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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Gobierno y productividad
Alfredo Ríos Hernández
26 de febrero de 2021
alcalorpolitico.com
*Se va JPMorgan de México
*Enfermeras para vacunar
*Los mismos de siempre
 
Más allá o más acá de que pudieran existir desfalcos en la hacienda pública del gobierno que se promueve como transformador, los resultados de la reciente auditoria ejecutada a la administración federal, por los datos contradictorios que refieren, “cuando menos” desorden en el manejo de los recursos públicos y, es obvio que donde priva “el desorden administrativo” impera la incompetencia, así como surge la estela de dudas sobre “los buenos oficios” al interior de la estructura gubernamental.
 

Pero a más de ello, bien se podría sostener que dicho dictamen refiere ante el colectivo social, ya no sólo que las cosas en palacio van despacio, como lo son los temas de la pandemia, donde registramos un porcentaje escalofriante en el número de fallecimientos, así como la carencia de medicamentos y atención apropiada para niños agredidos por el cáncer, hechos que se registran en uno de los ámbitos prioritarios para todo gobierno, tal como lo es el ámbito de la salud pública, con especial énfasis en torno a niños y adultos mayores.
 
Y tampoco se puede ignorar que al dictamen negativo en la Auditoría Superior de la Federación, hoy sacude a los mexicanos sobre todo porque pareciera que constituye un “mea culpa” de la Cuarta Transformación ante el confesionario, en donde por lo mismo, podría intuirse que en este caso las “cuentas claras” no van a originar amistades largas, sino por el contrario, ya se advierten gestos adustos cuando surgen temas vinculados con esa instancia de supervisión y evaluación.
 
Claro que el estilo actual en los ámbitos gubernamentales, es que ante todo reclamo o apunte refiriendo irregularidades en ámbitos de la administración pública de orígenes morenistas, la respuesta en automático es que tales señalamiento provienen “de los fifís” sector que el actual régimen ha calificado como contrario a los intereses del pueblo, acción permanente en la que la estructura gubernamental abona cotidianamente para desprestigiar a núcleos empresariales, lo que definitivamente no puede ser clasificado como “sembrando bienestar” sino por el contrario, alienta la fermentación de rangos clasistas, que podrían terminar en estallidos sociales que hundirían al país en los marcos de la confrontación violenta y la desesperanza.
 

En todo gobierno que se precie de ser progresista, tan importante es proteger y apoyar a los más desprotegidos, como extender la mano cordial y solidaria hacia los sectores productivos del país; entendiendo siempre que la riqueza no constituye un obstáculo para el desarrollo integral, sino por el contario, es un instrumento que debe ser aprovechado para generar más y mejores empleos, mismos que amplíen nuevas y mayores expectativas precisamente para quienes se encuentran en espacios de marginación.
 
Todo gobierno debe actuar de la mano del sector productivo, porque sin buen gobierno no existe desarrollo empresarial y, sin desarrollo empresarial es improcedente el calificativo de un gobierno de prosperidad, porque el bienestar de la población depende de su vocación hacia la eficacia laboral conjuntamente con un Gobierno que estimula, impulsa y materializa por vía del acuerdo y leyes equitativas, no sólo ámbitos de tranquilidad social, sino también de confianza y entusiasmo para el desarrollo empresarial.
 
Reducir los espacios de la inversión privada con recurrencia, en lugar de operar de manera mancomunadamente para estimularla, no es un reglón que históricamente distinga a los buenos gobiernos, porque sin notorios niveles de productividad empresarial, sobrevienen la reducción de los espacios laborales y ello origina pobreza e inestabilidad social, la historia universal refiere numerosos escenarios sobre el tema, que incluso dan testimonio de aberrantes panoramas de pobreza, todo derivado de un sistema de gobiernos donde impera el criterio del monopolio gubernamental, sustituyendo en los espacios productivos a los líderes empresariales por funcionarios del gobierno.
 

Históricamente está probado que la mejor fórmula para el desarrollo económico y social de los pueblos, es que quien gobierna se dedique precisamente a gobernar y, quien produce sea precisamente el empresario, sea grande o sea pequeño, se trate del centro comercial más imponente o del tendero de la esquina, pero todos en la confianza que existe un gobierno rector que actúa con equidad, con solidaridad y con eficacia, en el marco de la idea de generar no sólo más empleos, sino también mayores niveles de ingresos vía impuestos que fortalecen a la vez programas de beneficio social.
 
