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Columnas y artículos de opinión
No traicionar, Zaldívar sería Presidente ilegítimo
Luciano Blanco González
23 de abril de 2021
alcalorpolitico.com
Ahora como nunca se tambalean las bases jurídicas del sistema político mexicano, amenazan con derrumbarse estrepitosamente empujadas por la fuerza social encabezada por un líder intransigente y obsesionado con llevar hasta las últimas consecuencias su causa, que él cree justa y por lo mismo dispuesto a derrumbar cualquier escollo que se le presente tope con lo que tope.
 
Pero con esta actitud atropellada está exponiendo la consolidación de su programa al sembrar en la conciencia nacional un mal ánimo hacia lo que significa la estabilidad y el desarrollo, al aplaudir sin decoro la amañada reforma a la Ley del Poder Judicial, llena de buenos propósitos, pero según él, solo realizable si ésta es operada por el ministro Arturo Zaldívar a quien considera insubstituible para lograr sus fines, entre otros la moralización y ética de este poder del que se han señalado privilegios y favoritismos en la designación de sus miembros, prefiriendo a los familiares, amigos y compadres en la designación y hasta la venta de plazas excluyendo la antigüedad, el concurso y la capacidad de prestigiados abogados que no han podido acceder precisamente por estos obstáculos.
 
Sumado a ello, la presunción presidencial de que la justicia se negocia en las sentencias y en los amparos, lo que propicia una justicia de carrusel en la que la autoridad ministerial, sus investigadores y todo el aparato de la fiscalía se ve frustrada por los fallos de los jueces y magistrados que tuercen los conceptos típicos de los delitos, o le restan valor probatorio absolviendo a peligrosos delincuentes detenidos en flagrancia, abriendo las puertas de las cárceles para que salgan a la calle a seguir delinquiendo.
 

En materia administrativa la visión presidencial es drásticamente crítica, La Suprema Corte de la Nación ha sido contundente en declarar la inconstitucionalidad de varias leyes y reformas necesarias para enderezar la economía del país y rescatar las industrias estratégicas.- que fueron enajenadas o negociadas de manera turbia.- rescatarlas, para el desarrollo del país e invariablemente se ha topado con los fallos adversos de la corte o de los organismos autónomos que en el extremo le dan la impresión de que conspiran en contra de todos sus programas de gobierno, en contra de él o de sus seguidores haciéndole concebir la idea de que se trata de un complot orquestado por la vieja clase gobernante que colocándole obstáculos en todas partes pretende debilitarlo.
 
La opinión pública cree lo contrario, revelan las encuestas de opinión que la gente considera que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es una institución que con decoro y confiable que defiende la legalidad y es garantía de los derechos constitucionales de todos los mexicanos, como lo ha demostrado a lo largo de la historia nacional.
 
Más bien la gente se cree que desde la Presidencia de la República se pretende dominar a la Corte para tener un control absoluto sobre los poderes de la unión y en su materia utilizarla como instrumento para la persecución y venganzas políticas personales en contra de todos sus adversarios políticos, es decir en contra de aquellos que no piensan como el gobernante, afectándolos con resoluciones judiciales tendientes a un largo encarcelamiento como ya se viene haciendo en lo patrimonial a través de la Secretaria de Hacienda o en la persecución política como ya lo hace la Fiscalía general, al menos así se siente y se interpreta en tiempos electorales, anulando al enemigo con acciones policiacas e investigaciones a destiempo con el único fin de sacarlos de la jugada.
 

El Presidente, nuestro Presidente de la República, no va a permitir que se viole el libro que consagra todos nuestros derechos, por encima de quien sea debe de oponerse aunque haya experimentado un sentimiento de alegría cuando le comunicaron que su amigo, a quien le tiene confianza y respeto, Don Arturo Zaldívar, iba a continuar por 2 años más como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
 
No lo debe de hacer, por más que sus inútiles colaboradores que lejos de apartarlo del error más lo empinan para granjearse su muy disputado afecto, ellos solo saben decirle lo que él quiere que le digan, Doña Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, debe de descorrer el velo y dejar a un lado su inútil estadía en ese relevante puesto, al igual que el consejero jurídico de la Presidencia Don Julio Scherer a quien no le importa el tropiezo mayúsculo que está dando El Presidente.
 
