Ahora sí se la pusieron difícil al gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien los maestros del Sindicato de Trabajadores Normalistas y de la Educación en Veracruz (STENV) le demandan hacer pública “la posición del Gobierno del Estado” respecto a la embestida orquestada por Elba Esther Gordillo Morales, presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien en días pasados propuso “cambiar su estructura” porque –dijo- “ya no funcionan, ya no hay dinero, ya no hay empleo, ya no tenemos posibilidad de cobertura”. De ahí que los normalistas de Veracruz se cuestionen “¿Ese cambio estructural se refiere al cierre de TODAS las escuelas normales? ¿A algunas normales? ¿A cuáles? ¿Con qué criterios se piensa decidirlo? ¿Será la propia SEP quien lo determine o será el SNTE?”.

 

En un desplegado dirigido a la clase trabajadora y a la opinión pública (Diario de Xalapa, 26/06/2011) los integrantes del STENV hacen una airada defensa de las escuelas normales y de la educación pública, expresan su repudio a estas declaraciones de Elba Esther, subrayan la defensa de la escuela pública, de las escuelas normales y del Artículo Tercero Constitucional; y reclaman del magisterio un ejercicio de reflexión en torno a esta problemática y una toma de postura que detenga la “paulatina desacreditación de la escuela pública”.

 

Así también, exigen un pronunciamiento público de las bases del SNTE, quienes –dicen los normalistas- debieran estar avergonzados por el papel de su líder vitalicia: “¿Cuál es la posición de los docentes agremiados al SNTE que laboran en Escuelas Normales?”. Y así como reclaman la definición pública y efectiva de los maestros del SNTE, también demandan al gobernador Javier Duarte de Ochoa que defina y haga pública la posición del gobierno del estado, cosa nada fácil en tiempos de sucesión presidencial, cuando el PRI y el PAN se disputan el apoyo del voto corporativo del sindicato más grande de Latinoamérica.

 

El mensaje de Elba Esther dentro del V Congreso Nacional de Educación y el III Encuentro Nacional de Padres de Familia y Maestros, sonó a sentencia entre los normalistas debido al poder político de “la maestra” y su maridaje con el gobierno federal, pues a nadie se le olvida que la estrategia electoral de Gordillo Morales cargó la balanza del resultado electoral del 2006 a favor del PAN en la sucesión presidencial. Para rematar, Claudio X. González, presidente de la Fundación Televisa e invitado especial en el referido congreso, también expresó sus deseos en voz alta, luego de calificar a las escuelas normales de mediocres y hervideros de política y grilla, se preguntó: ¿cuándo nos vamos a atrever a cerrar las que se tienen que cerrar y a meter lana a las que van a preparar a los maestros del futuro de nuestro país? Además, propuso que en lugar de mantener a las escuelas normales se abra más la oferta de otras instituciones privadas y públicas (La Jornada, 23/06/2011).

 

De ahí la preocupación de los normalistas que llaman a “todos los trabajadores de la educación” a reflexionar sobre la política de ataque frontal del régimen a la educación pública, para entregar este derecho humano a la competencia del libre mercado, de modo que estudien sólo quienes puedan pagar su educación; acusaron la responsabilidad de la “mafia de la cúpula del SNTE” en la problemática que enfrenta este sector en el país y, denunciaron el contubernio de Elba Esther con los poderes de la iniciativa privada y con el gobierno federal de cara al proceso electoral del 2012, en que valiéndose de las bases magisteriales se posiciona con el registro de su partido, el PANAL, ante el IFE y los grupos de poder económico y político en el país. Finalmente, los normalistas se dice)n atentos al pronunciamiento del gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa en defensa –por supuesto- de la educación pública y de las Escuelas Normales.