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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
¿Mejor convivir que combatir?
Alfredo Ríos Hernández
28 de julio de 2020
alcalorpolitico.com
*La sonrisa orizabeña
*Pandemonio y la Biblia
*Indefensos por pobreza
 
Nuevamente el Presidente de México, Don Andrés Manuel López Obrador, retorna al tema repetitivo del “avión presidencial”, escenarios que han sido programados periódicamente, como si se tratara de un nicho singularmente destacado que le permite al Presidente reactivar su popularidad, y vaya que ahora más que nunca se requiere restaurar niveles de aceptación hacia la imagen del Presidente, en tanto que algunas de las últimas encuestan, ya lo colocan en niveles de aceptación menores al cincuenta por ciento, refiriendo que en los datos correspondientes, el Ejecutivo del país, Don Andrés Manuel López Obrador, registra al 27 de julio una aprobación ciudadana del 47.5 por ciento, cifra que apunta un significativo decrecimiento de aproximadamente 30 puntos, de los casi 80 que llegó a registrar en los inicios de su administración... En tales resultados se reflejan por sí mismos, los claros y preocupantes indicadores de una notoria merma en los niveles de popularidad del Presidente de los mexicanos.
 

Es ya notorio que entre el pueblo de México están surgiendo significativas dudas y obvias referencias de incertidumbres, no sólo ante los escenarios altamente preocupantes registrados en los rangos de inseguridad, espacios en los que incluso se ha convertido en repetitiva la clara exhibición de poderío de rangos paramilitares, mismos que se registran entre organizaciones fuera de la ley, hechos que por simple lógica nos advierten que en materia de seguridad, nada o muy poco se ha logrado en los 18 meses de la actual administración federal, datos que, por su propio peso, ya están originando reflejos de creciente desencanto entre los diversos sectores del pueblo de México.
 
El Presidente López Obrador, ante la endeble o nula respuesta positiva en materia de seguridad, insistimos, argumento fundamental por los que el electorado rechazó respaldar al PRI o al PAN, refirió un escandaloso giro al desintegrar organismos de seguridad “tradicionales” en el país, para conformar una nueva estructura de rango militar la cual denominó como Guardia Nacional, que no es otra cosa que militares habilitados como policías, propuesta que de inmediato y por natural conclusión, la sociedad interpretó como un paso hacia “la militarización del país”, pero pese a opiniones encontradas entre especialistas, las mayorías que integran la sociedad mexicana, tanto en las cumbres empresariales como entre el sector laboral y el campesinado, en significativo porcentaje se sumaron a la idea de militarizar las acciones de seguridad, precisamente por la urgencia de rescatar la tranquilidad social.
 
Pero paralelamente al surgimiento de la militarización, también apareció el nuevo concepto incluso llevado a la práctica de “abrazos, no balazos”, propuesta que como resultado ha generado los abrazos del sector gubernamental, frente a los balazos de los ámbitos delincuenciales, quienes incluso en últimas fechas han difundido videos tanto de su poderío cual grupo armado, así como de escenarios en los que efectúan trabajos de limpieza y embellecimiento de un bulevar, o sea, las claras referencia que desde el enfoque de nuestra realidad, podría ser mejor opción “convivir que combatir”.
 

Y aparejado a los apuntes ya externados, siguen privando en el ámbito de la sociedad mexicana, los escenarios “no gratos” registrados en el primer año y parte del segundo de la actual administración transformista, del singularmente delicado tema de la salud, renglones en los que desde el inicio del actual sexenio presidencial, se agudizaron notoria y lamentablemente la escasez de medicamentos, hecho que fue registrado paralelamente a una especie de rechazo gubernamental, hacia los programas vigentes para entonces en materia de salud.
 
El claro distanciamiento entre los ámbitos de salud pública y la nueva administración federal, se agudizó aún más cuando en los centros de asistencia medica se agotaron los medicamentos para programas vitales e impostergables, como el tema de medicamentos e insumos en lo general para la atención de niños afectados por el cáncer, falla notoria en materia de asistencia vital no sólo para ancianos, sino incluyendo a los pequeños de nuestro país agobiados por los espantosos efectos cancerígenos.
 
Los hechos de angustia, llanto y furia, para muchos analistas “marcaron negativamente” la nueva administración transformadora, e incluso tales reacciones han incidido de manera impactante, en los criterios que apuntan sobre ineficacia en los marcos de la actual administración federal, tendencia que en días actuales se acrecienta, ante la impotencia que se reflejó en los ámbitos asistenciales al aparecer en México la pandemia originada por el Covit-19, marcos en los cuales México ha referido elevados rangos tanto en contagios como en el número de víctimas mortales.
 

Es indudable que en el transcurrir de las primeras semanas del desarrollo pandémico sobre el territorio nacional, los desaciertos resultaron notorios, como lo fue la tardía obligatoriedad de utilizar cubre-bocas y practicar la sana distancia, e incluso el propio Presidente ha escenificado inadecuados mensajes subliminales, al resistirse para utilizar el cubre-bocas en actividades cotidianas, lo que ha sido un escenario acreditado como inapropiado, incluso en ámbitos internacionales... A más de ello, en el listado oficial del número de pruebas ejecutadas para detectar a personas afectadas por el coronavirus, nuestro país aparece en el último sitio del listado, o sea, el que mayor deficiencia registra en éste renglón en el continente americano, por lo que se le otorgan tonalidades rojas.
 