Aprobar y sumarse al atropello a la constitución que pretende la Cámara de Senadores al incluir en una ley secundaria un precepto que viola flagrantemente la constitución, estaría traicionando al pueblo de México ante el cual juro con el honor propio de un Mexicano digno, aquel memorable Primero de Diciembre de 1918 en que tomo posesión, en donde suscribió el patriótico juramento frente a la nación. "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande."
 

No se necesita ser abogado para encontrar las transgresiones malvadas a nuestra carta magna, para comenzar, ni El Presidente, ni El Senado. Ni la Cámara de Diputados tienen facultades legales para nombrar al Presidente de la SCJN, esta es una facultad exclusiva del Pleno de la misma institución, así lo dispone El Artículo 97... “Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el período inmediato posterior”.
 
¿Quién tiene la facultad?, claramente lo establece la misma Constitución, solo el pleno de la SCJN. y categórica además, establece que no es reelegible para un periodo inmediato.
 
Ah pero los sabios del Congreso para justificar tan aberrante acuerdo nos dicen que no se trata de una reelección sino de una extensión o ampliación de mandato. Ah sí, dispuesto por quién, por el Congreso, ¿con qué facultades? Y si lo hace, no estaría en el caso de elegir claramente con dedicatoria y ello haciendo uso del principio de representación. ¿Derivada del principio subjetivo de que el pueblo en esta forma democrática le entrega a través del voto para que ejerza su soberanía en representación?, si así fuere, esta reeligiendo, al elegir, opción que no le da ninguna ley.
 

Desconocen el principio de la supremacía constitucional que establece el Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión...
 
Entonces como es posible que una ley secundaria, en un artículo transitorio pretenda disponer e imponer una norma por encima de la carta magna, estaríamos frente a un atropello irremediable que destruye la tradición jurídica con historia de más de 200 años, si nos remontamos a su origen en 1814 con la Constitución de Apatzingan.
 
En fin, es posible que al leer esta columna La Cámara de Diputados ya haya aprobado la Ley Orgánica del Poder Judicial con su irreverente e ilegal disposición de ampliación de mandato, del que no sabemos nada es del agraciado beneficiario de esta disposición, no ha hablado, todos intuimos el grave conflicto personal por el que debe de atravesar, al tener que decidir si asume nuevamente la Presidencia de la SCJN, o en una actitud de hombría y asumiendo los valores y los principios de los que durante toda su vida ha hecho gala, declina a tal honor y no se convierte en el usurpador de un puesto que ya no le correspondería, convirtiéndose al igual que Victoriano Huerta en el Presidente ilegitimo de la SCJN.
 

Aun cuando la Cámara de Diputados aprobara esta menstruosa ley con todo y reforma a la constitución, aun viene un largo proceso que se subsume en la publicación de la ley y en la reunión del pleno para convalidar la disposición y ungir a Zaldívar, al defensor de la legalidad, en el hazme reír del derecho, en el súbdito de los otros dos poderes y consecuentemente en el ciego verdugo de Themis, no porque Zaldívar sea un hombre malo, si no como víctima de las pasiones y de los intereses de los hombres del poder, de quienes no lo dude será un dócil instrumento como dice el presidente al servicio de los poderosos, esto es de los hombres del poder, mientras que a los gobernados no nos quedara más que la resignación.
 
El Presidente también está siendo víctima de la ignorancia jurídica de los diputados y senadores, de quienes podemos afirmar que salvo excepciones no son doctos en derecho, ni les interesan los derechos de los demás, apenas saben que están ahí para cobrar a cambio de su voto, pero nuestro mandatario bien haría en, antes de publicar, convocar a los constitucionalistas de México, escucharlos y si hay razones de fondo y no se viola la constitución, publicar la ley, aunque lo mas honroso seria que ejerciera su derecho de veto y regresar la ley con las observaciones pertinentes para no caricaturizar la constitución y no exhibir a un hombre honorable hasta hoy, como el Magistrado, Arturo Zaldívar.- Por el bien de la causa.