26 de octubre de 2020
alcalorpolitico.com
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twitter: HELÍHERRERA.es
Y el pueblo bueno votó y castigó, como en 2018, a sus verdugos.
Igual lo hizo en las elecciones del año pasado en los estados de Aguascalientes, Baja California, Durango y Puebla, donde a pesar de que MORENA ganó la gubernatura en ésta última, en las 4 entidades federativas su votación se fue a pique. Allí, mayoritariamente la sociedad sufragó por el PAN; ahora, en las del domingo 19, reflexionadamente repitió la dosis: menos votos al partido de Andrés Manuel López Obrador, y en esta ocasión premió al PRI, anteponiendo seguramente el apotegma “más vale malo por conocido, que seguir apoyando a quien nos utilizó y engañó”.
Pero hay que aprender de las derrotas, de nuestros tropiezos, de nuestros errores nos dice la vida, nuestros padres, nuestros amigos, empero los >morenos< tampoco han querido hacerlo por soberbia, lo afirmo, porque por más que uno, 10, 100, 1000 personas les han dicho comedidamente, que reconozcan que están haciendo las cosas mal, que les están incumpliendo todas las promesas que hicieron hasta antes del primero de julio de 2018, que rectifiquen el rumbo político, la ruta económica, el camino en materia de salud y de seguridad pública, no han querido hacerlo (o no saben y por ello no han podido), lastimando con esas omisiones a la sociedad, desde la clase media alta hacia abajo, empoderando a los adinerados de este país con esas políticas públicas neoliberales, aunque, ya sabe usted quien, diga que en México, a ese modelo económico ya lo desapareció, aun sólo haya sido por decreto.
Por eso el voto en contra de MORENA, por inexpertos, incapaces e ineficaces, pero principalmente por mentirosos (me refiero a las cúpulas que están en las esferas del poder público, no a las mujeres y hombres que militan allí creyendo que esa nomenklatura les iba a cumplir la palabra empeñada de construir un México con desarrollo, con oportunidades para todos, seguro, con posibilidades de disfrutar una vida feliz, como antes lo prometió el PRI, como antes lo prometió el PAN, como hoy estos gobernantes magentas.
Fallaron en bajar los precios de los combustibles (aunque hoy nieguen que lo dijeron, hay videos de AMLO donde lo dijo), fallaron en regresar el Ejército a los cuarteles; fallaron en desaparecer la reforma educativa peñanietista >no va a quedar ni una coma de ella, según López Obrador< y allí sigue ese remedo, con la agravante que ahora le restan dinero a la educación, a la ciencia y la tecnología,
¡Y de que íbamos, después de seis meses, a ser una nación más segura y más feliz, mejor ni hablamos!
¿Qué creyeron: que el pueblo bueno no tenía memoria? ¿Qué se le iban a olvidar estos compromisos, y otros más que para que escribirlos?
El escenario de inconformidad y repudio acumulado por el pueblo bueno, previo a la elección de 2018, que se volcó en un voto masivo para MORENA, es el mismo que está permeando en cada elección, y así sucederá para el 6 de junio del año venidero.
Lo escribí en varios artículos publicado en este mismo espacio desde febrero de 2019: MORENA se cae, porque defraudó la confianza de sus 30 millones de sufragantes. Muchos millones de éstos ya no los apoyaron en los siguientes procesos electorales, como sucedió en las elecciones de ese año (2019), y los pasados del 19 de este mes y, como sucederá, inclusive, en las elecciones del 6 de junio de 2021 (lo preciso a 8 meses de distancia).
Por eso en Veracruz los morenos desaparecieron de la Constitución Local la revocación de mandato y decidieron mandarla a la basura, a pesar de ser bandera de AMLO, y por eso también, a nivel nacional y local crearon partidos políticos nacionales y estatales satélites, pretendiendo recoger mucho ripio legislativo de ellos, para compensar las pérdidas que tendrán vía su partido magenta.
No será así; esa morralla política solo pervivirá hasta el día que las autoridades electorales les notifiquen que no alcanzaron el 3% de la votación y como llegaron, se irán.
La fractura que internamente están sufriendo en lo nacional y también acá en Veracruz, será de consecuencias funestas, que sólo la noche del domingo 6 de junio las valorarán >como sus compañeros en Coahuila e Hidalgo lo están haciendo ahora<. Un termómetro de lo que se les avecina es la marcha del millón, convocada para el pasado sábado, en la ciudad de México, por simpatizantes del presidente Andrés Manuel, para contrarrestar la de FRENA de la semana pasada, dado que no llegaron mas que a 5 mil 700 personas (tomando como fuente la nota del periódico El Universal, que cita la cifra que maneja el gobierno de la CDMX), lo que entrevé un mal augurio para el futuro electoral del lopezobradorismo en el país.
Para gobernar a una sociedad, se necesita capacidad, liderazgo, diálogo, actitud, entereza y humildad, mucha humildad para sumar siempre y nunca restar. La cúpula magenta está huérfana de estas cualidades. Sus últimos resultados electorales hablan de ello.
