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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Dar a Dios y... Dar al César
Alfredo Ríos Hernández
16 de junio de 2020
alcalorpolitico.com
*Herencia de Rubén Pabello
*Pandemia... ¿en declive?
*Reducción delincuencial
 
Desde adolecentes muchos aprendimos que no procede, que no es posible la existencia de un orden en el universo, como clara y admirablemente existe, “sin un supremo ordenador” y... si profundizamos en las características “de perfección” en ese imponente y por lo mismo sobrecogedor “orden universal”, se podría evaluar ya en los marcos de lo espiritual, que si ese movimiento perfecto refiere obligadamente la existencia de un “supremo ordenador”, efectivamente estarían los incrédulos en la posibilidad de adoptar la tesis, convencidos que un “supremo y portentoso ordenador” en los ámbitos celestiales y universales es identificado como “Dios”, cuyas características imaginarias las refieren las manos de los artistas en diversos escenarios, siembre enmarcado en lo celestial, incluso en el calvario, tal y como es referido por las manos que han dominado el arte...
 

Y por su parte, los pueblos del mundo desde sus orígenes y para los asuntos relacionados con la defensa de los intereses tanto personales como colectivos, otorgaron forma a sus jefes, a los líderes, a los caciques, hasta arribar a los ámbitos gubernamentales, otorgando sitio destacado a los cuerpos representativos por regiones y tribus, así como los máximos rangos personificados en familias reales, reinados e imperios que desembocaron con el transcurrir de los años en diversas formas de gobierno, regularmente presididas por un Primer Ministro o un Presidente de la República.
 
Sí... surgieron las repúblicas y con ello los presidentes de la Nación, cuyos antecesores pudieron haber sido caciques o emperadores, e incluso de acuerdo a creencias “semidioses”, porque las raíces de los mandos de tiempo atrás en cada pueblo tienen antecedentes vinculados con la divinidad, la religión (o deberíamos decir las religiones, creencias y cultos) sea para bien o sea en sentido negativo, siempre se han vinculado a los ámbitos del poder civil de alguna forma entrelazado a rangos de divinidad, tanto así que existen historias contundentes que marcan la necesidad de puntualizar ámbitos en los cuales se debe: “Dar al César lo que es del César y, dar a Dios lo que es de Dios”.
 
Nos heredan los texto en leyes y normatividades, que la Iglesia en México debe ser apolítica y que, el Gobierno debe mantenerse al margen de temas eclesiales, o sea, cada quien tras de la raya, lo que en sí mismo, incluyendo el renglón sobre la libertad de cultos, rango en el que se otorga cierto reflector de nivel distintivo al “poder eclesial”, que se califica de “meramente espiritual” pero que, de la misma forma, su andar y referir siembra puntos de vista de significativo peso al interior del colectivo social.
 

La guerra de independencia en México registró sus orígenes en los altares y los atrios eclesiásticos, en los movimientos reformistas y posteriormente revolucionarios, de igual forma mucho de lo registrado en el mundo entero se gestó en ámbitos religiosos... Es más, el propio “caballero andante” Don Quijote de la Mancha, refirió al carismático Sancho: “hemos topado con la Iglesia”, expresión que transita en ámbitos de la inmortalidad y que, con marcada frecuencia se cita ante obstáculos en el camino.
 
Se argumenta en espacios del pensamiento plural, que es saludable evitar e incluso desaparecer las murallas que existen en los usos y costumbres, así como en las leyes mexicanas, en referencia a la línea que “separa” las rutas y prácticas eclesiales, con los destinos de un país regido por leyes ajenas a creencias y prácticas religiosas; ante tales diferencias en el territorio nacional, ya se escuchan expresiones en ciertos ámbitos de grupos evangélicos sobre el reparto de “la cartilla moral” en el marco de actividades religiosas, e incluso se habla de gestiones para la instalación de emisoras radiofónicas, panoramas que igualmente se relacionan no sólo con grupos evangélicos, sino de la misma forma con organizaciones católicas.
 
El respaldo al interior de ciertos templos evangélicos es tan notorio, que ya en redes de internet se habla de la clara simpatía que priva entre los núcleos de acción de la Cuarta Transformación, con determinados ámbitos eclesiales, tanto así que en algunas de las ramificaciones vinculadas con actividades evangélicas, ya se hacen anotaciones a lo que califican como “La Divina Cuarta Transformación”, expresión que resulta claramente conectada con “la vocación” de rangos religiosos de una administración pública federal, que podría inclinarse en su quehacer cotidiano, en base a nuevos códigos de conducta, que no coincidieran del todo con lo que en el renglón eclesial ha privado entre gobernantes y religiosos, escenarios que podrían sobrepasar lo ya tradicional, tanto en los códigos tradicionales de conducta de un mandatario mexicano, como en lo relativo a normas constitucionales claramente establecidas y definidas por la Constitución.
 