Es preocupante destacar que, antes que los efectos pandémicos dañaran a los mexicanos, el desplome en la economía en lo general y, con ello, en la generación de empleos, refería índices negativos no registrados en los últimos años en el territorio nacional y, ya con la pandemia agrediendo al país, los números rojos del desempleo se incrementaron a niveles sin paralelo en la historia moderna del territorio nacional, tema sobre el cual poco se intenta abordar por parte del sector oficial, porque de momento no existe nada positivo que anunciar que no sean “los recursos que dejará la venta del avión presidencial”... ¿Será?
 
Ayer el Presidente confirmó que los recursos que pudieran obtenerse de la venta del avión y otros renglones, serán destinados para mejorar las instalaciones médicas en beneficio de la población, primordialmente en vinculación con el problema pandémico por el que transitamos, anuncio que obviamente siembra esperanzas entre el pueblo de México, que por momento se ha sentido distante de tales programas asistenciales, los cuales, obligatoriamente debe aplicar el Gobierno de la República, al igual que los estatales y municipales: “Qué así sea”... Se escuchó decir a toda la gente de la aldea.
 

Lo que se lee
 
Que en la ciudad identificada como la vieja Pluviosilla (sonría... Usted está en Orizaba) el Registro Civil asentó en el libro de actas a la primera menor que llevará como primer apellido el materno y obviamente como segundo el de su señor padre... Claro que el hecho pasa a formar parte de la historia de Orizaba que, por cierto, se caracteriza por una población notoriamente apegada a las tradiciones, las cuales las presume y las festina desde décadas atrás, lo que refiere uno de los aspectos que precisamente la distingue, tanto así que hasta recorridos por su embellecido panteón preñado de historia y leyendas, lo han convertido en un centro de atracción turística, a lo que se agregan sus bellas plazas públicas y un convento histórico en el cual, hasta tienen encerrado “al monje loco”.
 
Bien por los orizabeños poseedores de dos palacios municipales, uno convertido en centro de actividades vinculadas con el turismo y el bienestar, mientras el otro (el más grande e impresionante que existe en el Estado de Veracruz) de notoria belleza, funcionalidad y áreas espaciosas, incluyendo una hermosa plaza de armas en su interior, así como un museo de banderas y referencias sobre orizabeños, escenarios que se extienden hasta el Río de la Borda, en el cual se aborda el impresionante teleférico que trasporta hasta las alturas serranas, desde donde se contempla el esplendor de la región de las aguas alegres... Claro que se sonríe de satisfacción cuando se visita Orizaba, municipio que despegó con la solidaridad de la ciudadanía y que ha dejado atrás a todos los municipios de la región, incluyendo a nuestra siempre amada ciudad de Córdoba, la de “Los 30 Caballeros”.
 

Lo que se ve
 
Circula en las siempre abundantes redes de Internet, un texto de rangos bíblicos, realmente apropiado para los tiempos y escenarios por los que atravesamos y, en el que se refiere lo siguiente:
 
1.- ¿Qué se le dijo a Noé antes de que llegue el diluvio?...
 
Quedarse dentro del arca con su familia.

 
(Gen 7: 1-7)
 
2.- ¿Que deberían hacer los israelitas antes que llegara la última plaga?...
 
Quedarse dentro de sus casas con su familia.

 
(Éxodo 12:13)
 
3.- ¿Que tenía que hacer Rahab antes de que Jericó fuera destruida?...
 
Quedarse en casa con su familia

 
(Josué 6:7-22)
 
4.- ¿Que tenía que hacer el pueblo de Dios?...
 
Permanecer en sus casas

 
(Isaías 26:20)
 
 
Lo que se Oye
 
Aseguran especialistas que la pobreza influye de manera notoria, en que sean precisamente tales sectores los que registren los mayores impactos negativos de la pandemia, refiriendo que un significativo número de personas fallecidas, que fueron afectadas por el coronavirus pertenecen a círculos de pobreza que, precisamente por lo mismo, se encuentran expuestos a mayores riesgos cuando son contaminados en los escenarios de la pandemia que nos asola.

 
En todos los renglones del ámbito social, son los que tienen menores recursos quienes eternamente resultan mayormente afectados, no sólo en sus rangos de resguardo ante la carencia de viviendas dignas y apropiadas, sino en todos los aspectos incluyendo la imposibilidad de asumir medidas efectivas de autoprotección, dado que por la misma pandemia y sus efectos colaterales, se han encarecido los alimentos, ya no se diga los medicamentos, paralelamente a que no disponen de seguridad social, ni de la posibilidad de contratar a un médico particular.
 
En ello ha estribado de siempre y las circunstancias así lo reflejan, las fundamentaciones de reclamos de la sociedad hacia sus autoridades, cuando los mexicanos sin recursos acuden a los centros hospitalarios o de consulta médica, pero o no los atienden de inmediato, o no se disponen de los medicamentos requeridos para fortalecer su salud.
 
Mueren los pobres por no percibir ingresos suficientes, lo que dramáticamente les evita recibir atención apropiada... Porque ni existen ofertas de trabajo para ellos, ni disponen (con frecuencia) de alcohol con algodones en las instituciones públicas de salud, ya no digamos de una cama y un ventilador pulmonar que le refiera alguna posibilidad de vida.

 
Ésa es nuestra clara realidad y, por lo mismo, los medios de comunicación han difundido la urgencia para que en los centros asistenciales y hospitales oficiales, se deje de practicar el despido de personal capacitado como si fueran purgas partidistas, y se apliquen mayores recursos tanto en tecnología como en medicamentos, que permitan al sector gubernamental elevar los éxitos y no el número de víctimas... Ya veremos.