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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Encrucijada desafiante
Alfredo Ríos Hernández
8 de julio de 2020
alcalorpolitico.com
*Vetan al dióxido de cloro
*Tapabocas presidencial
*El cinturón de seguridad
 
Durante las últimas décadas, muchas han sido las cruces en los panteones o mausoleos mexicanos en memoria de periodistas que perdieron la vida a manos de criminales, violencia mortal obviamente generada por informaciones o comentarios que incomodaron a hombres de poder, que paralelamente a tal poderío, están habituados al auto-encubrimiento de su ausencia de escrúpulos, escenarios que de siempre se han registrado tanto en el territorio nacional como en otros países del mundo.
 

Es en tales marcos (de amenaza y muerte) e incluso del apunte históricamente referido que enmarca la escalofriante propuesta de “plata o plomo”, en los que (sin duda alguna) ha transitado la actividad periodística, tanto en México como en todos los países del mundo, con mayores referencias en unos territorios que en otros, pero que por tales antecedentes, convirtieron al periodismo en una de las profesiones (calificada por el propio colectivo social) “como de las más peligrosas del mundo”.
 
Décadas atrás (expresión “de lujo” al que tenemos derecho los de la “vieja ola”) prestando mis servicios reporteriles en calidad de Jefe de Información, al amparo de una figura de rayos y centellas como se pudiera calificar al prestigiado periodista Don Rubén Pabello Acosta, fundador, propietario y Director del Diario de Xalapa, recibí una llamada telefónica de un asistente del entonces Gobernador de Veracruz, Don Agustín Acosta Lagunes (uno de los mejores mandatarios que impulsó el desarrollo integral de los veracruzanos) invitándome a sostener una plática de singular rango confidencial.
 
Al llegar frente a Don Agustín, sin previa introducción y de manera imperiosa como de siempre se caracterizaba, Don Agustín me refirió que había sostenido una conversación con Don Manuel Buendía (ya para entonces habían limado ciertas asperezas entre ambos y se referían en ámbitos de excelentes relaciones) en la cual me había recomendado para integrarme al equipo de un nuevo proyecto informativo de rango nacional, e incluso con miras hacia lo internacional, proyecto que sin yo saberlo presidía Don Manuel Buendía.
 

Así arribé a la ciudad de México y conocí ya de manera, no sólo personal, sino como mí Director y Jefe a uno de las figuras más prestigiadas en el mundo del periodismo mexicano, precisamente lo conocí ya con prácticamente todas las oficinas y los equipos electrónicos hoy rudimentarios, pero en aquel entonces los de mayor tecnología, requeridos para operar en los marcos de una agencia de información de primer nivel.
 
Pero existía un problema... Las trabas gubernamentales para convertir en exitosas las operaciones de recepción y transmisión de información tal y como se requerían, sumando a la lista de obstáculos la lentitud obviamente maquinada para frenar el arranque de la agencia, Don Manuel me comentaba: No te preocupes Alfredo, tú a lo tuyo y sigue afinando tu estrategia informativa, porque tarde o temprano arrancamos... Uno de ésos días me señaló que se registraban algunos problemas en la editora de la ciudad de Hermosillo Sonora, que formaba parte del proyecto y donde se publicaba un periódico diario, instruyéndome para que volara hacia Hermosillo, capital de los sonorenses y evaluara la situación para que se tomara una determinación, de todos modos, lo de la agencia seguía bajo una cadena de simulados bloqueos...
 
Estando en Hermosillo Sonora, a un paso de reintegrarme a la Ciudad de México y que arrancara con nuevas dimensiones la agencia informativa, Don Manuel Buendía, un ejemplo de periodismo no solo nacional, sino en marcos internacionales, fue cobardemente asesinado en la ciudad de México a la que amaba con todo su corazón y, en el país al que entregó su vida, como uno de los periodistas más reconocidos del mundo.
 

Don Manuel Buendía es un ejemplo que no desdoran miles de reporteros y analistas sobre tierras mexicanas, unos en modestos sistemas informativos y otros en imponentes consorcios de comunicación, claro que no faltan piedras en el zapato, ello forma parte de la condición humana, pero tales imperfecciones son las que otorgan vigencia al libre albedrío del que goza el ser humano, lo bueno y lo malo existe en todo, hasta en los espacios clericales y los ámbitos gubernamentales... Un amigo titulado en filosofía, en cierta ocasión me comentó: ¿Cómo podríamos distinguir lo bueno, si no existiera lo malo?... La expresión me remontó al libro “Un mundo Feliz” del extraordinario escritor Aldous Huxley...
 
De dónde salen ahora las referencias que el periodismo en México no es honorable y, tampoco ha reflejado ni ética, ni credibilidad, porque de siempre han servido a intereses ajenos al desarrollo equilibrado del país, afectando con tal negatividad el avance integral de toda la colectividad...
 
¿Qué medio de comunicación descalificó la legalidad del triunfo electoral de Don Andrés Manuel López Obrador?...
 

¿Qué sistema informativo refirió que existía fraude en los resultados electorales?...
 
¿Qué radiodifusora, televisora o medio de información impreso, convocó a la desobediencia civil, para frenar el arribo a la Silla Presidencial de Don Manuel López Obrador?...
 
¿Dónde se registraron difusiones en medios de comunicación, para estimular intentos de sabotaje, contra la instauración de un nuevo Gobierno de la República?...
 

¿Dónde están los llamados de sistemas informativos, para bloquear un proceso de transformación gubernamental que fue ordenado por el electorado?...
 
