icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Berrinche presidencial
Luciano Blanco González
1 de mayo de 2020
alcalorpolitico.com
Parece que la pandemia del coronavirus en México aún no trepa a la cresta de la horrorosa montaña, por más que se diga lo contrario y no es así, porque el número de muertos aumenta cada día, sin que se pueda cantar de que ya logró aplanarse la cresta, sorprendiéndonos todas las noches con la desagradable noticia del crecimiento numérico de contagiados.
 
Sin embargo, el mundo comienza a ver con alegría cómo los científicos del planeta, principalmente de los Estados Unidos, después de intensos estudios en laboratorio y pruebas en humanos, han obtenido resultados positivos para contener los ataques del Covid-19 y debilitarlo, dando oportunidad al organismo para que se recupere.
 
Esta es una gran noticia, aunque de ser cierta es un procedimiento que no contiene la pandemia, pero lo esperanzador es que cura más rápido del mal y su oportuna y eficiente aplicación evitará que lleguemos a la indeseada crisis respiratoria que nos llevaría a la intubación y muerte casi segura.
 

Duele que la visión que las autoridades tienen del problema no sea la misma que tiene el país, en donde a lo largo y a lo ancho, sin alarmismos pero con visible preocupación sus autoridades locales y su población implementan medidas extremas que van más allá de la tibieza sanitaria federal, cuyo contenido confunde por el exceso de retórica y por los planteamientos técnicos que a todas luces son torpe maquillaje que disimula la realidad.
 
Es triste ver transitar a los enfermos que van de hospital en hospital rogando ser atendidos y que como respuesta reciban el rechazo indolente de funcionarios que se escudan en un despectivo de no hay cupo y no hay quien oriente a los familiares, respecto de a dónde pueden dirigirse con su enfermo agonizante para recibir atención.
 
Es cierto que la evolución del problema presenta varias etapas y ángulos, pero suena hueco que nos digan que el gobierno está preparado con todo para enfrentar la contingencia y resulta que tuvieron que morir decenas de médicos, enfermeras y servidores de la salud como camilleros, afanadores y choferes para que aflorara la falta de equipos de protección, medicinas, ventiladores, que ahora estamos importando desesperadamente.
 

Todavía se duda que el presidente y el Consejo de Salubridad General, estén dando una lección de seriedad, cuando aferrados a sus caprichosas ideas que pretenden ser originales, desoyendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, desprecien el uso de cubrebocas, ello puede ser porque implicaría un alto costo económico o porque vigilarlo también resulta caro, pero la gente se está protegiendo, por sí mismas elaboran sus protectores y en este momento todos los talleres textiles, sastres y costureras deberían de estar elaborándolas y colocarlas en el mercado con aprobación de salubridad para certificar su eficiencia.
 
La otra razón, es que hay que recordar que el presidente López Obrador cuando se comenzó con el problema, se burló de Felipe Calderón que cuando la crisis de la influenza en el 2009, apareció en la televisión con el rostro cubierto con un cubrebocas convocando a adoptar esta medida preventiva para evitar el contagio y si ahora lo hiciera el Presidente, aquella burleta se revertiría y sería el hazmereír.
 
Tenemos médicos suficientes, se dijo voz en cuello cuando la epidemia amenazaba con llegar y cuando comenzó a manifestarse, seguramente se estaba subestimando su magnitud, pero ahora además de la habilitación de instalaciones hospitalarias, se está convocando a los médicos en retiro y al regreso de los médicos internos.
 

Todo ello está bien, pero se pierde credibilidad cuando se dice algo y se contrasta con la realidad, el peligro es que la confianza que se tiene en controlar el mal sea una falsa afirmación y el Estado sea rebasado en un momento dado, y al parecer falta poco para que así sea, por ello es válido que gobernadores y alcaldes restrinjan el tránsito de vehículos y la movilidad de personas, pues son más importantes la salud y la vida que el valor de cualquier norma.
 
En estricto sentido hay que recordar que en la defensa de la vida, cualquier persona o autoridad puede utilizar los medios que sea necesario para preservarla, inclusive en el extremo, matar en defensa de su persona, de su familia o de su patrimonio, sin excederse en el uso de la fuerza.
 
Los vecinos en sus respectivas localidades están muy conscientes de lo que es el aislamiento y la inmovilización como estrategia para evitar que el enemigo invisible penetre en sus fronteras, para no exponerse a sí mismo o a su comunidad a un indeseado contagio, por eso exige medidas drásticas para que los visitantes comunes u ocasionales sean obstaculizados, ya que los identifica como posibles portadores de la desgracia y se incomodan porque, mientras ellos están encerrados, a otros no les importe y transiten como en tiempos normales.
 

El Presidente está en una posición correcta al solicitarle al Congreso más recursos en este momento de emergencia, lo hemos dicho, no debe de haber regateos ni mezquindades, muchas vidas dependen de la generosidad del Congreso para otorgarle más facultades al Presidente para que maneje el presupuesto conforme lo vaya exigiendo la evolución de la crisis.
 
En donde sí puede estar mal el Presidente, es que él maneje a su arbitrio todo el dinero público, destinándolo a lo que él considere importante, porque para ello debe de existir una planeación a largo plazo, que considere cuál va a ser la situación después de este evento, tenemos que considerar en qué tiempo vamos a recuperar el turismo que utilice el Tren maya o el Aeropuerto de Santa Lucía, que al igual que la refinería de 2 Bocas puedan resultar auténticos elefantes blancos.
 