Es definitivo que en los marcos de una administración pública nacional, con las características constitucionales e institucionales que refieren tanto las normas de conducta, como el riguroso imperio de la legalidad, los ámbitos presidencial en el territorio mexicano disponen de la fuerza, e incluso el libre albedrío para definir sus acciones de gobierno (salvo casos específicos marcados por las leyes) sólo que la referida libertad para decidir, enmarca la obligatoriedad de un gobierno en torno a legalidad y cierto, es legar abrir con solidez la libertad en ámbitos del culto religioso, pero no enfocar esos ámbitos de libertad (por parte gubernamental) hacia preferencias que podrían sugerir privilegios en beneficio de un determinado credo eclesial o práctica religiosa.
 
Es no sólo un derecho sino de igual manera clara y contundentemente legal, que el Presidente de la República, gobernadores, alcaldes o legisladores, practiquen la religión que ellos consideren apropiada para coincidir con su creencias, pero no lo sería que un funcionario público de cualquier nivel, utilizara su fuerza ejecutiva, con la idea de originar el acrecentamiento de un sector eclesial, a costa del debilitamiento otros...
 
La reflexión es que las refriegas de procesos electorales mucho han desgastado la imagen y la fuerza de la administración pública en México, escenario que de continuar e incluso expandirse hacia sectores respetables, como lo son los núcleos religiosos, podría conducirnos hacia rompimientos socio-políticos, así como divisionismos mucho más complejos que los registrados en la actualidad, sobre los cuales el propio Presidente ha referido de manera coloquial el mensaje de “amor y paz”... Dejémoslo así.
 

Lo que se lee
 
No recuerdo en tierras veracruzanas a ningún otro periodista como Don Rubén Pabello Acosta, que reflejara durante todo su prolongado andar, tanta preocupación y paralelamente a ello tanto empeño, esfuerzo y aportación, para frenar la deforestación de rangos criminales que se ejecutaban casi con la complacencia de las autoridades, tanto en los entornos del Cofre de Perote, como en otros puntos de la entidad, Incluyendo El Pico de Orizaba y toda la zona de las grandes montañas.
 
Fue Don Rubén, maestro del periodismo y ejemplo de constancia, a más de pionero, en el que yo califico como “periodismo ecológico”, porque aparte de que al interior de su empresa periodística todo resultaba impecablemente limpio, siempre se preocupó y se esforzó para que los productos contaminantes que obligadamente se utilizaban en aquellos tiempo en el proceso de impresión, se evitara su uso excesivo y, al mismo tiempo, se aplicaran acciones para disminuir sus efectos dañinos hacia el medio ambiente en lo general.
 

Diario de Xalapa en los tiempos de Don Rubén, se convirtió en el impreso veracruzano que mayormente abordaba en todo el país el tema de la contaminación, inquebrantable línea editorial dictada por Pabello Acosta, que incluso dio curso a que se crearan organizaciones de ciudadanos en numerosos municipios, que se sumaron con empeño a la defensa tanto de zonas boscosas, como de ríos, lagunas y espejos de agua en lo general, incluyendo las costas, que resultaban elevadamente afectadas en su limpieza, por el descuido de los diversos niveles de Gobierno e indolencia del sector empresarial y de núcleos de la población.
 
Lo que hoy se tiene en materia forestal en diversos puntos de Veracruz, en gran medida se lo debemos a Don Rubén Pabello Acosta, referencias que retomo ante el positivo anuncio del Gobernador veracruzano, Cuitláhuac García, efectuado ayer frente al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, destacando que con el respaldo del Gobierno de México, se rescatarán viveros abandonados y se crearán otros, todo en el marco de los programas forestales que se ejecutan en el territorio mexicano... Bien por el avance ecológico.
 
Lo que se ve
 

Que de manera pausada los establecimientos comerciales sumando a ello el renglón de servicios turísticos, a la par que restaurantes y bares en lo general, están reiniciando sus servicios en los marcos de “la nueva normalidad”, situación que a muchos llena de optimismo y a otros de preocupación, en tanto que el incremento en número de contagiados y la secuela en el rubro de fallecimientos, sigue creciendo en espacios jarochos, panorama inquietante que preocupa y ocupa a los veracruzanos, sabedores que deben de implementar en las áreas reintegradas al servicio, las normas requeridas tanto en distancias como en prácticas de limpieza y autoprotección, que eviten un mayor esparcimiento pandémico en tierras jarochas... Ya se conocerán datos más amplios sobre la reapertura de actividades empresariales en tierras de jarochos.
 
Lo que se oye
 
Que se ha iniciado un drástico declive en la actividad delincuencial sobre tierras jarochas, sobre todo en lo referente a secuestros, según los reportes emanados por los ámbitos responsables del renglón de seguridad tanto en el país, como específicamente en ámbitos veracruzanos.
 

El dato claro que constituye una excelente noticia para los veracruzanos, pero ya sobre la marcha se debe referir la elevada urgencia para ampliar las medidas preventivas, que eviten los repuntes delictivos y conviertan la disminución en índices delincuenciales, en una ruta permanente e invariable que convierta en posible el retornar los espacios de tranquilidad que se han ausentado de regiones jarochas... Ahí la dejamos.