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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
¿Atrapados en el atascadero?
Alfredo Ríos Hernández
31 de agosto de 2020
alcalorpolitico.com
*¿Cómo se pierde la vida?
*Sombrías desapariciones
*Las Famas de las vacunas
 
Iniciamos mañana martes el último tercio del año que transcurre, el primer año de una década, que pasará a la historia como uno de los mayormente fatídicos para la humanidad, que nos deja huellas indelebles de espantosas dimensiones negativas, que incluso obligaron al cierre de los tribunales paralizándose la administración de justicia, de una justicia actualmente tan endeble como en los peores tiempos, días en los que se han sumado el cierre en los templos de sus imponentes portones, enclaustrando las pilas del agua bendita e incluso las fuentes bautismales, panoramas en donde las ceremonias religiosas fueron trasladadas hacia las redes cibernéticas, al igual que las relaciones entre padres e hijos, entre maestros y alumnos, e incluso (sin duda alguna) entre muchos pacientes y sus médicos familiares.
 

Hoy ante los efectos pandémicos, ya se inician los señalamientos hacia acciones gubernamentales aparentemente fallidas en los ámbitos de la administración pública, no sólo de México sino de muchos otros países, escenarios que de una u otra forma habrán de influir en los niveles de aceptación o descalificación por parte de la sociedad hacia sus autoridades.
 
Uno de tales entornos más cercanos a tal definición, indiscutiblemente lo constituye el territorio estadunidense, en el cual la reelección de su actual Presidente, Donald Trump, se encuentra sujeta a lo que decida el electorado sobre su actuar, tanto en la pandemia como en los entornos económicos originados por el mortal coronavirus.
 
Es obligado el referir, que país que fuera escenario de contaminación del Covid-19, país que registró no sólo panoramas dantescos entre la colectividad, sino de la misma forma reflejó efectos económicos negativos, que quebrantaron tanto a las empresas como a la economía familiar... En esos marcos hoy el pueblo de México refleja un panorama económico altamente negativo, cuyas secuelas, en apenas unos meses de etapa pandémica, reflejan un derrumbe en la economía que ya ronda (si no es que los supera) los -20 puntos.
 

Las referencias apuntan a un panorama notoriamente complicado de afrontar, si para ello se tienen en cuenta “las dolencias financieras” de los demás países del orbe, sobre todo de nuestros vecinos del norte que, para colmo de males, es afectado en los marcos de una etapa electoral en la que discursos y acciones de tonalidades agresivas hacia México, no nos deberán de causar extrañeza, estilo que desde siempre ha distinguido primordialmente al actual Presidente y nuevamente aspirante presidencial Donald Trump.
 
Así las cosas, el panorama de nuestro futuro inmediato no es nada tranquilizador, evaluaciones que podríamos sintetizar en un listado sobre lo más esencial, que por conveniencia propia deberíamos afrontar los mexicanos de inmediato y con singular eficacia, si de verdad pretendemos superar con buen ritmo los quebrantos por los que atravesamos y en los que, pareciera que hoy nos encontramos atrapados en el atascadero...
 
1.- Claro, se debe acreditar en las instancias gubernamentales las reales dimensiones, área por área y el respectivo sector poblacional, de los daños originados entre la población en los ámbitos tanto de salud pública, como en el renglón económico, en tales evaluaciones se deben de identificar sobre todo los yerros cometidos, sin ocultarlos, sean del nivel y área que resulten, no precisamente para “castigar” sino, en lo fundamental, para corregir de la mejor manera.
 

2.- Nunca un gobernante y menos en tiempos de crisis (como la que hoy nos agrede) debe ignorar ante retos como los que realmente tenemos frente a nosotros, que en tales afanes la opinión de expertos en la materia es “oro molido” (insistimos) sin importar si forman parte de “los chairos o los fifís”, en tanto que dichos calificativos en los ámbitos gubernamentales deberían de ser extinguidos, dado que con tales referencias “se constituye la formal existencia de grupos de poder en pugna”, que nunca deberían de ser alentados desde un aparato gubernamental, donde más que en ningún otro espacio, es prioritario cimentar socialmente la equidad, la clara igualdad y la suma de voluntades... Que no es lo mismo que adoctrinar a todos hacia el mismo establo, en principio porque el ser distintos es un derecho que incuestionable asiste a todo ser humano, sin que esas diferencias contravengan las leyes y normas que nos rigen.
 
3.- Los expertos en el manejo pandémico del coronavirus y los también expertos en el renglón económico en lo general, dentro y fuera del gobierno, así como dentro y fuera de todos los partidos políticos, son los sectores elementales que el Gobierno de la República debiera congregar de inmediato, municipio por municipio, entidad por entidad y la misma estructura presidencial, en la búsqueda de diseñar (todos juntos sin distinción de colores) programas de acción con objetivos inmediatos, así como de corto y largo plazo, para afrontar (insistimos) el otro panorama endémico, con el que se corre el riesgo de mayores niveles delincuenciales y declive financiero, como lo es la ausencia de ámbitos laborales para que todo mexicano disponga de la posibilidad de adquirir ingresos suficientes (no precarios), que le permitan vivir con bienestar y dignidad.
 
