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Columnas y artículos de opinión
La política migratoria es una mugre
Luciano Blanco González
26 de marzo de 2021
alcalorpolitico.com
Las buenas medidas del gobierno entusiasman y mueven emocionalmente a los gobernados para loarlo y reconocerle sabiduría en sus decisiones, así como las malas disposiciones lo irritan y lo mueven a la crítica y al sistemático rechazo.
 
Por eso en este momento se levanta una delirante ola de confianza y de esperanza a favor del régimen de la transformación y de su partido al anunciar un jugoso aumento en las pensiones y la reducción de la edad para recibirla, disminuyendo este requisito a los 65 años, como ya se venia haciendo con la población rural primordialmente, con esa clase que en el lenguaje oficial estigmatizan como indígena a la que consideran desde sus parámetros tradicionales como rezagada socialmente y a la que hay que ayudar como un deber pero más para tranquilizar sus conciencias y elevarse como bienhechores del prójimo.
 
Pero más bien estas políticas paternalistas generan además de la alegría, el mal habito de la perniciosa dependencia de los apoyos para subsistir sin esfuerzos.
 

Desde luego se elevan de inmediato las voces de los adversarios de la transformación, atacando con el cacareado argumento de que este anuncio tiene por objetivo el de regalar dinero para con ello comprar votos y ganar la próxima elección, la califican de clientelar, que provocará la quiebra económica del país y desencadenará una cascada de impuestos aunada a una andanada de normas jurídicas para despojar a quienes detentan la riqueza y repartirla.
 
Pretenden difamar los buenos principios que la inspiran, pero sus falsos y endebles señalamientos interesados, no mellan la gratitud popular, por el contrario, hacen que se les repudie, pues, quién en su sano juicio puede oponerse a que le lleven pan a los pobres y a los desvalidos, inclusive al precio que sea.
 
Sera que piensan así porque nunca se han visto asediados por la necesidad, o porque la comida siempre ha llegado puntual a sus mesas, lo más grave es porque ellos, los que tuvieron el poder no tuvieron capacidad para de instrumentar políticas sustentables que le permitieran a las clases marginadas la posibilidad de forjar su propio patrimonio para llevar una vida digna de trabajo y superación.
 

He visto gente brincar de gusto por el anuncio de que la pensión se otorgará desde los 65 años de edad y si usted le dice que por eso se va a endeudar el país, te contestan con seguridad de que no, que es el mismo dinero, nada más que antes se lo embolsaban los políticos para ellos, “el Presidente ha fregado perros grandes que no pagaban impuestos o que se robaban el dinero” ahora no, es el mismo dinero pero en lugar de robárselo, de derrocharlo, lo reparten entre toda la gente directamente y a lo mejor siempre lo han repartido pero los líderes lo mochaban y se quedaban con él.
 
La otra noticia que también es parte de la política encubierta, es el ritmo ascendente que comienza a tomar la vacunación masiva a nosotros los ancianos o a los adultos mayores de 60 años que han tenido la suerte de que el dedo del señor de la vida y de la muerte señale la circunscripción vacunar, antes de pasar asustados a formar parte de la estadística macabra.
 
Todos los adultos mayores a quienes no nos ha tocado la suerte de ser inoculados en busca de la inmunidad y fortaleza que nos permita enfrentar al monstro asesino que nació en china acariciamos la esperanza de que pronto nos toque tal dicha.
 

En mi caso particular, ojalá y no me toque la vacuna Astra Zeneca, sentiría quizás en su aplicación el dolor intenso que le debe de causar al Presidente la obscura negociación en que México, el país que él gobierna, comprometió su soberanía y claudicó por la salud y la vida de su pueblo, a todos sus pensamientos y sentimientos humanistas.
 
