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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Justicia para jubilados
Alfredo Ríos Hernández
23 de julio de 2020
alcalorpolitico.com
*Cercados por la pandemia
*Nuestra cruda realidad
*Vacuna hasta la primavera
 
En principio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que presentaría de inmediato ante el Congreso del país, una propuesta de reforma para modificar las leyes que rigen al Sistema del Ahorro para el Retiro, con la idea de suprimir las elevadas injusticias que primordialmente afectan a quienes menos ingresos reciben, marco en el cual de inmediato el propio mandatario invitó al micrófono de “las mañaneras” al Senador Ricardo Monreal Ávila, en la misma tribuna convertida en sala de prensa presidencial, espacio en el cual el líder senatorial refirió que las actuales normatividades que rigen las cifras que recibirán los trabajadores amparados por dichas leyes, son claramente injustas y, por lo mismo, los legisladores recibirán con beneplácito la propuesta presidencial, para estudiarla y evaluarla con la idea de asumir las decisiones legislativas que, en mejor forma, eviten injusticia y beneficien de manera significativa a los que menos tienen.
 

Ciertamente en el país de norte a sur y de este a oeste, desde que se aprobaron las leyes en referencia, se generó la impresión y a la vez enorme preocupación que dichas variaciones en las normas para el retiro de los trabajadores de mayor edad, constituían una verdadera atrocidad disfrazada de “buenas intenciones”, porque prácticamente el derecho a una jubilación que permitiera al trabajador vivir sin agudas angustias, se había convertido en un anhelo quebrantado e injusto, para millones de trabajadores que por su esfuerzo en el transcurrir de décadas, requieren y merecen arribar a la etapa de adultos mayores, aparejado por lo menos, con los niveles de jubilación que estaban recibiendo las generaciones que los antecedieron.
 
Y es que simple y llanamente, la Reforma aplicada para el tema que se expone, sí representa un duro golpe para los mexicanos que vienen atrás de los que actualmente ya se encuentran jubilados, o tienen vigentes sus derechos para ser atendidos en marcos de las reglamentaciones anteriores, sector al que se podría considerar, que “los salvó” la no retroactividad de las leyes y por lo mismo, no pudieron ser encuadrados en las arbitrarias reformas que sobre el tema fueron legalizadas por irresponsables congresistas del pasado.
 
De hecho, las nuevas leyes que en la materia se aplican, refieren que quien se jubile en el marco “de las actuales generaciones de trabajadores”, tiene derecho a que se les entregue lo que les corresponde en relación al Fondo de Ahorros y prácticamente párele de contar, porque cuando se le acabe dicho recurso, usted sólo tiene válida su pensión para el servicio médico del IMSS, pero lo económico, lo monetario lo rige lo que prácticamente “usted ahorró” y párele de contar.
 

Nunca se podrían comparar los beneficios que representan “un salario como pensionado” más el reintegro de un único abono de lo que corresponde al ramo de ahorros por el retiro, que sólo recibir lo que usted globalmente ahorró, pero sin derecho a una pensión mensual, como la reciben quienes se jubilaron con anterioridad.
 
No se encuentra por el momento a nuestro alcance, información más específica sobre las características de la nueva reforma en cuestión, pero de hecho mucho se hablará con el transcurrir de los días, primordialmente si la finalidad de la nueva reforma realmente contiene “transformaciones” que permitan, a quienes se jubilen bajo tales esquemas, recuperar niveles de ingresos que amplíen sus posibilidades de bienestar en lo general, así como el de su compañera de vida... Los adultos mayores de éste, nuestro país, merecen transitar el tramo de su etapa de despedida, con mayores posibilidades de tranquilidad y bienestar en lo general e, insistimos, en ese tema es correcto lo que se propone ejecutar el Gobierno de la Transformación, al presentar sus propuestas al Congreso de la Unión para que dictamine la conducente... Esperemos que la iniciativa resulte efectivamente para el bien de todos los mexicanos y, en especial, de todos los pensionados del IMSS.
 
Lo que se lee
 

Un muy significativo porcentaje de empresarios mexicanos y obviamente veracruzanos, consideran que aparejado a las medidas asumidas por las autoridades frente al crecimiento de la pandemia, de manera cotidiana y ya como si se tratara de una secuela generalizada, se suman al quebranto tanto propietarios de “tiendas de la esquina” como empresarios de todos los rangos y géneros, situación claramente originada porque el consumidor también se encuentra económicamente deprimido, o sea, la referencia es que simplemente ha decrecido dramáticamente el dinero circulante y, ante ello, se presentan efectos negativos para los comerciantes y prestadores de servicios de todas las ramas y dimensiones.
 
De hecho, constituye esa clara referencia del quebranto, el que obligue (pese a la emergencia pandémica) a que las autoridades reduzcan su exigencia del cierre de actividades comerciales y empresariales en lo general, pero poco impacto se advierte porque, de igual forma, los consumidores (muchos de ellos en el desempleo) no disponen de los recursos necesarios para adquirir lo que se requiere al interior de sus respectivos hogares.
 