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Y el pueblo bueno votó y castigó, como en 2018, a sus verdugos.
Igual lo hizo en las elecciones del año pasado en los estados de Aguascalientes, Baja California, Durango y Puebla, donde a pesar de que MORENA ganó la gubernatura en ésta última, en las 4 entidades federativas su votación se fue a pique. Allí, mayoritariamente la sociedad sufragó por el PAN; ahora, en las del domingo 19, reflexionadamente repitió la dosis: menos votos al partido de Andrés Manuel López Obrador, y en esta ocasión premió al PRI, anteponiendo seguramente el apotegma “más vale malo por conocido, que seguir apoyando a quien nos utilizó y engañó”.
Pero hay que aprender de las derrotas, de nuestros tropiezos, de nuestros errores nos dice la vida, nuestros padres, nuestros amigos, empero los >morenos< tampoco han querido hacerlo por soberbia, lo afirmo, porque por más que uno, 10, 100, 1000 personas les han dicho comedidamente, que reconozcan que están haciendo las cosas mal, que les están incumpliendo todas las promesas que hicieron hasta antes del primero de julio de 2018, que rectifiquen el rumbo político, la ruta económica, el camino en materia de salud y de seguridad pública, no han querido hacerlo (o no saben y por ello no han podido), lastimando con esas omisiones a la sociedad, desde la clase media alta hacia abajo, empoderando a los adinerados de este país con esas políticas públicas neoliberales, aunque, ya sabe usted quien, diga que en México, a ese modelo económico ya lo desapareció, aun sólo haya sido por decreto.
Por eso el voto en contra de MORENA, por inexpertos, incapaces e ineficaces, pero principalmente por mentirosos (me refiero a las cúpulas que están en las esferas del poder público, no a las mujeres y hombres que militan allí creyendo que esa nomenklatura les iba a cumplir la palabra empeñada de construir un México con desarrollo, con oportunidades para todos, seguro, con posibilidades de disfrutar una vida feliz, como antes lo prometió el PRI, como antes lo prometió el PAN, como hoy estos gobernantes magentas.
Fallaron en bajar los precios de los combustibles (aunque hoy nieguen que lo dijeron, hay videos de AMLO donde lo dijo), fallaron en regresar el Ejército a los cuarteles; fallaron en desaparecer la reforma educativa peñanietista >no va a quedar ni una coma de ella, según López Obrador< y allí sigue ese remedo, con la agravante que ahora le restan dinero a la educación, a la ciencia y la tecnología,
¡Y de que íbamos, después de seis meses, a ser una nación más segura y más feliz, mejor ni hablamos!
¿Qué creyeron: que el pueblo bueno no tenía memoria? ¿Qué se le iban a olvidar estos compromisos, y otros más que para que escribirlos?
El escenario de inconformidad y repudio acumulado por el pueblo bueno, previo a la elección de 2018, que se volcó en un voto masivo para MORENA, es el mismo que está permeando en cada elección, y así sucederá para el 6 de junio del año venidero.
Lo escribí en varios artículos publicado en este mismo espacio desde febrero de 2019: MORENA se cae, porque defraudó la confianza de sus 30 millones de sufragantes. Muchos millones de éstos ya no los apoyaron en los siguientes procesos electorales, como sucedió en las elecciones de ese año (2019), y los pasados del 19 de este mes y, como sucederá, inclusive, en las elecciones del 6 de junio de 2021 (lo preciso a 8 meses de distancia).
Por eso en Veracruz los morenos desaparecieron de la Constitución Local la revocación de mandato y decidieron mandarla a la basura, a pesar de ser bandera de AMLO, y por eso también, a nivel nacional y local crearon partidos políticos nacionales y estatales satélites, pretendiendo recoger mucho ripio legislativo de ellos, para compensar las pérdidas que tendrán vía su partido magenta.
No será así; esa morralla política solo pervivirá hasta el día que las autoridades electorales les notifiquen que no alcanzaron el 3% de la votación y como llegaron, se irán.
La fractura que internamente están sufriendo en lo nacional y también acá en Veracruz, será de consecuencias funestas, que sólo la noche del domingo 6 de junio las valorarán >como sus compañeros en Coahuila e Hidalgo lo están haciendo ahora<. Un termómetro de lo que se les avecina es la marcha del millón, convocada para el pasado sábado, en la ciudad de México, por simpatizantes del presidente Andrés Manuel, para contrarrestar la de FRENA de la semana pasada, dado que no llegaron mas que a 5 mil 700 personas (tomando como fuente la nota del periódico El Universal, que cita la cifra que maneja el gobierno de la CDMX), lo que entrevé un mal augurio para el futuro electoral del lopezobradorismo en el país.
Para gobernar a una sociedad, se necesita capacidad, liderazgo, diálogo, actitud, entereza y humildad, mucha humildad para sumar siempre y nunca restar. La cúpula magenta está huérfana de estas cualidades. Sus últimos resultados electorales hablan de ello.