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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Exgobernadores en acción
Alfredo Ríos Hernández
30 de septiembre de 2020
alcalorpolitico.com
*Aguas envenenadas
*Tiempo de tormenta
*Rebrotes pandémicos
 
Un significativo grupo de exgobernadores (algunos ya refieren que son 15 o 20) en un inicio emanados del Partido Acción Nacional, entre los que figuran Ernesto Ruffo, Carlos Medina Plascencia y Francisco Barrio, emprendieron la conformación de un órgano socio-político, que pretende registrar actividad sobre todo el territorio nacional, con la finalidad de incentivar la participación ciudadana, precisamente hacia la conformación de un país, que recobre su credibilidad en las instituciones y las leyes que nos rigen, obviamente destacando que los rumbos del actual proceso transformador, no están resultando apropiados para lograr el desarrollo integral de los mexicanos.
 

Los apuntes iniciales del grupo que, por el nivel de sus integrantes, podría convertirse en eje de acciones sociopolíticas de significativa penetración en el marco social de los mexicanos, obligadamente hace pensar en un frente político que busca dimensionar con mayor claridad el desacuerdo de mexicanos, sobre los rumbos que se han tomado en el país en los marcos de la Cuarta Transformación.
 
No son pocos los que, en el territorio nacional, aseguran que el giro sociopolítico que se registra en el país no está generando los efectos que en los propios niveles gubernamentales se confiaba en alcanzar, dado que desde antes de iniciarse los efectos pandémicos en tierras mexicanas ya se registraba un significativo declive en la generación de empleos, como de la misma forma decreció la inversión al tiempo que se advertían escenarios de violencia semejantes a los que el elector había rechazado por conducto de su sufragio, panoramas diversos de interés público que se han agudizado ante los impactos colaterales de la pandemia.
 
Cercanos al inicio del tercer año de la administración auto acreditada como transformadora, la suma de resultados no acreditan, ni mejores índices de bienestar que sólo serían posibles con mayores renglones de productividad, por el contrario, entre la pandemia e inefectividad en el renglón productivo y de combate a la inseguridad (desde antes de la pandemia) México transita por unas de las etapas de mayores complejidades no experimentadas ni por los más ancianos que conforman la población, escenarios irrefutables que de manera cotidiana constatan y obviamente lastiman al colectivo social.
 

Así las cosas y como efectos de nuestros confusos escenarios, hemos ingresado a la etapa de la conformación de organismos que llaman hacia la participación, en el marco de la legalidad, pero que obviamente son canalizados por diversas vertientes, mismas que por simple lógica se encuentran enmarcadas en perspectivas e intereses de grupos diversos, panoramas que no podrían ser ajenos a la vida política, incluso hasta en los más apartados rincones del mundo.
 
Lo que sí queda claro es que en el México actual, la imagen gubernamental de un régimen cotidianamente descalificador, en lugar de acrecentar simpatías está decreciendo en su imagen, sin valorar ni atender con notoriedad a los sectores productivos, que al final del día son generadores de empleos y, en esos marcos deberían buscarse los rangos positivos que unen, no sólo los apuntes negativos que contraponen, al tiempo que obstruyen la valiosa oportunidad de encontrar coincidencias y sumar esfuerzos, uniones socio políticas que por sí mismas, directamente nos podrían inducir hacia la ruta de una mayor productividad...
 
En todo contexto social se debe evitar el gobernar con ocurrencias, aun mucho más dañino si en tales estilos, el actuar del gobernante es, más que sumar, desacreditar... Porque se debe advertir con claridad que la culpabilidad y el castigo lo dictan los tribunales, un Presidente debe sumar voluntades de todos, congregar esfuerzos hacia fines que garanticen el desarrollo integral de la sociedad, en su totalidad, no estimular bandas confrontadas entre los inoportunos calificativos de “fifís y chairos”... La historia signará su sentencia.
 

Lo que se lee
 
La clara tendencia hacia la depredación e indolencia frente a nuestros recursos naturales, los refieren los terribles escenarios que se registran en el Río San Antonio... Un caudal que de niños, los cordobeses utilizábamos para disfrutar de sus aguas cristalinas y elevado caudal, que actualmente cuando no se registra tormenta, se refleja como un ejemplo notable y lamentable de nuestra capacidad aniquiladora, incluso de nuestro propio hábitat, convirtiendo nuestros ríos y arroyos en canales de contaminación, a lo que se agrega el notorio distanciamiento de nuestras autoridades de todos los niveles para reactivar y fortalecer programas realmente eficaces, que permitan eliminar la contaminación de nuestras riquezas naturales, referencias a las que prácticamente ninguna autoridad le presta notoria y permanente atención.
 
La contaminación de los ríos, lagos e incluso mares, es el reflejo de la indolencia y la ineficacia del ser humano en lo relativo a la protección del medio ambiente, el cual constituye parte fundamental de nuestro hábitat y, por lo mismo de nuestra propia subsistencia.
 

Pero los programas para rescatar de la contaminación nuestras aguas se han convertido en una farsa, resultado precisamente de los ámbitos demagógicos en los que hemos transitado; muestra de ello es que ni hoy ni ayer hemos logrado realmente limpiar nuestras aguas, por el contrario, cada día reflejan mayores niveles de envenenamiento, lo que por sus efectos colaterales constituye un proceso hacia el suicidio colectivo.
 
¿Hasta cuándo pueblo y gobierno referirán eficacia y resultados positivos, en materia de protección y recuperación de nuestras riquezas naturales?...
 
Insisto, todo será falsedad en programas ambientalistas mientras sigamos contemplando nuestros arroyos, lagos, ríos y mares, envenenados como resultado de nuestra incompetencia e indolencia.
 

Lo que se ve
 
Las opiniones de expertos en el renglón meteorológico, confirman que el resto de la presente semana existe la posibilidad de que se registren intensas lluvias en amplias áreas de la entidad veracruzana, referencia que debe originar el estado de alerta, en aquellos puntos ya tradicionalmente identificados como proclives a desbordamientos e inundaciones.
 
Debe quedarnos claro que en tierras veracruzanas existen antecedentes de inundaciones de altos índices de peligrosidad, en regiones ya identificadas tanto por las autoridades como por la misma población, conocimientos y experiencias que deben aportarse para el caso de que, ante la posibilidad de alto riesgo, se proceda en tiempo y forma, con toda oportunidad antes de que se incremente el nivel de riesgo.
 

Dramáticas y numerosas han sido las experiencias negativas que ante inundaciones, han sobrevivido muchos veracruzanos, por lo que en éstas fechas de tiempos tormentosos, lo prudente es actuar en los marcos de la cordura y con apego a las instrucciones que para el caso se establezcan.
 
Lo que se oye
 
Mucho cuidado se debe tener en México con las acciones que se emprenden en torno a la pandemia, referencia de los riesgos es que el día de ayer, el Gobierno de Alemania aplicó con rangos de emergencia mayores limitaciones en torno a reuniones incluso familiares y, ya no se diga sobre fiestas, todo ello como un esfuerzo emergente, para contener el rebrote pandémico que en ése país se ha estado generando en los últimos días.
 

Ya son varias las regiones en el mundo que han ejecutado pasos hacia atrás, luego de destensar las medidas de enclaustramiento, situación indicadora para que en México no se baje la guardia y se prolonguen los programas de sana distancia, hasta que se confirme que en realidad existen posibilidades de retornar a la normalidad... Más vale prevenir que acrecentar la lista de fallecimientos.