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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Palacio Nacional y Casa Blanca
Alfredo Ríos Hernández
1 de marzo de 2021
alcalorpolitico.com
*¿Economía sobre salud?
*Riesgoso tema escolar
*Porcentaje de muertes
 
Una conversación telefónica registrará singular expectación del pueblo mexicano en el transcurrir de este inicio de semana, porque de acuerdo a lo que se comentó al cierre del nada exitoso mes de enero, hoy lunes con el inicio de los idus de marzo, que en los espacios del antiguo imperio romano representaban los augurios buenos o malos de un nuevo año, representarán para esta semana un encuentro por vía de espacios cibernéticos (la moda de lo no presencial) en los cuales el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, podría recibir una llamada telefónica desde la Casa Blanca de nuestros vecinos del norte, residencia oficial del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica: Joseph Robinette Biden Jr... mejor identificado como Joe Biden.
 

La información trascendió desde el anochecer del viernes pasado, datos que de inmediato originaron tanto en los medios de comunicación estadunidenses, como en los mexicanos, la búsqueda de una estrategia y una oportunidad, para descifrar cuáles podrían ser el los temas y los resultados que abordaran “ambos dos”.
 
Claro que la frontera entre México y Estados Unidos es una de las más grandes y activas del mundo, sumando a ello que millones de residentes en tierras de nuestro vecino norteño, son de origen mexicano, referencia que no es de un determinado tiempo “para acá”, sino que los norteamericanos y mexicanos han convivido “para bien o para mal” (porque de todo existe en la tierra del Señor) desde tiempos inmemorables, cuando tierras texanas y californianas formaban parte del territorio de la raza de bronce.
 
Y al igual que en tiempos remotos, mexicanos y estadunidenses tenemos un enorme listado de asuntos por atender, tanto en ámbitos sociales como obviamente comerciales, al que se suma de manera especial lo relativo a la migración cotidiana que se realiza desde el centro y sur de nuestro continente (incluyendo obviamente a mexicanos) hacia las tierras del “Tío Sam”, así como de Donald Trump, figura que al dejar hace unas semanas la silla presidencial estadunidense, nos dejó inmersos, a norteamericanos y mexicanos, con infinidad de pendientes en renglones comerciales, así como financieros y ya no digamos lo relativo a los problemas fronterizos, a los que se agregan los relativos al tema pandémico.
 

Es singularmente importante para bien de la región, que los apuntes en el sentido de que estadunidenses y mexicanos, somos “vecinos distantes”, se diluyan lo más pronto posible, registrando ahora sí que una “transformación” (pero no al estilo de la actual deficiente atención médica) y que sea efectiva para superar escollos, para que los niveles de bienestar económico que efectivamente privan en Estados Unidos, se materialicen en México al igual que en el centro y sur del continente.
 
Europa por mucho ha logrado conformar un gigantesco bloque de naciones con nivel significativos de bienestar, tanto así que muchos países del viejo continente (sumemos también a la región asiática) se han (insisto) “transformado” en naciones con aceptables niveles de vida, pese a su diversidad sociopolítica, e incluso lo mismo se está registrando en gran parte de Asia, mientras que en México así como hacia el centro y sur del continente americano, las oportunidades hacia el desarrollo integral del colectivo social, registra constantes (para no decir que permanentes) tropiezos... Está claro que la región Norteamericana que inicia con México y termina en tierras canadienses, registra a nuestro país como la nación con mayores problemas financieros y por ende económicos en lo general, tanto así que sus niveles de vida son claramente inferiores a las regiones norteñas del continente.
 
En ese marco de niveles en bienestar así como así como de problemas socioeconómicos, de siempre, entre mexicanos y estadunidenses es más lo que nos une que lo que nos separa, pero de alguna forma, tanto en Norteamérica como en México, debemos encontrar la forma para evitar el confrontarnos y erradicar la insana distancia, en tanto que el poderío económico de Estados Unidos y la riqueza natural y cultural de México, podrían conforman ámbitos de mayores beneficios para los tres países de Norteamérica, porque definitivamente a ninguna de las tres naciones, le conviene cultivar escenarios que nos confirmen como vecinos irreconciliables, dado que territorialmente es como “tener al enemigo en casa” cuando lo que debemos procurar es convivir con los amigos.
 

