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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Impunidad criminal
Raymundo Jiménez
26 de enero de 2021
alcalorpolitico.com
Tres días después de la balacera en el fraccionamiento Ensueño, donde el pasado miércoles fuerzas policiacas del estado ubicaron entre la avenida Murillo Vidal y la calle Río Papaloapan una casa de seguridad con ocho personas privadas de su libertad –que iban a ser ejecutadas por sicarios de un grupo criminal–, muy cerca de ahí, a casi kilómetro y medio de distancia, en el acceso al fraccionamiento La Herradura, atrás del Museo de Ciencia y Tecnología “Kaná” (antes Museo Interactivo de Xalapa, MIX), colectivos de búsqueda de personas desaparecidas hallaron varios restos humanos.
 
En realidad el macabro hallazgo ya no sorprendió tanto como la impunidad con la que organizaciones delincuenciales han operado y pretenden seguir actuando en la ciudad capital.
 
De hecho, no es la primera vez que aparecen cadáveres en esa amplia zona verde que está sobre la avenida Murillo Vidal cerca del entronque con la carretera federal hacia el puerto de Veracruz.
 

El primer hallazgo que estremeció a los xalapeños ocurrió en mayo de 1995, a mediados del sexenio del ex gobernador Patricio Chirinos Calero (1992-1998), cuando fue descubierto el cuerpo descuartizado de Sonia Patricia Reyes Platas en el fraccionamiento Pozo Azul, vecino de La Herradura, también colindante con el IMAX.
 
Coincidentemente, en esa administración priista, despachó de 1992 a 1997 como secretario general de Gobierno Miguel Ángel Yunes Linares, quien casi 20 años después llegó a la gubernatura de Veracruz como candidato de la alianza PAN-PRD.
 
En su primer año de gobierno, en la víspera de las fiestas patrias, a mediados de septiembre de 2017, en el parquecito del mismo fraccionamiento Ensueño, casi sobre la avenida Murillo Vidal, aparecieron decapitados los cuerpos de los hermanos Juan Salvador y Jorge Luis Patiño León, exintegrante del grupo musical “La Banda que Manda”, y de su novia Denisse Yazaret Morales Juárez.
 

Y el 13 de enero 2018, en el último año del bienio yunista, fue abandonada en el acceso al fraccionamiento Lomas del Tejar, en el entronque con la avenida Murillo Vidal –a pocos metros del MIX, de La Herradura y de Pozo Azul–, una camioneta tipo Van con nueve cadáveres desmembrados. El grupo criminal 35-Z dejó tres mensajes escritos contra el secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, y su director de Operaciones, Gerardo Guzmán. Los amenazaron por “no respetar el acuerdos k teníamos”.
 
Anteriormente, en el sexenio del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, fue desaparecido el ingeniero Christian Morales Carreto, un ex funcionario de su absoluta confianza que al inicio le operó como Secretario Técnico de la Secretaría de Desarrollo Regional (Sedere) y posteriormente en el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), quien el 21 de julio de 2010 –a escasos cuatro meses de que concluyera la administración fidelista– fue “levantado” por un comando armado cuando cenaba tacos en el popular mercado de Los Sauces, de Xalapa.
 
Y, en el régimen de Javier Duarte de Ochoa, el caso más sonado fue el del joven cantante Gibrán David Martíz Díaz, ex participante de la “Voz México, quien en enero de 2014 fue secuestrado, torturado y ejecutado. Su cadáver fue descubierto en un paraje del municipio de Puente Nacional, a un costado de la carretera estatal Conejos-Huatusco.
 

Su padre, Efraín Martiz Aguirre, reveló que el agente del Ministerio Público, Guillermo Bencomo, se negó a entregarle una copia de la averiguación previa (AP-045E-2014*13-06-2014-049547-Z), pero que logró fotografiar varias de las páginas en las que se encontraba una relación de llamadas desde el celular de Gibrán (2291065252).
 
Según los documentos, el teléfono estuvo siendo “encendido” y “apagado” desde el día de la sustracción de su hijo y de su amigo Luis Eduardo Caballero, un joven originario del puerto de Alvarado que había discutido en una discoteca de Xalapa con Alan Román Mendoza, (a) “Alan Romahn” o “Pin Pon”, hijastro de Arturo Bermúdez Zurita, a la sazón secretario de Seguridad Pública.
 
De acuerdo con Efraín Martiz, el localizador GPS del celular de su hijo registró las coordenadas de tres distintas direcciones entre el 7 y el 12 de enero, antes de que aparecieran los cadáveres en el municipio de Puente Nacional: uno fue el lugar donde fueron secuestrados, cerca del Congreso local, en la avenida Ferrocarril Interoceánico, de Xalapa; otro en el conjunto residencial “Las Ánimas”, donde, dijo, “sé que ahí vive el titular de la SSP, Arturo Bermúdez”, y uno más en la Academia de Policía de El Lencero, municipio de Emiliano Zapata. Se deduce que de ahí lo trasladaron por la carretera libre Xalapa-Veracruz, hasta la desviación de Conejos hacia Huatusco.
 

Estos crímenes, por supuesto, siguen impunes.