cuarta Transformación, la idea para deshacerse de dicha nave encuadra para bien, indudablemente, porque quienes predican que ése escandalosos aparato volador es fruto de la banalidad en los marcos del poderío, en realidad les asiste e históricamente les asistirá total y absolutamente la razón.
 
LO QUE SE OYE
 

Que el “coronavirus” se acerca a la cifra de 500 muertos originados por sus efectos en China, cuando apenas hace unos días se registraban menos de cien, fallecimientos que por sí mismos reflejan con claridad el alto nivel de peligrosidad que encierra la “nueva epidemia”, que ha sido capaz en muy reducido tiempo de exhibir sus destructivos efectos, ante el asombro y la incompetencia de quienes debieron de reducir sus lastimosas secuelas.
 
De siembre se ha señalado en escritos considerados como sagrados, que las pestes habrán de ser uno de los jinetes de la apocalipsis, etapa final anunciada para el ocaso de los tiempos, pero... Claro debemos tener presente, que las pestes por venir son el resultado de nuestros propios yerros y aberraciones cometidas por el colectivo social, que de siempre ha sido incapaz de convivir acorde con los mandatos de la naturaleza, tanto así que nos hemos convertido en reales y efectivos depredadores de nuestro propio entorno y, hoy, nos aterrorizamos de lo que nosotros mismos hemos procreado... ¿Hasta cuándo?