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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Transformación educativa
Alfredo Ríos Hernández
2 de diciembre de 2020
alcalorpolitico.com
*México preocupa a la OMS
*Danza yunista porteña
*Los dos años de AMLO
 
Uno de los efectos colaterales a las reacciones del conglomerado social como resultado directo de la pandemia, no sólo lo es el incremento de la actividad comercial por vía de las rutas cibernéticas, sino de la misma manera, lo referente a la conexión directa entre médicos y pacientes, agregando a ello lo que ya algunos refieren como la más importante aportación de la cibernética al sistema educativo del mundo, escenarios que incuestionablemente en ningún momento se podría haber previsto por instituciones educativas del mundo entero.
 

De hecho, la cibernética de la que ya dependía en significativa medida la actividad industrial y comercial, incluyendo a los espacios de la medicina y la salud, así como obviamente los sistemas de comunicación, con la presencia de la amenaza pandémica se convirtieron en el eje fundamental e incluso único para otorgarle continuidad a los sistemas de educación básica, media y superior, en dimensiones nunca antes registradas y, ni siquiera imaginadas aplicándose de manera cotidiana, escenarios que se registraron prácticamente en la mayoría de los sistemas educativos de países agredidos severamente por la pandemia.
 
Es incuestionable que en el caso específico de México, uno de los países que no podría ser considerado como de los pioneros en lo relativo al surgimiento y uso de sistemas computacionales, los efectos colaterales de la pandemia, de hecho han forzado a la colectividad hacia la adopción de tal tecnologías, sobre todo por lo referente al enclaustramiento forzado y a la transformación que la actividad comercial, cultural, industrial y actualmente educativa (en especial el renglón de enseñanza básica) ha generado en prácticamente en todos los continentes.
 
Como resultados de la pandemia, México y seguramente muchos otros países, se vieron precisados en los espacios educativos y de servicios en lo general, a dirigir la mirada en todas sus dimensiones hacia la cibernética, tanto así que en unos cuantos meses (en tanto que no llevamos un año transitado en espacios pandémicos) los alumnos de las múltiples escuelas tanto de preprimaria hasta niveles profesionales y de posgrado, debieron convertirse (para tener acceso a la continuidad en el proceso de su formación) en cotidianos y prolongados navegantes cibernéticos, referencia que obviamente se anexa a los renglones de su capacitación.
 

El resultado de ello incuestionablemente que resultará singularmente valioso, porque sin lugar a dudas, de manera circunstancial los estudiantes hoy en día habrán de constituir una generación de trabajadores en lo general, con clara visión de “un mundo cibernético”, exactamente al que desde los espacios tecnológicos se aprecia como viable escenario del porvenir.
 
Los estudiantes de hoy habrán de participar en el cercano mañana, en un mundo mayormente “dominado” por los avances computacionales, no imaginados en su momento por quienes apenas representamos una generaciones adelante, universo cibernético que redujo sus espacios para su desarrollo y dominio, precisamente por los escenarios emergentes “de terror” o “de prevención” (llámelos usted como guste) que originó la guadaña pandémica que transita con sus monstruosos efectos por los distintos continentes del mundo.
 
Cuando contemplo a mis pequeños y adolescentes nietos absortos frente a la pantalla cibernética, escuchando e incluso sosteniendo diálogos escolares, como si se encontraran en el salón de clases, en las cuales también existe el recreo y obviamente el intercambio de opiniones, así como las preguntas del maestro y las respuestas de los alumnos, indudablemente que me traslado a mis tiempos de escuela tan distantes, tan añorados, días de reglazos y tirones de oreja, de encierro escolar y persecuciones en el recreo, al hacer en la actualidad la comparación pienso de inmediato que mejor fue lo mío, sin darme cuenta que en realidad “es mejor lo de ellos”, porque no todo tiempo pasado fue mejor y lo mejor, para las nuevas generaciones estudiantiles, es recluirse en la escuela cibernética para protegerse de la agresión endémica y, capacitarse en los marcos de espacios cibernéticos, porque tal es la tecnología que ya inició su dominio sobre todos los pueblos de la tierra.
 

Así las cosas... La pandemia, con todo y su soplido de escalofriante espanto y sus terroríficos efectos asfixiantes, pareciera que en México hace eco del tan proclamado proceso de transformación y, en principio (que de ninguna manera es cosa menor) se ha transformado la práctica de la educación en México, inculcándose con ello un nuevo escenario de formación para las nuevas generaciones, que ahora le llamamos “educación a distancia”, nueva “revolución educativa” que pareciera haber llegado para quedarse... Ya veremos.
 
Lo que se lee
 
“El ritmo de incremento de casos y muertes en México (por la pandemia) es muy preocupante” de ésa forma: Tajante, enérgica y alarmante, se expresó el doctor Tedros Adhanom Ghebre-yesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al mostrar su claro desacuerdo en torno a las medidas asumidas en México, tanto para atender a los pacientes, como para contener la ola contaminante que sobrepasa por mucho el millón de afectados por la pandemia, así como más de ciento quince mil fallecimientos.
 

Ya anteriormente la misma OMS había mostrado tonalidades preocupantes, debido a que México reflejaba (y sigue en lo mismo) el mayor porcentaje de fallecimiento en el mundo, originados por el coronavirus, a lo que ahora se suma un ritmo de incremento de contagios notorio, cuando se esperaba precisamente lo contrario.
 
Así las cosas, hoy México se encuentra ante la mirada inquisidora de los especialistas en medicina más prestigiados y reconocidos del mundo, al tiempo que ya se registran rebrotes de mayor intensidad, que están colocando en riesgo de muerte a mayor número de mexicanos.
 
Urgente es reactivar acciones con mayor energía y eficacia para frenar la expansión del contagio y, al mismo tiempo, incrementar la capacidad tecnológica y médica en los centros hospitalarios, para reducir el número de fallecimientos.
 

Y mientras tales señalamientos se escuchan en el exterior, el presidente de los mexicanos al iniciar su primer día de su tercer año de administración, refiere con energía: “La pandemia no nos ha rebasado”... ¿Pues entonces a quién creerle?
 
Lo que se ve
 
Severos comentarios ha originado la autopromoción de Miguel Ángel Yunes Márquez, quien aparentemente pretende nuevamente ser candidato a la presidencia municipal del bello puerto jarocho, del cual ya fue alcalde y también lo es su hermano.
 

Ciertamente no resulta un escenario común que dos hermanos transiten de manera recurrente por la misma Presidencia Municipal, que por cierto es considerada como la más importante del Estado de Veracruz, incluso superior en rango de fama pública a la de la Ciudad de Xalapa, la que de alguna forma “desdora” la cercanía del Palacio de Gobierno del Estado.
 
Lo cierto también es que los hermanos Yunes Márquez no han hecho un mal papel como Presidentes Municipales porteños, situación que obviamente preocupa a quienes aspiran a la misma posición y que nunca antes se han sentado en la silla presidencial porteña, el municipio con el mejor carnaval de México y una de los más sobresalientes en temporada de Semana Santa...
 
Ya veremos en qué termina la historia del ahora carnaval partidista.
 

Lo que se oye
 
Al iniciar su tercer año de administración, el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, asegura haber cumplido con 97 compromisos adquiridos en su campaña y que, en ése marco, sólo le quedan tres para cumplir los 100 a los que se comprometió... Usted apreciado lector: ¿Qué opina?