Y mientras el sector comercial expone sus elevados problemas, por las mismas causas siguen incrementándose los niveles del desempleo ante la cancelación o suspensión de plazas laborales, escenarios que no se califican como de corto plazo, primordialmente porque las mediciones sobre los avances de la pandemia en el territorio veracruzano y mexicano en lo general, anuncian sobre la saturación de centros asistenciales pese a que, son realmente muchos son los pacientes que se encuentran recluidos en sus casas, lejos de la mirada oficial, atendidos por médicos particulares.
 

La cruda realidad es que, las actuales generaciones de mexicanos al igual que muchos otros países, jamás habrían podido imaginar que en México e incluso a nivel global, se registraría el escenario dantesco que hoy nos acorrala y agrede sin tregua alguna, al tiempo de no disponer con referencias claras tanto para superar el colapso, como para salvar mayor número de vidas.
 
En el caso del Estado de Veracruz, los niveles de la pandemia nunca han referido ni siquiera en los marcos del más elevado optimismo, escenas convincentes de que se está logrando ganar la batalla, porque no existen rangos de freno y mucho menos decrecimiento, lo que ya nos coloca en la posibilidad de un factible colapso en los ámbitos de asistencia médica, rangos agobiados por las propias dimensiones que representan la expansión del número de pacientes confirmados... Colapso que de recrudecerse habrá de originar un desastre sin rangos de semejanza con escenarios del pasado... Por todo ello, la urgencia de eficacia y de evitar simulaciones, asume rangos de suprema prioridad, escenarios de los que pareciera que no están del todo convencidos en los espacios gubernamentales que dirigen las operaciones para salvar al país... Porque la verdad, ya se trata “de rescatar al pueblo con mayores niveles de efectividad” en tanto que estamos “atrapados por el cerco pandémico”, que cada día se expande quebrantando el bienestar de mayor número de mexicanos.
 
Lo que se ve
 

El incremento en asaltos y robos ya refiere notoria alarma y preocupación en tierras veracruzanas, obviamente el hecho se acredita a que, en toda sociedad cuya economía se encuentra deprimida, habrán de presentarse acciones “antisociales” que, paradójicamente, originarán aún mayores riesgos hacia el decrecimiento productivo y, en regiones como Córdoba, Orizaba, Amatlán de los Reyes, Fortín, Ixtaczoquitlán, Río Blanco y Nogales, así como los municipios de los entornos, ya se inicia el registro negativo de tales escenarios, que son (insistimos) referencias colaterales a los problemas que se presentan ante el colapso económico en lo general.
 
La urgencia de las administraciones municipales, estatales y de la nación, para reactivar la economía en el mayor número de renglones que sea factible, es apropiada para detener los efectos del quebranto generalizado, que “la cuarentena” (la cual ya parece “noventena”) nos está generando en todos los estratos de la economía nacional, incluso con referentes negativos en marcos internacionales... En tales contextos de costo-riesgo, es en los que surge la argumentación del otro rango vital de toda sociedad, que lo constituye la actividad económica en lo general, porque de esa actividad laboral y empresarial, se alimenta el país y se ejecutan obras, así como acciones de rangos médicos para salvaguardar a la población de un efecto pandémico mayormente catastrófico.
 
El cuidarnos, el auto-protegernos para no darle la cara al mortal coronavirus, nos ha obligado a recluirnos en nuestro personal hábitat, o sea en nuestro más valioso refugio que lo constituye nuestro hogar, pero ello deja sin oportunidad a quien vive de vender y, de la misma forma deja sin opción al que vive de fabricar, así la cadena de la compra-venta de cosas, de alimentos o incluso de servicios, registra alteraciones severas que al cerrar el círculo dañan a todos... Por ello el Gobierno sostiene que en la calle y el trabajo debemos respetar “la normatividad”, mientras que los médicos dicen “cierren y enciérrense” tratando evitar “la mortandad...”
 

¿Conceptos entrecruzados uno del otro?... Ni dudarlo, porque uno cuida la vida y el otro cuida el que se tengan los insumos para no morir, pero lo que se contrapone es precisamente la indisciplina para cumplir con las normas de conducta ciudadana, al transitar desprotegidos por los mismos espacios por los que transita el encubierto y peligroso virus pandémico, el mismo que invade las funerarias con sus víctimas mortales, el mismo al que le encanta convivir con los núcleos humanos porque así amplía su criminal presencia, con la ventaja que nadie “lo culpa ni los juzga” porque la culpa es de quien no se protegió ante su arribo, así como de quienes no brindaron la protección que obligadamente deberían de aplicar...
 
¿Qué hacer entonces?... Todo, absolutamente todo lo que se nos recomienda por los especialistas, no existe otra alternativa pese a que, de las disponibles, ninguna de ellas es infalible... Ahí la dejamos.
 
Lo que se oye
 

Y para que se escuche en el mundo entero:
 
La Organización Mundial de la Salud, informó la tarde de ayer miércoles, que la vacuna para protegernos del coronavirus, no se encontrará disponible sino hasta el inicio de la próxima primavera, hagamos nuestros cálculos y coincidiremos que, para los niveles de emergencia por los que transitamos, de aquí “a la bendita primavera” constituye toda una eternidad... Dirían mis abuelos, “Esta más cabresto que bonito”... Para no invadir con “profanidades” el cierre del texto.