Confrontar desde el pódium gubernamental, sea municipal, estatal o federal, a empleados contra patrones, a pobres contra ricos, es una de las peores recetas para ser aplicadas por un gobierno renovador, porque está comprobado (por sus secuelas históricas) que es peor el populismo que el liberalismo y, ello está plasmado no sólo en la historia, sino en los escenarios actuales, mismos que podemos advertir lamentablemente en pueblos como Cuba y Venezuela, “ambas dos” fueron florecientes y vibrantemente alegres, hoy se encuentran a la sombra de terribles escenarios y limitantes laborales, paralelamente a la cancelación de un futuro con mayor bienestar...
 
No creo que en los espacios de la serenidad, los mexicanos pudieran referir que aspiran a un país disminuido en empresarios y con mayores carencias en lo referente a casa, vestido, sustento, salud y esparcimiento... Máxime si entendemos que ante las angustias que afrontamos en la actualidad, aún nos falta para tocar fondo.
 

Lo que se lee
 
El anuncio difundido ayer, en el sentido de que JPMorgan (el banco más grande de Estados Unidos) dejará de prestar sus servicios como banca privada en tierras mexicanas, es un claro reflejo de los niveles de preocupación que privan en ámbitos financieros internacionales, sobre el rumbo que está tomando la administración gubernamental en lo referente a la economía en lo general, hecho que no puede dejar de llamar la atención a otros sectores productivos tanto de Estados Unidos y Canadá, como de otros puntos del mundo.
 
JPMorgan anunció que las cuentas de sus respectivos clientes mexicanos, serán trasladadas a BBVA, para que ninguno de sus cuentahabientes mexicanos “registre problemas” sobre los recursos y operaciones que pretendan realizar ante la determinación asumida, lo que para distintos mexicanos constituye un probable aviso sobre el decrecimiento de la credibilidad en la economía de nuestro país, así como el curso negativo que pudiera registrarse en ámbitos financieros.
 

Lo que se ve
 
Hemos sostenido en este mismo espacio que ver a integrantes de grupos sociopolíticos como es el caso de los Servidores de la Nación, encabezando las acción de vacunación cuando de siempre tales tareas han sido ejecutadas y de manera exitosa, por el personal de centros hospitalarios, que dispone de elementos capacitados en tareas de asistencia médica, representando un escenario de asistencia social prioritaria, e incluso emergente, que debería de ser aplicado como tradicionalmente se ha hecho, con los agregados que para el caso de la nueva vacuna se requiera, en tanto que nadie como las enfermeras pueden asumir en mejor forma y con mayor eficacia tales agregados.
 
Apenas ayer se conoció que en la metrópoli que conforma la capital de México, se están girando instrucciones para que en los diversos municipios sean enfermeras quienes aplique las vacunas, así como también atiendan a quienes vacunan, acción que se debería aplicar no sólo en toda la metrópoli sede de la capital del país, sino en todo el territorio mexicano, en el cual urge que se acelere y se perfeccione tanto el proceso de vacunación como las atenciones que debe recibir un recién vacunado... En concreto, que se supriman las interferencias de grupos sociopolíticos como los Servidores de la Nación, que nada tienen que hacer en los procesos clara y rotundamente vinculados con los escenarios médicos... Se debe de fortalecer el personal de asistencia médica en nuestro país, no agregar a improvisados.
 

Lo que se oye
 
Si muchos mexicanos son los que coinciden con la no reelección (herencia que costó sangre y persecución a una heroica generación de mexicanos) muchos más estiman que ningún funcionario de elección, debería solicitar licencia de su cargo para competir como candidato al mismo puesto que ocupa, o para ser nominado como candidato a un cargo distinto, refiriendo como insalvable el cumplir en tiempo y forma con la responsabilidad para la que fue electo, salvo por motivo de salud, pero nunca -insisto- para ser nominado como candidato.
 
En nuestras tierras lamentablemente se ha pisoteado el valioso concepto de “sufragio efectivo, no reelección” mismo que costó miles de muertos sacrificados en el reclamo de tales escenarios, preceptos que las nuevas mafias del poder han echado abajo, reconvirtiendo a México en un sector electores y otro que, con los mismos de siempre, se pavonean en el poder y, todo indica que ese sector conformado entre morenos, tricolores, azulados, amarillentos, anaranjados, rojizos y todo un arcoíris de grupos, se encuentran ya institucionalmente enquistados en las diversas y cada vez más numerosas estructuras del poder, por lo que tienen asegurados los sillones del poderío por un indefinido trecho... Y sigue la mata dando.