La posibilidad de que hoy el Presidente Estadunidense y el de México, se conecten telefónicamente estableciendo la primera reunión bilateral en escenarios cibernéticos, puede ser la apertura (si se actúa con propiedad) de iniciar nuevos horizontes en ámbitos mancomunados de desarrollo socioeconómico, lo que podría marcar una positiva diferencia entre el pasado y el presente, a más de ello no es nada desdeñable que el gobierno norteamericano, tiene formas para apoyar a México en el tema vinculado con la urgencia para obtener más vacunas... Ya veremos.
 
Lo que se lee
 
No todos los médicos especialistas en escenarios pandémicos, ven con buenos ojos el que a partir de esta primera semana de marzo se reduzcan las medidas restrictivas en el país, como la reapertura de cines y teatros (limitando el número de asistentes) porque ante el argumento que con la vacunación, seguramente los riesgos de contagios se reducirán, debe señalarse que el número de mexicanos vacunados, optimistamente podría citarse y con muchas dudas, que actualmente rebase el tres por ciento de la población mexicana, por lo que nos encontramos matemática y logísticamente, muy distantes para referir “que es tiempo apropiado de iniciar la relajación de ciertas medidas de autoprotección”.
 

Muy claro se debe tener que en Europa se tomaron acciones semejantes a las que actualmente pretendemos asumir, frente a panoramas similares a los que en estos días registramos en México, escenificándose resultados notablemente negativos, al elevarse los impactos de la pandemia... Lo cierto es que muchos practicamos la tesis que cuando los problemas financieros aprietan: “Cualquier recurso es correcto de aplicar”.
 
Lo que se ve
 
¿Sabe usted lo que representaría que los alumnos retornaran a la escuela?
 

El escenario multiplicado (vaya usted a saber por cuántas veces) que representaría la factible presencia del coronavirus al interior de un espacio escolar, podría alcanzar dimensiones inimaginables, partiendo que los niños y muchos jóvenes, por regla general son asintomáticos, característica que ocultaría el contagio, mismo que se podría expandir entre los hermanos, primos, progenitores, abuelos, amigos e incontable número de personas, dado que uno contagia a tres y tres contagian a nueve... Cálculos hechos al azar porque bien podrían ser menos, pero también podrían ser más... ¿Qué necesidad de tanto riesgo? así como de complicar aún más nuestro entorno ya de por sí dramático.
 
Los organismos que representan a escuelas privadas, insisten en la urgencia de restablecer las clases presenciales, ello como resultado de las afectaciones económicas que genera la pandemia en tales centros escolares, pero ante los antecedentes registrados a nivel mundial, sobre retrocesos en el control pandémico por reapertura de actividades, más valdría que las escuelas continúen con la aplicación de cursos no presenciales, si para ello tenemos en cuenta que lo primero es salvar vidas y, mientras menores riesgos afrontemos será mejor.
 
Lo que se oye
 

Se difunde en las redes cibernéticas, que el influyente medio informativo Financial Times refiere que, el número de fallecimientos registrados en tierras mexicanas, obviamente contaminados por el coronavirus, registró en el año del 2020 “un promedio del 52 por ciento mayor que al de Estados Unidos y de casi el doble que el de Brasil”...
 
Las cifras dadas a conocer en las redes de Internet por Don Claudio Lomnitz, de encontrarse apegadas a la realidad tal como se indica, colocan obviamente en la tormenta del descrédito a la eficacia del sistema médico del país, pero en primer término, apunta sobre los desaciertos del gobierno mexicano en torno a la contención de la pandemia... Tema en los marcos de la polémica, desde que se inició hace un año y días la presencia del mortal Covid-19.
 
Tenga usted en excelente primer día del “febrero loco, pero marzo otro poco”... obviamente en referencia al clima.