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Columnas y artículos de opinión
Causas y efectos
Antidemocracia transformadora
Alfredo Ríos Hernández
12 de mayo de 2021
alcalorpolitico.com
* Dádivas, pero no desarrollo
*Se incrementa el rechazo
*Amenaza hacia escolares
 
Como parte obligada o doctrinaria, como usted guste calificarla, todos (sin diferencia alguna que no sea el estilo personal de cada quien) los candidatos emergidos de los espacios morenistas, sobre todo los de menor nivel de estudios, como decían nuestros ancestros “no niegan la cruz de su parroquia” pese a que, la verdad, muchos son los parroquianos que no están de acuerdo con los apuntes neo-transformistas como el de “fúchila”, “huácala”, “me canso ganso”, “no daremos marcha atrás”, “cochinero”, “elefante reumático”, “empujar al animal”, “al amparo del poder”, “no lo tiene ni Obama”, en fin, un nuevo concepto de discursos no enriquecidos en su contenido y que de hecho constituyen un estilo centralista y doctrinario que refiere la pobreza cultural y de capacitación de muchos de la ola morenista que aspiran a diputaciones y alcaldía y, algunos de ellos incluso a gobernadores.
 

El nada distinguido estilo “lopez-obradorista” ha invadido muchos de los espacios del proselitismo electoral sobre tierras mexicanas, referencia notoria de los efectos de una administración gubernamental impositiva, que no coincide con los derechos en espacios pluripartidistas salvo los que le favorecen, al tiempo que en el Palacio Nacional abiertamente (en las mañaneras) se han debilitado los espacios de no intervención en los ámbitos de procesos electorales, en tal forma que la propia Presidencia defiende a candidatos impugnados por autoridades electorales.
 
Muchos son los analistas y especialistas en la materia que refieren preocupación, porque las características de irregularidad notoria que privó en varios de los recientes procesos de selección de candidatos de las fuerzas partidarias gobernantes, los cuales se practicaron al amparo no sólo de la tolerancia irregular reflejada en el Palacio Nacional, sino incluso al amparo del notorio respaldo presidencial.
 
Para diversos especialistas y analistas en materia electoral, los actuales procesos electorales fueron antecedidos por referencias de intromisión gubernamental singularmente notorias y notables, incluso con referencias colaterales nunca antes escenificadas en la historia actual de nuestro país, referencias indelebles en la historia del México actual, que seguramente se convertirán (si no es que ya lo son) en material de estudio, evaluación y polémica no sólo en los ámbitos universitarios, sino entre los habituales círculos de amigos hoy disminuidos por las reglamentaciones de autoprotección frente a escenarios pandémicos.
 

La realidad es que en nuestro país, las actuales generaciones son poseedoras de un legado de la historia política nacional, que habrá de ser de elevada polémica (como ya lo es) precisamente por los rangos antidemocráticos que le están caracterizando, lo que no es nuevo en tierras nacionales, pero que por sus dimensiones puede ser calificado como sin antecedentes en los marcos de historia actual.
 
El pensar y proceder con criterios personales más allá de las normatividades que rigen la vida democrática del país, tendencia impositiva que también se registra en las instancias de administración de justicia, refieren un peso negativo que no podrá ser diluido ni con el pasar de las décadas, referencias que de hecho ya se han plasmado en la historia del país, con testimonios indelebles para los historiadores del presente y del futuro.
 
Ciertamente todo Presidente de México, Gobernador o Alcalde, pasa a formar parte de la historia nacional, estatal o municipal, mismas en las que se impregnan tendencias aprobatorias y de reprobación, en tales espacios ninguna administración refiere total perfección, pero en el tema actual en torno al estilo aplicado por quien gobierna al país, podría ser que la “Cuarta Transformación” resultara (si continúa aplicando los mismos esquemas de actuación y resultados) una de las etapas no sólo más polémicas en la historia de los mexicanos, sino también de las mayormente dañinas para el desarrollo integral del país y, no precisamente sólo por el coronavirus.
 

Lo que se lee
 
El rezago social no se alivia con dádivas, históricamente tales prácticas han sido desechadas por su inefectividad, en tanto que lo más efectivo para superar áreas de pobreza, es la generación de empleo, ello con la aplicación de programas consensuados y por lo mismo acordados con los sectores productivos del país, a los que últimamente en lugar de estimular se les ha colocado la referencia de “nefastos”, yerro de la administración transformadora que podría originar superiores niveles de estancamiento en la provincia mexicana y, ya no se diga entre las comunidades rurales.
 
En los últimos meses tanto originado por los efectos pandémicos como por la incertidumbre que priva entre el sector empresarial, la actividad empresarial en lugar de incrementarse ha decrecido, sin embargo nada se aprecia de manera consistente y sólida, que refiere una real posibilidad de que el sector privado impulse la conformación de fuentes de trabajo que pudieran impactar favorablemente al sector rural, por el contrario, el estancamiento en las zonas urbanas augura peores escenarios para el desarrollo rural, lo que apunta sobre años más complejos para alcanzar niveles de apropiado bienestar en Veracruz y en el país.
 

Lo que se ve
 
Mucho es lo que nos hace indicar y, resulta preciso reconocerlo, que la postura opositora a la actual política presidencial del dirigente nacional de Convergencia Dante Delgado Rannauro, no es como se presumió en un inicio, una postura electorera para restarle votos a la oposición del ya electoralmente desfasado gobierno morenista, escenario que claramente queda descartado con las últimas intervenciones del dirigente nacional de Morena en la ciudad de Monterrey, marco en el cual Dante Delgado dirige un mensaje de clara contundencia y desaprobación, en contra de las “prácticas antidemocráticas” que incluso refieren tonalidades nefastas al interior del Palacio Nacional, mismas que han originado una notoria avalancha desaprobatoria por parte de la ciudadanía de Nuevo León, hecho que podría repercutir en prácticamente todas las entidades del país.
 
Efectivamente... Ayer en el industrioso Estado en referencia se generaron escenarios con distintos participantes de la política en el país, que apunta sobre los niveles singularmente elevados que otorgan curso al distanciamiento creciente en el territorio mexicano, hacia las actuales prácticas gubernamentales en materia electoral y, se debe dejar en claro, que tales reacciones no son sólo se registran en los ámbitos empresariales, sino en diversos núcleos de mexicanos, cuya fuerza de opinión definitivamente no es para desdeñar.
 

Lo que se oye
 
Claro que constituye una propuesta escalofriante, porque “el regreso a clases presenciales” bajo los escenarios actuales, coloca a los menores incluso ante factible amenaza de elevado sufrimiento y muerte, paralelamente a que ellos podrían a su vez contagiar a sus familiares, quienes afrontarían elevado riesgo...
 
La opinión de muchos padres de familia sobre el tema refiere, no sólo preocupación, sino significativo reflejo de reprobación hacia las autoridades, quienes pareciera que no tienen ni la menor idea de lo que podría acontecer, si algunos menores resultan agredidos por el mortal contagio como resultado de las clases presenciales.
 

Las escuelas deben abrirse cuando los efectos pandémicos dejen de representar un riesgo para la integridad de maestros y alumnos, al tiempo de incluir a todos sus familiares, panorama que no es precisamente el que tenemos de frente los mexicanos... Ahí la dejamos.