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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Un pueblo sin ley
Alfredo Ríos Hernández
27 de febrero de 2020
alcalorpolitico.com
*La fogata feminista
*Pandemia financiera
*Protocolos escolares
 
En mis inicios involucrados con sistemas informativos, hace ya más de medio siglo, difícilmente registrábamos en nuestro quehacer cotidiano hechos donde la víctima de un asesinato formara parte del sector femenino, regularmente tales escenarios se situaban en rangos de víctimas circunstanciales, como podría ser que viajara en el mismo vehículo que conducía quien metros adelante sería objeto de un atentado contra su vida, lo que colocaba a “la acompañante” como una víctima circunstancial...
 

Hoy los viejos reporteros que no hemos permitido el que perdamos nuestra capacidad de asombro, registramos los impactos estremecedores que generan escenarios de muerte de mujeres sacrificadas, cuyas vidas fueron cegadas con claras tendencias de ser objeto del exterminio, actos criminales precisamente originados por perturbaciones y desviaciones emocionales de sus ejecutores, que refieren desestabilizaciones internas con odios enfermizos, que lo inducen hacia el exterminio porque internamente estimulan la convicción que la mujer, no deja de ser “esclava y objeto” del sexo masculino, sólo por el simple hecho de ser mujer.
 
Y la realidad es que el acoso criminal del hombre hacia la mujer, es un escenario que se registra desde nuestros ancestrales orígenes, porque incluso en el mercado de esclavos las mujeres representaban “objetos de menor interés y valor” que los hombres, conductas irracionales que de siempre han sido criminales, pero que los usos y costumbres en distintas etapas de nuestra historia, las han disfrazado con marcos de “escenarios normales” que indudablemente marcan referencias de infamia más cercana al criminal salvajismo, lo que por sí sólo nos confirma sin duda alguna, que el acoso y la explotación, ha sido una referencia nada honorable, que por siglos los hombres han practicado sobre la más bella figura de la creación, que posee la maravilla de la gestación y que, por sus propias características y conformación, el exterminio por el que ha atravesado desde nuestros orígenes hasta la fecha, debe ser sancionado con todo el rigor que tiene a su alcance la colectividad en lo general.
 
Leo asombrado las polémicas que se han originado en éstos días por el tema de los feminicidios, todo ello en referencia a lo que supuestamente debería ser enmarcado como un acto criminal, que deba ser sumado al registro de los feminicidios y aquellos “que no lo son”... Ante tales discrepancias muchos podríamos preguntarnos: ¿Y dónde se inician las posibilidades de registrar apropiadamente los feminicidios y, dónde no es factible que tal escenario se registre?...
 

Los tecnicismos siempre han acrecentado los marcos de las polémicas, mismas que en el tema de referencia son mayormente probables que se registren, porque un sector significativo de la población insiste en que “los feminicidos” requieren como condición, que el origen de su ejecución sea el odio, el rechazo, la descalificación, la desaprobación hacia la mujer por su condición como tal, o sea, que si no se registraron tales escenarios de “repudio sexista” hacia una víctima, probablemente el calificativo en los ámbitos de los “feminicidios” no es correcto aplicarlo.
 
Pero más allá de tales referencias, lo realmente fundamental sobre el tema, es que todo delito sea sancionado con el rigor, celeridad y legalidad que las propias leyes señalan, y no sólo por el concepto tradicional del “crimen y castigo”, sino porque es fundamentalmente determinante, para beneficio del conglomerado social en lo general, que las leyes se respeten y por lo mismo se cumplan, porque tales escenarios son sustancialmente imprescindibles para que (en el caso de nuestro país) se recobren los niveles de tranquilidad que se han perdido desde años atrás, lo que ha desgastado de forma significativa la credibilidad y confianza del colectivo social en sus autoridades... Un pueblo sin Ley, siempre habrá de ser una sociedad sin credibilidad en la eficacia de sus autoridades.
 
LO QUE SE LEE
 

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, sostuvo frente a los reporteros presentes en “las mañaneras” que, “los conservadores” siempre han sido machistas, referencia que indudablemente registrará efectos en los marcos del actual movimiento identificado como “Un Día Sin Mujeres”, programado para el ya cercano nueve de marzo... No se antoja como apropiado que quien gobierna al país “atice el fuego”, lo que podría despertar confrontaciones en momentos en los que probablemente millones de mujeres en el país, preparan su participación en una acción de protesta, precisamente por las referencias que aún persisten tanto en lo relativo a la inequidad de género, como a lo vinculado con elevados niveles de violencia, que ha originado daños e incluso la muerte de numerosas mexicanas.
 
Mejor se aprecia al Presidente cuando ha recurrido a expresiones como la de “paz y amor”, que cuando arroja combustible al fuego para avivar las llamas.
 
LO QUE SE VE
 

Que los rumores entre verdades y mentiras sobre las dimensiones mortales del “coronavirus Covid 19”, cuya aparente expansión se está incrementando fuera de China, ha sido ahora la causa para que la Bolsa Mexicana de Valores registre marcadas tendencias a la baja, escenarios que de igual forma se están suscitando en los mercados internacionales, tanto así que debido al temor que se ha generado, al tiempo que la incertidumbre invade todos los mercados del mundo, también afecta negativamente la paridad del peso frente al dólar.
 
Ahora la amenaza de la pandemia por el Coronavirus de supuesto origen chino, genera una “pandemia financiera” que sacude a las bolsas de Nueva York y del mundo entero, dañando de manera significativa a la economía en lo general... ¿Y las vacunas?  
 
LO QUE SE OYE
 

Crece entre el sector magisterial el planteamiento que, “la responsabilidad de una escuela sobre la protección a los alumnos, se encuentra suscrita específicamente al horario escolar”, argumentación que claramente se puede ubicar en los ámbitos de la lógica, pero la interrogante sería: ¿Y un escolar quedará en estado de indefensión si sus progenitores no cumplen con el horario respectivo?...
 
El tema para los maestros incuestionablemente que resulta complejo, porque si uno de ellos decide de buena fe trasladar al niño en desamparo hacia su hogar y, en el camino, se registra un accidente que afecta al menor... ¿Cuál sería la responsabilidad del maestro en cuestión?... Muchos, innumerables son los riesgos que un menor podría registrar tanto al interior de la escuela como en el exterior, en ese contexto es preciso que de manera acelerada, se diseñen y dicten protocolos puntuales para ser aplicados ante los escenarios en referencia, incluyendo el que un familiar no acuda en tiempo y forma para que le sea entregado su hijo a las puertas de la escuela y, la verdad, el tema no resulta nada sencillo, pero es preciso que de manera acelerada se determinen con exactitud los protocolos, evitando, como dicen el refrán: “tapar el pozo después del niño ahogado”.