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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
¿Mascaradas democráticas?
Alfredo Ríos Hernández
3 de julio de 2020
alcalorpolitico.com
*El reto del desempleo
*La violencia permanece
*Etapa escolar pandémica
 
Muchos son los mexicanos (algunos de ellos me lo han comentado) si un Presidente de cualquier país del mundo, puede y es correcto el que se autodefina todos los días, o un día sí y otro también, como casi “el más democrático funcionario” de la historia de un país, cuando, incluso en los mismos contextos que reprueba el actuar de los demás sectores partidistas, entremezcla elogios de la casa presidencial al partido que él mismo fundó y, en el cual, él mismo se auto-propone no sólo como líder, sino como candidato presidencial una y otra vez, hasta lograr el objetivo de la Silla Presidencial.
 

El cuestionamiento siempre me ha resultado motivo de reflexión, en la cual mi mente me traslada a los tiempos de la infancia, tiempos aquellos cuando aún jugábamos con el “charpe”, diseñado con nuestras propio ingenio, que nosotros, los entonces “chairos”, elaborábamos rudimentariamente con nuestras propias manos, mientras que los ya existentes niños “fifís”, los adquirían ya elaborados con mayor sofisticación, pero “ambos dos” funcionaban y servían para lo mismo: “Para lanzar pedradas a diestra y siniestra”.
 
Esas escenas infantiles en referencia, póngale usted por mero cálculo de hace más de seis décadas (o sea: más de medio siglo) surgen hacia mi mente cuando escucho sentenciar a nuestro Presidente de la República (como si portara un “charpe” en sus manos) referirle a los mexicanos (integrantes del sector fifí) que no van a regresar al poder, porque “La Transformación” llegó para quedarse y, lo único “que merecen” los derrotados “Fifís”, sería el escoger entre “entregar el parque, regalar las ligas, o recibir dócilmente un ligazo, o una patada, o un cocotazo”, o sea, de lo negativo escoger entre lo que se considere “menos peor”, lo que podría referir en reales ámbitos democráticos una insultante aberración.
 
Pareciera ser que en la cúpula de la Cuarta Transformación, no se ha logrado ni entender, ni dimensionar con toda claridad, que un gobierno democrático es precisamente la institución gubernamental encabezada por un Presidente obligado, como todo ciudadano, a respetar las leyes de manera clara y equitativa, al tiempo que le está prohibido inclinar públicamente sus simpatías, o su antipatía, hacia integrantes o simpatizantes de otras corrientes partidistas.
 

Claro que en el Palacio Nacional se podría argumentar que se administra justicia y en ello está obligado el Presidente, pero el mandatario debe abstenerse de involucrarse en calificaciones a priori, así como debe mantenerse al margen de toda campaña, que pudiera entremezclarse con tendencias electorales, en ése sentido no tiene espacios de maniobra, salvo que sean aquellos ejecutados bajo la mesa que refieren disimulo y por lo tanto ilegalidad.
 
Guardar silencio, evitar incluso gestos que pudieran convertirse en mensajes tendenciosos, e incluso evadir con toda pulcritud respuestas en materia partidista y de campañas electorales, es la postura más apropiada de una Presidente de la República en torno a partidos políticos y candidatos, referencias que son obligadas de retomar, porque pareciera que en los tiempos del “México de la Transformación”, también se pretenden “transformar” las reglas del ámbito electoral, mismas que han reflejado estar fundamentadas en el fortalecimiento de la vida democrática de los mexicanos para el caso de procesos de elección, pero que de la misma forma deben o deberían de mantenerse, al margen de contiendas “extra-electorales”, que son maquinadas por intereses políticos personales y de núcleos de poder, marcos en los cuales por ambiciones ajenas al interés nacional, se intentan transformar las reglas del juego en beneficio de núcleos de poder.
 
La sociedad en lo general debiera aplicarse en la real interpretación de las causas y los efectos, que pudieran representar un manoseo “insano” de leyes y normas electorales hoy vigentes, que podría dañar el Instituto Nacional Electoral, pese a ser el instrumento que nos ha conducido desde hace más de dos décadas, hacia una real y válida “transformación y avance” en materia electoral y, por lo mismo democrática...
 

Son extraños los senderos por los que ahora transita una “nueva transformación” que nos ha sido prometida como la vía para tiempos de mayor productividad y consolidación de la democracia... Ámbitos que refieren una nueva Transformación con la mirada puesta en los órganos electorales nacionales, distritales y municipales, de los que en gran medida depende la vigencia de una real democracia, o de lo contrario, una tragicómica mascarada...
 
Cabe sobre el tema democrático que abordamos, el cerrarlo con la referencia que heredó al mundo el históricamente polémico (tenía que ser inglés) Winston Churchill:
 
“La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre... Con excepción de todos los demás”.
 

 
Lo que se lee
 
Se difunde en ciertos ámbitos del sector productivo veracruzano, como lo son los integrantes de la COPARMEX, que los escenarios de desempleo en tierras jarochas, se han incrementado de manera sustancial de norte al sur del Estado, e incluso se cita una cifra inicial de cuando menos 50 mil empleos formales, totalmente perdidos en nuestras tierras del son y la bamba, efectos dramáticos que desfasan el desarrollo económico e incluso la estabilidad social, sin que aún el número de desempleados se haya determinado en todas sus dimensiones, por lo que la cifra de 50 mil plazas desparecidas, podría incrementarse incluso de manera considerable, como de igual manera el drama y la angustia que apenas se inicia entre los habitantes de Veracruz.
 
El cuestionamiento sobre el tema es sobre si ya se dispondrá de algún plan eficazmente diseñado por parte del Gobierno del Estado, para estimular la recuperación de plazas laborales cuya desaparición, afectará a miles de familias veracruzanas de norte a sur de la Entidad... Habrá que esperar información sobre programas para recuperar el declive financiero en tierras jarochas.

 
Lo que se ve
 
Los elevados efectos de la pandemia que se ha esparcido sobre el territorio veracruzano y nacional, no debería representar ningún pretexto, para que las autoridades se relajen en materia de operativos destinados a incrementar la seguridad y disminuir los hechos delincuenciales, escenarios que con todo y los efectivos pandémicos, persisten en conformar escalofriantes panoramas que de hecho, están generando miedo y preocupación en miles de habitantes, quienes se encuentran prácticamente atrapados entre las pandemias del coronavirus y las del desorden y la ilegalidad, que con recurrencia originan desapariciones y derramamiento de sangre... ¿Y la Guardia Nacional?
 
Lo que se oye

 
Clara incertidumbre priva entre la sociedad veracruzana, ante las dudas e interrogantes en torno al ya próximo inicio del calendario escolar, mismo que de acuerdo a las perspectivas de mayores niveles de contagios en los marcos de la pandemia, prácticamente deberían de originar que se continuara con cursos impartidos por vía internet como los registrados en el periodo escolar que apenas finalizó...
 
Nadie cree que para el mes de septiembre los escenarios pandémicos sean en mucho diferentes a los actuales, e incluso no faltan quienes predicen que podrían estar peor, por lo mismo, se insiste en la clara posibilidad de que los alumnos reinicien el próximo periodo escolar, igual que como terminaron el anterior, o sea, por vía de las redes de Internet y, en este tema no habría ni qué dudarlo, en tanto que tratándose de niños y adolescentes e incluso jóvenes... Más vale prevenir que lamentar... Tenga un buen fin de semana, cumpliendo con las normatividades vigentes ante la emergencia por la que seguimos transitamos.