icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Protagonismo pandémico
Alfredo Ríos Hernández
21 de abril de 2021
alcalorpolitico.com
*Hechos: No buenas razones
*La moda del izquierdismo
*Los animales y las galletas
 
Ante escenarios repetitivos en los marcos gubernamentales de nuestro país, se hace preciso el referir que cuando un Presidente de la República, un Gobernador, un Alcalde o un ciudadano cualquiera, anuncia su determinación que “por el momento no se vacunará para protegerse de los efectos del contagio pandémico, porque considera que se encuentra bien y prefiere vacunarse en fechas posteriores, para cederle el espacio a otro ciudadano”... De ninguna manera está ejecutando una acción positiva y mucho menos que pudiera generar reconocimiento y aplausos, sino todo lo contrario, porque en principio el vacunarse es una obligación (en cuanto sea posible) de todo ciudadano, dado que se trata de frenar los efectos pandémicos no sólo “hacia nuestra persona”, sino hacia los que todo contaminado por el coronavirus pudiera contagiar en sus entornos.
 

Por tales causas y efectos pandémicos, los funcionarios públicos (o llamémosles servidores de la nación) deben ser vacunados de manera obligatoria (lo antes posible) porque su permanente contacto con la ciudadanía los convierte (en caso de ser contagiados) en funcionario de altísima posibilidad para esparcir el contagio en los entornos de su andar cotidiano... Un Presidente de la República, un Gobernador o un Alcalde, pueden convertirse de la noche a la mañana en vías de contagio de impactos multitudinarios, lo mismo que sucede en los ámbitos del sector médico en lo general, sean públicos o privados, por lo que escenarios contradictorios de negación, rechazo o posposición, en el caso de la vacuna contra el coronavirus constituyen referencias, no sólo de ignorancia, sino de escenarios impropios e incluso aberrantes.
 
Todo funcionario público, con prioridad emergente los que realizan giras y registran la posibilidad de contacto frecuente con la población, debe ser vacunado de inmediato y, en tales contextos, el alcalde, gobernador o presidente de los mexicanos, no debe pensar en el afán del “lucimiento heroico” sino en la aguda irresponsabilidad, misma que comete ante miles o millones de niños, jóvenes y adultos de veracruzanos o mexicanos, a quienes indudablemente podría poner en riesgo de grave contagio (porque la mayoría de ellos no disponen de atención médica de primera línea) todo ello por un afán protagónico de querer reflejar heroicidad, cuando en las circunstancias referidas es factible convertirse en un transmisor multitudinario de los mortales efectos pandémicos.
 
Es más, muchos son los mexicanos serios e ilustrados en el tema, que consideran como prioritario que toda la estructura tanto del servicio médico en lo general, al igual que funcionarios públicos, encabezados primeramente por los que mayor contacto y movilidad registran entre la sociedad, sean vacunados en los marcos de la misma emergencia por la transitamos, insistiendo sobre el caso que no es sólo para salvaguardar su salud, sino para evitar que por su frecuente contacto con la colectividad pudieran transformarse en portadores del contagio que originaría (como en algunos casos ya ha acontecido) el esparcimiento del coronavirus hacia amplios núcleos de la población en lo general.
 

Cuántas personas veracruzanas y de otras regiones del país podrían (en promedio diario) encontrarse cercano al Gobernador de Veracruz... Cuántas lo estarán cerca de un alcalde y ya no digamos del Presidente de la República... La respuesta a dicho cuestionamiento es la causa, el motivo, la razón, por la que se debe considerar como totalmente fuera de contexto, que un funcionario público de tales alcances, anuncie que por modestia y solidaridad social, así como porque se encuentra bien de salud, por el momento no se vacunará para que los anticuerpos sean aprovechados por otro ciudadano, escenario que, con el transcurrir de los días, puede convertirse en amenaza creciente contra la salud del colectivo social.
 
Todo ciudadano que se encuentre en posibilidades de vacunarse, no es sólo un derecho el que lo vacunen, sino que constituye primeramente una obligación el que solicite ser vacunado, sobre todo y muy especialmente si ese ciudadano es el Presidente de la República o Gobernador de un Estado, porque el no hacerlo equivale a una aberración social y obviamente política... Vacunarse es al mismo tiempo un derecho y una obligación ineludible, salvo en casos de riesgos alérgicos por parte del receptor de la vacuna... En el transitar de la vida nunca debemos mostrar protagonismos “ni de más”, al mismo tiempo que “ni de menos”.
 
