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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Preocupante panorama
Alfredo Ríos Hernández
8 de mayo de 2020
alcalorpolitico.com
*Vacuna esperanzadora
*La parálisis financiera
*Tapabocas salvadores
 
Debe tenerse claro en los ámbitos productivos del país, al igual que en los diversos sectores que conforman las estructuras gubernamentales, incluyendo obviamente los espacios legislativos y de administración de justicia del país, que los escenarios pandémicos que en la actualidad nos estremecen, apuntan no sólo hacia el sufrimiento hospitalario y el estremecimiento de las otras víctimas, que lo constituyen los familiares de quienes han ingresado hacia espacios entre la vida y la muerte, sino que en el propio entorno pandémico, también se encuentran los renglones productivos que inevitablemente dañan al sector empresarial, al tiempo que el sector más endeble de la cadena, que lo constituyen los asalariados y, quienes de ellos dependen, son impactados por el otro rostro de la pandemia, el del colapso de la economía en lo general.
 

¿Quién en el país no sabe de familiares y amigos que se quedaron sin trabajo y sin ingresos?... ¿Quién por el otro lado no sabe de empresas que se encuentran paralizadas y que, probablemente muchas de ellas quedarán colapsadas, sin posibilidades de recuperación para reactivar su productividad y restaurar las fuentes de trabajo que había dado de baja?
 
En estos momentos se podría referir que nos encontramos ante un panorama más complejo que en las últimas décadas se ha registrado en México (al igual que en otros países) porque aparejado al claro quebranto empresarial, de la misma forma se quebrantarán ingresos hacia las arcas gubernamentales, efectos que se registran escalonadamente y que podríamos calificar como pandemias paralelas al Covid-19...
 
Aparejado a la tragedia por contagios y decesos, sufrimiento y luto, como toda causa tiene un efecto, “por causa de la pandemia” muchos países incluyendo al nuestro, se encuentran obligados de manera emergente a lograr mayores rangos de eficacia y honorabilidad, para reponer o restaurar lo que se está perdiendo con la pandemia, responsabilidad que incuestionablemente es de todos los integrantes de la sociedad, pero de manera notoriamente especial, de quienes nos gobiernan en todos los espacios de la administración pública, tanto a niveles federales, como estatales y municipales.
 

Es más, “desde ya” los proyectistas deben o deberían de apegarse a la planificación que se requerirá en los municipios, en los estados y en la República, para... (Como ya anuncian promocionalmente algunos partidos políticos) reactivar la inversión pública y privada, al tiempo de recuperar fuentes de empleo e, incluso, desarrollar más y mejores fuentes de trabajo que las existentes antes de la pandemia. Crear proyectos de inversión realistas al margen de politiquerías partidistas, que aceleren el desarrollo económico y permita cimentar mayor bienestar para todos los mexicanos, incluyendo obviamente el de asistencia médica.
 
Y debe tenerse claro, tales retos sólo se lograrán si las estructuras de Gobierno, empresarios, partidos políticos, tribunales y legisladores, así como el sector laboral tanto privado como público, incluyendo al sector educativo en lo general, al agrario y a los diversos ámbitos de trabajadores, todos ellos deben registrar en ámbitos de la “pos-pandemia” una real transformación del país, porque México la requiere no como una bandera partidista, sino como un objetivo nacionalista y, si ello se logra, habremos rendido un verdadero homenaje a los miles de fallecidos que perdieron la vida en todos los continentes, en algunos casos, por deficiencias en los servicios médicos e incluso por carencias de apropiados espacios hospitalarios, lo que pese a ello, hoy engrandece al personal médico y de asistencia de nuestro territorio... Ni de más, ni de menos.
 
Lo que se lee
 

Tal como lo hemos referido en repetidas ocasiones en el transcurrir de entregas anteriores a esta publicación, el día de ayer la gigantesca compañía farmacéutica de origen estadunidense Pfizer, de la mano con la compañía alemana especializada en biotecnología, identificada como BioNTech, informaron oficialmente que habían iniciado la ejecución de una serie de pruebas experimentales de una vacuna que (por el momento) se aplica con rangos de análisis y evaluación de las reacciones registradas en seres humanos, programa de elevado rango de supervisión médica y científica, al amparo del cual se pretende encontrar la ruta efectiva y exitosa, que conduzca hacia eliminación de las secuelas y efectos dañinos en lo general, que de manera dramática en el ser humano está originando la pandemia del Covid-19.
 