¿Dónde los medios de comunicación descalificaron una “Cuarta Transformación” anunciada el primer día de la administración del actual sexenio federal?...   
 
Ya cercanos a concluir el primer tercio de la actual administración gubernamental “nos sorprendió la pandemia”, lo que definitivamente cambia las circunstancias y, cuando cambian los escenarios obligadamente cambian las perspectivas sobre objetivos de un gobierno, así las cosas, la actual prioridad es frenar los efectos pandémicos originados por el mortal coronavirus, pero de alguna forma la autoridad debe continuar en el cumplimiento de objetivos que también son prioritarios: Seguridad y generación del desarrollo integral, que equivale a estimular y reorientar los programas para fortalecer la actividad industrial, agrícola, pesquera, ganadera, turística, comercial, así como los ámbitos educativos y los vinculados con el restablecimiento de la tranquilidad social, renglones en los cuales los efectos colaterales de la pandemia no sólo originaron estancamiento, sino agudo y preocupante decrecimiento, que de manera dramática impacta a los sectores mayoritarios sin excluir a los núcleos empresariales y de todos los sectores de la colectividad.
 

En todo el trayecto de décadas en el México de hace más de un siglo hasta nuestros días, digamos que desde que se inició la etapa post revolucionaria en nuestro territorio nacional, nunca se había registrado un panorama tan complejo como por el que en la actualidad transitamos, tanto para las áreas productivas, como para los ámbitos de salud, al igual que los espacios gubernamentales.
 
México afronta una encrucijada de enormes desafíos, en ésos escenarios emergentes deberemos ubicar la reunión entre El Presidente de Estados Unidos de Norteamérica y el de los Estados Unidos Mexicanos... Alguien hace ya hace décadas, hacía referencia a una “Vecindad Distante”... Ya veremos.
 
Lo que se lee
 

Ante las referencias de rangos discordantes (incluso apuntadas en este espacio) sobre la desautorización de la Organización Mundial de la Salud para la utilización del Dióxido de Cloro como medicamento, como fármaco para eliminar del organismo al pandémico covid-19, el día de ayer se reconfirmó que dicho fármaco es de elevado riesgo y no resulta apropiado, para eliminar del organismo al coronavirus, que ha cobrado la vida de cientos de miles en numerosos países de todas las regiones del mundo.
 
Con la determinación en referencia de la OMS, se restablece en su totalidad el criterio de especialistas, en lo relativo a lo inapropiado y riesgoso que resulta utilizar el Dióxido de Cloro para tratar a pacientes contaminados por el covid-19... Máxime cuando la opinión sobre dicho “medicamento” refiere el peligro que representa, no sólo como nulo para combatir la pandemia, sino que origina a la vez efectos que causan mayores daños en el organismo, dictamen por el cual de inmediato se debe de suprimir su uso en los ámbitos de referencia.
 
Lo que se ve
 

Una gráfica tomada por un viajero que se transportaba en el mismo avión comercial en el que ayer el Presidente de México, Don Manuel López Obrador, se transportó hacia los Estados Unidos, refiere a la imagen del Presidente cubriéndose parte del rostro al portar un tapabocas... Escena no habitualmente registrada en nuestro país, por lo que en el pié de la foto se apunta: “Es bien raro como algunos mexicanos cambian su comportamiento en cuanto cruzan la frontera de Estados Unidos... Hasta se vuelven respetuosos y cumplidos de las leyes...”
 
El hecho apuntado me recuerda cuando ya muchas décadas atrás, con frecuencia viajaba a Estados Unidos para adquirir productos requeridos en procesos de impresión (para entonces escaseaban en México y a más de ello su precio resultaba muy elevado) al llegar a la frontera norte lo primero que hacía consistía en colocarme el cinturón de seguridad, de regreso, al salir del territorio Norteamericano lo primero que ejecutaba, precisamente consistía en quitarme el cinturón de seguridad.
 
Con regularidad en esos viajes me hacía acompañar de mis pequeños hijos, uno de tantos viajes me dice mi pequeño hijo Alfredo: “Oye Papá, porque siempre que entras a Estados Unidos te pones el cinturón de seguridad y, al regresar a México siempre te lo quitas...” Lo miré de reojo y le contesté: “Porque soy un irresponsable hijo, pero te prometo que nunca volverá a suceder...” Desde ese día manejé con el cinturón de seguridad activado, en la carretera y en la ciudad, creo que fui de los primeros en practicar tal hábito en tierras cordobesas... Décadas después se volvió obligatorio en México... ¿Y la nueva normalidad, acaso no obliga a usar el tapabocas a todos los mexicanos?... Ahí la dejo.
 

Lo que se oye
 
El Partido Acción Nacional por conducto de sus legisladores locales, propone una iniciativa para el Estado de Veracruz, en la cual se establezca la prohibición para que se transporte en motocicleta y triciclos automotores, a menores de ocho años de edad...
 
Claro que el tema resultará singularmente polémico, pese a que por muchas causas dicho transporte debe ser calificado como de alto riesgo para infantes, pero el debate rondará el tema de la imposibilidad de los padres de familia para transportar a sus hijos, no sólo por la escasez de recursos económicos para hacerlo en taxi o en el servicio de transporte urbano, sino también porque con recurrencia, ésos servicios no operan en todas las regiones de las ciudades y mucho menos en los pueblo o la ranchería, donde también habitan los pequeños estudiantes.
 

Ya veremos en qué termina la historia.