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Columnas y artículos de opinión
Cuarentena: es en serio
Helí Herrera Hernández
23 de marzo de 2020
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
 
De 194 países que hay en el mundo, 182 tienen ciudadan@s infectados, totalizando en todos estos 312,286 por COVID-19, al momento de escribir este artículo (domingo 22 de marzo), con 13,411 muertos, -siendo Italia, donde su gobierno tomó a guasa las advertencias de China sobre la peligrosidad de este nuevo virus-. La nación que más fallecimientos registra (4,825), por encima del país asiático (3,261), donde se originó, independientemente del altísimo porcentaje que registra, si tomamos en cuenta la población de ambas naciones.
 
Tan sólo el sábado, Italia reportó 793 nuevas muertes -en un solo día-, elevando a 53,578 el número de infectados, que seguramente para cuando usted esté leyendo este artículo, estas estadísticas ya fueron superadas, al igual que todas las que se registran en el mundo, porque la población no está tomando en serio las medidas que debemos adoptar para combatir el coronavirus, y en 10 días, tanto los infectados como las y los fallecidos se duplicaron.

 
El estado de California, USA, ya entró en cuarentena total, nadie puede andar en las calles; Texas, USA, ordenó cerrar escuelas y prohibió comer ya en restaurantes; Nueva York no tiene una sola cama disponible para los infectados por COVID-19 y están llegando buques-hospitales, enviados por el presidente Donald Trump para ser atendidos en ellos, sobre el mar. En ese mismo país ya hay ciudades con toques de queda, parando cines y toda actividad de contacto,
 
Las compras de armas en esa nación se han cuadruplicado porque los gringos dicen que muchos de ellos se van a “alocar” con los encierros y, al no existir mercancías de consumo básico en los supermercados, las personas van a entrar a robar y ellos van a tratar de evitarlo a punta de pistola y balazos contra ellos.
 
En Europa ya no hay aviones en el aire, han desaparecido prácticamente porque los países han cerrados sus fronteras; Los cruceros en el mundo ya pararon actividades comerciales; Colombia cerró todas sus fronteras terrestres, marítimas y fluviales; Guatemala ya ordenó -toque de queda-.

 
Argentina desde el pasado viernes decretó la cuarentena total, arrestando a toda persona que la rompa y ande en las calles sin permiso previo para comprar alimentos o medicamentos, Chile entró ya a la fase 4 y en México, en México el Presidente sigue sin cumplir con las disposiciones que su gobierno nos exige de -guardarnos en nuestras casas-, y pone el mal ejemplo, paseándose entre las masas, saludando de mano, para que miles y miles de compatriotas no tomen en serio esta batalla que en el mundo están dando millones de seres humanos, y aquí en México otros más.
 
Se vienen tres semanas muy difíciles, donde la curva de contagiados y fallecidos crecerá enormemente no solo aquí, en México, sino en el continente y en Europa, y más si no permanecemos en nuestros hogares, mandando a comprar la comida y los artículos básicos; si no cumplimos al 100% con las medidas de higiene que las autoridades sanitarias nos están ordenando.
 
China logró contener el COVID-19 gracias a la disciplina con la que el gobierno actuó para con su sociedad, así digan los adversarios ideológicos que allá no hay -libertades-, (de acuerdo a sus intereses neoliberales), y llevan tres días de no tener ningún contagio local.

 
El coronavirus es letal si no se combate con eficacia y rigurosidad.
 
Por ello, los invito a tomar estas semanas en casa con hábitos de lectura, de ver buen cine, empiecen por leer “poema frustrado” de Mario Benedetti, que está como anillo al dedo sobre esta pandemia; luego “El amor en los tiempos de cólera” de Gabriel García Marques, ad-hoc para entender los efectos de las epidemias; y no les pido mucho, rematen con “Inferno” de Dan Brown para completar el ciclo de esos polvos infecciosos.
 
Verán con esta literatura, entre otras, si ya tienen el hábito de leer, que rápido se les irán 21 días de encierro, y más si la combinan con amenas charlas de reencuentro con sus hijos. Esas pueden ser elixir que animen hasta el más renuente a cumplir la cuarentena.