Naturalmente las informaciones en referencia emitidas de manera oficial, tanto en el territorio norteamericano como en ámbitos alemanes, constituyen una luz en el camino que indica hacia senderos que podrían representar, en el presente como hacia el futuro, la salvación de millones de vidas, así como evitar el doloroso y angustiante padecimiento que registran quienes son contagiados, en los marcos de una pandemia que por sus trágicos escenarios han sembrado lágrimas, angustia y desesperanza en millones de habitantes de prácticamente todo el mundo.
 
Lo que se ve
 

Si en Estados Unidos (el país más poderoso de América que disputa con otros países del orbe el liderazgo mundial) una cifra inimaginable de casi 34 millones de norteamericanos se quedó sin sus empleos y, obviamente sin ingresos, como resultado del colapso financiero que representan en Norteamérica el cierre o parálisis de innumerables de empresas, qué podríamos esperar en tierras mexicanas en las que, hasta el momento, ninguna autoridad cita cifras puntuales del real crecimiento del desempleo en tierras del México lindo y querido...
 
Ni alcaldes, ni gobernadores, ni mucho menos en ámbitos federales, se han efectuado evaluaciones serias y confiables que refieran con toda su realidad y dramatismo, el angustiante calvario por el que atraviesa gran parte del pueblo mexicano, que carecen “de guardaditos” porque de hecho “viven al día” y que, al ser laboralmente desplazados por culpa del coronavirus, transitan por escenarios no sólo agobiados por la pandemia del desempleo, sin recursos disponibles y, por el contrario, con un proceso inflacionario que reconfirma la existencia de una posibilidad real, en el sentido de que si en materia económica “seguimos como vamos”, la posibilidad de que la “pandemia económica” nos remita escenarios no registrados hace ya muchas décadas... Ya abordaremos el reto socioeconómico que podría heredarnos el ámbito pandémico por el que atravesamos.
 
Lo que se oye
 

Existen referencias en las redes de Internet, difundiendo hechos en los que en tierras veracruzanas, algunos conductores de vehículos muestran su repudio hacia las autoridades por exigir que incluso dentro de los autos se utilicen “cubre-bocas”, argumentado que si conducen con los cristales arriba no existe causa, motivo o razón, para exigirles que porten prendas destinadas a evitar contagios.
 
En ése renglón debe tenerse claro que la instrucción de la autoridad es que en la vía pública, por razones de “seguridad nacional”, se debe utilizar la “polémica” prenda que muchos mexicanos se resisten a portar.
 
Pero paralelamente a que la instrucción en referencia es precisa: En la vía pública se debe utilizar “cubre-bocas”, e incluso en establecimientos de todo tipo, lo que se debe interpretar como “solo en su vivienda” usted puede permanecer sin tal prenda, salvo que en la casa existan personas contagiadas del coronavirus, escenario en el que también se aplica la vigencia de la prohibición.
 

¿Cuál es la finalidad de resistirnos a lo que es claramente prioritario no sólo para la salud personal, si para el bienestar de la familia y de todo el colectivo social de nuestro entorno?...
 
Refieren quienes amplia experiencia tienen sobre el tema de las pandemias, que muchos han sido los dolorosos escenarios que históricamente en el mundo se han registrado, del doloroso arrepentimiento de quienes por desacatar instrucciones médicas no sólo se han colocado en riesgo de perder la vida y la de algún ser querido, sino que incluso la han perdido, reflexiones que nos deben inducir a todos, en lo más posible e incluso más allá del límite de las circunstancias, en asumir con seriedad y excesiva responsabilidad, así como sentido común, lo que nos corresponde cumplir cuando somos afortunados de seguir en actividad incluso en el encierro del hogar, sin encontrarnos en zonas de emergencia médica y encapsulados en el aislamiento de un área hospitalaria, en la que podríamos salvar la vida de milagro o perderla (en algunos casos) por nuestra arrogante altanería que nos empujó hacia espantosos escenarios... Seamos conscientes de la terrible amenaza que nos ronda y procedamos apegados a las disposiciones de los especialistas... Ahí la dejamos.