De por sí, por falta de consumo y de capacidad de almacenamiento, millones de galones de gasolina adquiridos en el extranjero, flotan en los barcos anclados en los mares mexicanos a un costo elevadísimo para el erario, por los fletes que en dólares tenemos que pagar por cada barco que entretenemos por no descargar, si a eso sumamos los millones de pesos que el gobierno va a dejar de percibir al no comercializar el fluido que por cada litro aporta millonadas de impuestos como el IVA e ISR.
 

En donde también parece haber luz, es en la crisis financiera derivada del manejo de la pandemia, en lo que por la libre y en absoluta rebeldía a las disposiciones presidenciales, los empresarios mexicanos, orillados por la negativa oficial para apoyarlos, tomaron su propio camino y recurrieron a la banca internacional para concertar un crédito del Banco Internacional de Desarrollo hasta por 15,000 millones de dólares, que en nada se parecen a las corcholatas que el gobierno va a dar a la pequeña y mediana empresa.
 
Pero cuidado, este camino revela que las fuerzas internacionales están dispuestas a todo para evitar que triunfe el programa del Presidente y que están preparados para esto y para cualquier cosa para preservarse y reconquistar el poder al costo y del modito que sea.
 
Los grandes intereses del capitalismo no tienen sentimientos, ni patria, ni ideas, ni partidos, solo tienen una enorme gula por el dinero y una inmensa e insaciable codicia capaz de pisotear y hollar cualquier territorio con tal de llenar su voraz apetito.
 

Pero a ello los orilló el Presidente negándoles todo apoyo, daba la impresión de estarlos empinando al vacío, dejándolos que se ahogaran, que se hundieran sin remedio, pero no contaba con que estos matreros lo iban a dejar hablando solo y mostrarle que con su apoyo o sin él, ellos van a sobrevivir, por eso el coraje del Presidente, por eso el berrinche, le pasó lo que al marido cornudo, fue el último en enterarse que la mujer lo engañaba y que ya se había ido con otro, por eso se enojó y dijo no estar de florero de adorno y que lo ignoraran, lo más preocupante es que ahora los grandes empresarios están dispuestos a enfrentarlo, ya le jalaron las barbas, ya brincaron y volverán a brincar, el dinero y la acción los engallaron y ya tendrá trabajo de contentillo, Alfonso Romo Garza, Secretario de la Presidencia y domador oficial de los empresarios para meterlos al carril.
 
Mientras allá en el altiplano se confrontan los ricachones empresarios, la clase fifí y la mayoría de comunicadores ahora denostados y perseguidos, acá en Veracruz los pleitos no pasan de simples desaguisados entre políticos menores que lanzan sus penas, resentimientos y ambiciones al viento en espera de que alguien les haga eco y posicionarse ante la opinión pública para cuajar sus proyectos inmediatos.
 
Por fortuna, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, sin hacer ruido mediático y sin dejarse atrapar por las redes que pretenden distraerlo de sus tareas inmediatas, proyecta y ejecuta los programas del bienestar, consciente de que esta crisis no es tan temporal como pretenden hacerla aparecer, sino que se prolongará por meses y sus efectos permanecerán por años, hasta que nos acostumbremos a vivir con ella.
 

Desgraciadamente, los elevados gastos de administración y de servicios públicos están absorbiendo demasiados recursos y no hay generación de riqueza que nos permitan retomar el crecimiento a corto plazo, pero lo importante es que andamos aunque sea al ritmo fatal que nos marcan los tiempos.
 
A pesar de ello y con un gran esfuerzo se está dando respuesta solidaria a las peticiones de miles de desempleados y trabajadores que por la crisis ven muy menguados sus ingresos como los taxistas que están urgidos del apoyo oficial.
 
En su administración cada funcionario y cada dependencia está haciendo lo que le corresponde, no deja de extrañar que el Congreso del Estado que tiene pendientes varias reformas importantes como la del Código Civil, haga eco a las voces interesadas en remover a la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, quien ha cumplido con su deber persiguiendo y encarcelando un buen número de delincuentes que gozaban de protección judicial y, que por su trabajo profesional, no hay duda que poco a poco irá frenando la delincuencia. La Cámara no debe de quebrarse la cabeza, por su trabajo según el consenso público, la Fiscal debe de ser ratificada.
 

En el norte, las autoridades aplican ahora medidas más intensas en contra del coronavirus, en las comunidades se vive y se trabaja de manera normal, los ganaderos amanecen y anochecen en sus ranchos, los campesinos y jornaleros en el surco, máxime que ya se anuncian las aguas, por fin se iluminó el cielo con rayos y truenos el 25 de abril, en las primeras horas del anochecer los vimos y los escuchamos por primera vez después de una larga temporada, con poca agua, pero muy benéficas y oportunas, repitiéndonos la dosis el 29, lo que para nosotros significa que paulatinamente se abrirán las puertas del cielo para hacernos llegar la vida.
 
Finalmente, nos preocupa que la nación este marchando por varias vertientes, con ánimos muy encontrados y con un rechazo y animadversión entre las diversas fuerzas que no nos llevarán a un buen final, la prensa en contra del Presidente, el Presidente en contra de los periodistas, los empresarios en contra del Presidente, el Presidente en contra de los empresarios, la oposición aunque exigua haciendo mucho daño al proyecto del Presidente, los gobernadores intentando romper el pacto de coordinación fiscal, todos en contra del proyecto que beneficia al pueblo bueno, al pueblo sabio, con cuyo apoyo en una democracia como la nuestra, todo se puede. Es urgente una rectificación presidencial del camino, lo que es posible sin necesidad de abandonar la grandeza del proyecto López Obradorista.- Por el bien de la causa.
 
[email protected]