Sacrificó todas sus convicciones ideológicas al canjear la contención forzosa de los migrantes por la salud de su pueblo, esto lo justifica y muestra que en cualquier decisión que tenga que tomar, primero es México, sabe bien que la historia lo condenará y que lo presentará como falso cuando se le reseñe con su juego inicial, el viejo sueño del demócrata y libertador de que los migrantes sudamericanos circularan libremente por todo el territorio nacional, ofreciéndoles tarjetas de identificación, seguridad, atención médica, trabajo y todas las facilidades para llegar a realizar el sueño americano. Sin embargo, los mexicanos que queremos a este país lo absolveremos de toda posible culpa por que estas decisiones fueron por el bien de la patria.
 
Sentiré como él, la frustración del migrante perseguido y maltratado, del migrante hacinado en las barracas insalubres de la terrible migra mexicana, más cruel e inhumana que la del otro lado, que los mantiene encerrados sin agua, sin alimentos, y cuando escapan desesperados, prefieren perder la vida ahogados en las aguas traicioneras del Río Bravo, o en las procelosas aguas fronterizas de Tijuana, nuestra hospitalidad con los hermanos centroamericanos es una mugre.
 

Que retroceso, que indignidad, pero si no toma esa dolorosa decisión el país se hunde, caería en una mayor pobreza, solo la enorme presión de los migrantes logró abrir la solidaridad forzosa de las Estados Unidos, porque López Obrador pudo también abrir las fronteras para conspirar contra Joe Biden, mostrar que era más acertada la política de Donald Trump, obligando al nuevo gobierno yanqui a continuar levantando el muro y a jalarse los pelos por los ejércitos de migrantes tocando sus puertas y entrando violentamente a su territorio enfrentándose a la policía y al Ejército, militarizando la frontera por razones de seguridad, con el consecuente costo político.
 
En fin, que en contra de la afirmación temeraria del supuesto control casi absoluto que ejerce el gobierno y su partido sobre los poderes y sobre los órganos autónomos, la realidad está develando que esto no es así. El poder Judicial, custodio del derecho y de la legalidad está acomodando un fuerte revés al Congreso y al Ejecutivo al ordenar la suspensión definitiva de la iniciativa preferente que en materia eléctrica discutió y aprobó con regocijo el Legislativo, ahora falta ver cuál va a ser la actitud de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que, en un descuidito, puede aprobar la constitucionalidad para darles la razón a los otros dos poderes y puede también sancionar al juez rebelde y reivindicador que se atrevió a contradecir al dominus y eso no tiene perdón. Verdad.
 
Igual está sucediendo con el Instituto Nacional Electoral, que en una decisión inusual se echó los bolsos del derecho a la espalda y con sumo arrojo, en contra del absolutismo y para evitar una simulación en la democracia con el préstamo de candidatos y con el chapulineo de titulares para formar mayorías aplastantes, determinó establecer un procedimiento para el reparto de los diputados electos y por si fuera poco, para que vean que nadie manda, ni nadie está por encima de la ley, está acordando retirar las candidaturas de todos aquellos ciudadanos que hicieron campaña interna y no reportaron los gastos como es su obligación legal. Desde luego ahora los partidos y candidatos afectados recurrirán al sumiso Tribunal Electoral Federal, siempre dispuesto a sesgar la ley y su interpretación también para quedar bien.
 

Finalmente quienes observamos la evolución de los acontecimientos políticos y sociales no dejamos de sorprendernos también de los continuos y torpes desaciertos que, como para abonar a la oposición, comete consciente o inconscientemente el gobierno, pero habrá que reconocer que el pacto por la democracia que encabeza el Presidente rendirá sus frutos con la firma del compromiso por no intervenir como autoridades en las elecciones, ojo como autoridades, porque cualquier mexicano en pleno uso de sus derechos políticos y de sus libertades políticas debe de intervenir, eso sí, ni un centavo del erario para apoyar las campañas, pero debe de ponderarse que la presencia de un personaje político en un acto de campaña aunque sea día inhábil debe de considerarse como un ilegal tráfico de influencia, como sea tengamos confianza en la solidez del árbitro elector que lo es el INE a nivel federal y el OPLE a nivel estatal comprometidos a construir una sana democracia. Por el bien de la causa.