4.- Las pandemias por sus referencias devastadoras, también originan, con razón o sin culpa alguna, la búsqueda de culpables, o de los escenarios que le dieron origen, constituyen posturas naturales de quienes reflexionamos que todo efecto tiene en principio una causa, en tales espacios de reflexión, la sociedad lo primero que cuestiona de manera casi instintiva es: ¿Y dónde estaba nuestras autoridades municipales, estatales y federales?... Quienes precisamente son las responsables de nuestro bienestar, que permitieron, toleraron o fueron incompetentes para evitar que se registraran miles de muertos en los centros hospitalarios y que, a más de ello, no evitaron que paralelamente al cúmulo de muertos, millones de mexicanos de todos los extractos laborales quedarán en franco desamparo laboral.
 

Esos y no otros son los escenarios que hoy se registran en México, es lo que se escucha incluso con tonalidades de irritación en las calles de nuestro país y eso que no escuchamos a muchos porque nos encontramos en prolongada cuarentena.
 
Así las cosas: Número de muertos... Número de mexicanos afectados por el coronavirus... Número de empresas quebrantadas... Número de mexicanos desempleados... Constituyen las prioridades fundamentales y por lo mismo de elevada urgencia que, aparejadas al “número de víctimas de la violencia”, exigen en nuestro país acciones congruentes de nuestras autoridades, escenarios alarmantes que nada tiene que ver con “nuevos escudos nacionales”, o con los lujos del avión presidencial, o que ahora “se descubren aviones escoltas” cercanos a las naves comerciales en las que se traslada el Presidente de México, referencias que más parecieran distractores diseñados en las esferas oficiales, para evitar que el pueblo siga dirigiendo la atención hacia lo que es mayormente preocupante y emergente para el país: Frenar la mortandad tanto por la pandemia del coronavirus, así como por la pandemia delincuencial, al tiempo de impulsar la restauración de la actividad empresarial.
 
Tales son las prioridades que conjuntamente nos deberían de ocupar a todos los mexicanos, no los nuevos diseños de símbolos patrios que por cierto, en nada resultan gratos para las mayorías de nuestro país... Sin negar que “algunos sí los aplauden”.
 

Lo que se lee
 
ABUELO... ¿Cómo se pierde la vida?:
 
La vida se pierde de muchas formas hijo...
 

Se pierde cuando quieres vivir la vida de otros y no la tuya.
 
Se pierde criticando los errores de otros, y no mejorando la tuya.
 
Se pierde cuando te lamentas a cada momento por haber fracasado y no buscas soluciones para poder triunfar.
 

Se pierde cuando te la pasas envidiando a los demás, y no superándote a ti mismo.
 
Se pierde cuando te enfocas solo en las cosas negativas, y dejas de disfrutar las cosas buenas.
 
La vida no se pierde cuando dejas de respirar, sino cuando dejas de ser feliz.
 

Gracias Yolanda Montes de Oca, por tu valioso y sensible mensaje.
 
Lo que se ve
 
Para muchos resulta inexplicable (y así lo manifiestan) que pese al enorme aparato gubernamental en materia de seguridad e investigación del que dispone el Gobierno del Estado, sumando a ello los cuerpos de investigación federales, existan registros de cientos y cientos de personas “desaparecidas”, tanto en tierras veracruzanas como en otros muchos puntos del territorio nacional.
 

No existe peor nivel de incertidumbre para cualquier ser humano y en especial el núcleo familiar, que el registrar a uno de los miembros de la familia “en calidad de desaparecido”, angustiosa incertidumbre que se prolonga y que incluso ha otorgado origen a la muerte lenta y angustiante de los progenitores, quienes pierden la vida y, en el mismo lecho de muerte, ruegan al Supremo para que retorne al hogar el hijo desaparecido.
 
El problema de las desapariciones forzadas es tan elevado, que día tras día se escuchan las referencias sobre tales escenarios, incertidumbre que con marcada frecuencia origina el declive en la salud de los familiares, muchos de los cuales no se recuperan y mueren, sin tener ninguna referencia sobre el paradero de quien desapareció en los sombríos espacios de la delincuencia.
 
Hoy los organismos que demandan esclarecimiento sobre los infames delitos de secuestro y desaparición, intentan de alguna forma encontrar vías de acción de mayor impacto, para que sus reclamos de justicia realmente se escuchen en los ámbitos gubernamentales... ¿Hasta dónde tales acciones influirán en el logro de resultados positivos?... Ya nadie tiene claro si es ineficacia o desinterés, que al final es más de lo mismo.
 

Lo que se oye
 
Y por si los espantosos niveles de contagio del Covid-19 no fueran suficientes, se oficializa que las tierras veracruzanas siguen posicionadas en el primer lugar en el país en contagios de tuberculosis, liderazgos negativos en materia de salud pública, que ya se han convertido en hábito en las tierras del son y la bamba, así como el jarabe loco.
 
Recuerdo décadas atrás las campañas que se efectuaban para desparasitar a los chamacos, capsulas que ingeríamos frente al cinturón blandiendo en las manos de nuestra madre (las madres siempre atentas de los hijos)...
 

Hoy las historias son de gripes mortales y nuevos contagios, algunas con vacunas recurrentes y otras (como la del Covit-19) con vacuna en proceso, sin que nadie tenga plena seguridad de una fecha determinada para iniciar la vacunación en tierras mexicanas, como de la misma forma no se dispone de información sobre probables efectos colaterales, ni tampoco de las reales dimensiones de sus niveles de protección.
 
Pero tenga usted la seguridad, que con certeza sobre sus efectos o sin ellos, la demanda para ser vacunados por parte de los mexicanos habrá de ser de características masivas, por lo que tendremos (por parte del gobierno) que organizar apropiadamente tal etapa, eso para cuando se disponga de la ya más reclamada vacuna de la historia... Disfrute Usted un excelente inicio de semana.