Lo que se lee
 

Alguien a quien mucho aprecio me envió un mensaje en el marco de los espacios cibernéticos, texto en el cual se refiere:
 
La izquierda está formada en su gran mayoría por “estudiantes” que NO ESTUDÍAN... Por “educadores” que NO EDUCAN... y por “trabajadores” que NO TRABAJAN...
 
En la realidad creo que, como bien se refiere en el contexto de dicho apunte, “no todos” los simpatizantes de corrientes izquierdistas coinciden plenamente en los espacios del mismo criterio, tanto así que, incluso aún no logramos definir con claridad, el por qué se les llama de izquierda y la contraparte, con tendencias derechistas...
 

Los escenarios referenciales que cotidianamente se registran en los actuales tiempos sobre el territorio mexicano, en donde despacha en los espacios gubernamentales un núcleo de poder supuestamente emanado “de la izquierda”, cuando en realidad el origen de todos los que participan en tales escenarios, indudablemente son de claras referencias mayormente derechistas y centralista (apunte muy distantes del izquierdismo) tanto así que un señalamiento puntual sobre ello, es que familiares de gobernantes autocalificados como de “la izquierda transformadora”, de manera notoria han vivido y lo siguen haciendo como marajás, y una prueba lo es el abordar un vuelo de avión para atravesar el país y parte del territorio norteamericano, donde ya los esperan con boleto de primera para presenciar un partido de beisbol de las grandes ligas, incluyendo en ello el que horas después, ya terminado el partido, retornen (también vía área) a las tierras nopaleras de nuestro económicamente desgastado país.
 
Quienes han participado de “tan apreciados y relajantes escenarios”... en verdad que para nada se les podría considerar como miembros del ejército popular de “la izquierda”... Argumentación sólidamente cimentada en que tales escenarios y conductas, no aplican para nadie en tales espacios de la actividad sociopolítica, tal y como lo predican “los simpatizantes y practicantes del izquierdismo”.
 
Es así como sobre espacios de engaño y fantasiosa irrealidad, que recurrentemente se practican en la vida política, por lo que bien se podría insistir en el viejo (pero no desgastado criterio) de que “los hechos reflejan la realidad, no sólo las buenas intenciones”...
 

Ya se nos ha dicho que hoy tenemos un gobierno de izquierda “Gracias a Dios”, el mismo “Gracias a Dios” pero con mayor intensidad que muchos escucharán a futuro, si es que se logran dejar atrás las deficientes administraciones que son encubiertas por el izquierdismo: ¿Será... O no será?
 
Lo que se ve
 
Que por presiones “de arriba” (como siempre ha sucedido) es que renunció y partió hacia otros rumbos el “trabajador petrolero” y ex líder sindical Carlos Romero Deschamps, que al igual que muchos del sector petrolero del país, han originado quebrantamiento en eficacia laboral y en resultados económicos, a más de resultar privilegiados con niveles de vida ni siquiera soñados por muchos de sus representados.
 

La renuncia de Romero Deschamps, resulta tan trascendental desde el panorama electoral por el que transita el país, que el propio Presidente de México Don Andrés Manuel López Obrador, se encargó de difundirlo, eso sí, sin la menor intención de que tales escenarios pudieran registrar alguna influencia entre los mexicanos que repudian los dañinos efectos originados por el nefasto cacicazgo petrolero, lo que lamentablemente otorgará curso a un nuevo líder que habrá de ser cobijado (como ya es habitual) a las sombras del nuevo poder presidencial... Sorprendería que alguien sostuviera que estamos en un error de apreciación, pero de que los hay... Los hay...
 
Lo que se oye
 
El que órganos de prestigio internacional como lo es uno de veganos integrado por franceses, soliciten e incluso demanden que en México se proceda a la desaparición de las “galletas de animalitos” producto genuinamente mexicano que hemos disfrutado sobre todo de niños, en un gran porcentaje de la población, constituye un hecho que refiere la confusión que priva con regularidad al interior de organismos serios y prestigiados, en cuyo seno dan alojo a interpretaciones totalmente ajenas a la realidad, como es el que dicho consumo de las tradicionales galletas, influyan entre los niños mexicanos para convertirse en exterminadores de la fauna, referencia que seguramente jamás se le hubiera ocurrido a un niño mexicano, así como mucho menos a un anciano que también disfruta de dicho producto, acompañado de un exquisito café o un buen chocolate.
 

No sería extraño que quienes convierten en pecaminoso la producción de galletas de animalitos, de la misma forma en tierras francesas declararen como atentatorio hacia la buena conducta y la salud pública, la producción del mejor Coñac del mundo que se produce en Francia, bajo el falaz argumento que ello es estimulador de vicios que pervierten a la sociedad... No cabe duda que “La Transformación” se está generalizando en diversas regiones de distintos continentes.