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Columnas y artículos de opinión
Trinchera Final
La tercera o cuarta edad... es lo mismo
Jenaro del Ángel Amador
30 de marzo de 2020
alcalorpolitico.com
1.- Aprendí taquimecanografía en una escuela comercial de mi lugar de origen; enseñaban también gramática, ortografía, inglés y contabilidad entre otras materias; la carrera de secretario taquimecanógrafo y contador privado, duraba tres años. Te preparaban para buscar un trabajo modesto pero remunerado, si tenías la suerte de encontrarlo.
 
El siglo XX apenas tenía un poco más de la mitad de la vida. El imperio de las máquinas Remington, LC Smith dominaba como tecnología de punta, y escribir implicaba teclazo limpio y duro.
 
Transité ese camino, pero aun así, hoy aún no es posible dictarle a la computadora y que ésta imprima lo dictado para que vuele a la nube y recorra el mundo. Sigue siendo imperativo teclear lo que venga del pensamiento.
 

Por esa razón, la trinchera final ha estado ausente del virtualismo que nos permite a millones leer y escribir, y ahora con mayor razón, cuando el mundo enfrenta a un enemigo invisible que lo devasta día con día. Hay que escribir en vivo y en forma presencial. Y esto no permite dedos lastimados o flojera mental.
 
Las personas que como el que teclea, vienen del siglo XX y han estado vigentes en los primeros diecinueve años del XXI, formamos parte de un período de vida llamado la Tercera Edad, que en realidad debiera llamarse pronto, la Cuarta [de 1 a 20, primera; de 21 a 40, segunda, de 41 a 60 la tercera, y de 61 en adelante, la cuarta edad].
 
Pero insisto: El C-19 tiene muchas culpas, pero no es pretexto: hay que vencerlo. Es el reto para todos.
 

Y ser de la tercera o cuarta edad, tampoco es excusa, aunque duelan las coyunturas y el paso sea corto y lento. Al C-19 hay que enfrentarlo con todo y todos, el presidente de la república incluido, aunque forme parte del blindaje “de que los pobres son inmunes”
 
2.- Hoy, al regreso de Trinchera Final, reproduzco algo que Salo Grabinsky recomienda:
 
“...Adultos mayores ante el COVID-19
 

Es mi responsabilidad la de llevar una vida activa y con gratificaciones.
 
Del verbo emprender.
 
SALO GRABINSKY
 

Decidí reproducir este recordatorio. La escribió Ann Landers, pero es relevante actualmente ante la emergencia sanitaria. Lo modifiqué un poco (en negritas):
 
Recordatorios a las personas mayores:
 
1.- Si mis hijos me dicen que ya no debo manejar un coche les debo creer y hacerlo porque sé que ellos me quieren y no lo hacen por molestar. Y quédese en casa.
 

2.- Si ya es obvio que necesito ayuda adicional la voy a aceptar de personas externas a mi familia. Mis hijos(as) no lo pueden hacer todo y tienen otros deberes, además del de sólo estarme atendiendo. Guardando siempre la sana distancia.
 
3.- Es mi responsabilidad la de llevar una vida activa y con gratificaciones. Debo estar activo(a) y aprender a entretenerme yo sólo para no ser una carga a mis familiares. Hay muchas opciones, búsquenlas.
 
4.- Si mis hijos me indican que estoy teniendo ciertas confusiones y lagunas en mi mente, por lo cual no es lógico el que esté solo (dentro y fuera de mi casa) les creeré y no me portaré a la defensiva. Déjese cuidar.
 

5.- Si tengo problemas en la relación con mis hijos(as) voy a buscar consejos profesionales para aprender a manejar los cambios de personalidad que se están presentando en mi vida. Ayuda profesional en línea es básica.
 
6.- Pondré todos mis asuntos legales, financieros y testamentarios en orden, con el apoyo de profesionistas, evitándoles problemas posteriores a mis seres queridos. Ponga con calma y en orden sus asuntos.
 
7.- No voy a andar quejándome constantemente. Mis familiares no están preparados para resolver mis problemas de salud y esto sólo los presiona y duele más en forma innecesaria. Todos estamos nerviosos, no lo complique más.
 

8.- Mis hijos no son mis sirvientes/esclavos. Debo agradecerles constantemente sus actos, así como buscar cómo hacer algo por ellos sin pedir nada a cambio. Esta es la base del amor y apoyo mutuo entre las familias.
 
Busque ayuda sólo para asuntos elementales (comida, medicina, hospitalización).
 
9.- Buscaré evitar a como dé lugar el hacer que mis hijos se sientan culpables. Tener cierta edad no es excusa para ser manipulador o para ser grosero. Andamos tensos todos. Bájele, por favor.
 

10.- Mientras pueda voy a poner mucha atención a mi cuidado y apariencia personal, haciendo ejercicio, comiendo sanamente, vistiéndome en forma adecuada y manejándome con dignidad. No hay nada que les duela más a los hijos que el ver cómo se deterioran en su vestir y actuar los padres. Cuídese mucho en lo físico, mental y con humor.
 
Por lo pronto les recomiendo que: 1) Recorten, guarden y pasen copia de este artículo a sus amistades, familiares y a todos los que puedan beneficiarse de estos consejos
 
2) Reflexionen y busquen en lo posible la mejor manera para vivir en forma integral y digna, especialmente en estos tiempos. Mucha comunicación.
 

Una sociedad civilizada y sana es la que atiende y cuida a sus ancianos con amor y respeto, pero sigue siendo válido el lema de: “Ayúdate a ti mismo que Dios te ayudará...”.
 
Un fuerte abrazo.