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Columnas y artículos de opinión
Que gane el mejor
Luciano Blanco González
3 de junio de 2021
alcalorpolitico.com
Nada bien pintan los pronósticos políticos electorales, para el gobierno y consecuentemente para la Cuarta Transformación. El esperado carro completo se va quedando medio lleno y la competencia medio vacía, o sea que el panorama se despejará hasta el día de la elección.
 
Cuando menos el alboroto y la algarabía que se ha creado en los medios masivos de comunicación, en las redes sociales, en la tertulia familiar y de amigos, en donde se arman fuertes juicios particulares que casi colocan al Presidente en el patíbulo o en la hoguera y los menos en el cielo o en el paraíso, según las gracias o desgracias disfrutadas o sufridas por las acciones y discursos oficiales.
 
Estas reacciones lógicas están cargadas de las ardientes y rasposas críticas que por más o por menos se arrojan despiadadamente desde todos los frentes de guerra, no porque el gobierno esté mal, sino porque somos una sociedad siempre inconforme, siempre exigente, formada en la idea retrógrada de tener un gobierno paternalista que todo lo da, que todo lo resuelve y como éste no tiene recursos para darle a todos, a quienes no les toca, desaprueban cualquier programa u obra que no les beneficie, cuando menos de inmediato, es el lapso en el que destilan envidia sobre quienes reciben y odio sobre quien da, con la idea de que todos tenemos derecho y de que si hay para uno debe de haber para todos, prefiriendo que no haya para ninguno.
 

El AMLISMO es ardientemente atacado desde el púlpito, la cúpula eclesiástica ha perdido todos los privilegios que le hacían sentir consultor y consejero de todos los gobiernos anteriores que se proclamaban laicos en público pero profundamente católicos en lo privado, ellos los del bonete y sotana, encaminaban y opinaban en la formación de las leyes, principalmente las que tenían que ver con la familia, de cuya integridad se sienten eternos guardianes, oponiéndose a los matrimonios lesbicogay, a los “transexuales”, a la adopción y cuidado de niños y niñas por estos matrimonios, a la práctica del aborto con el argumento de preservar la vida humana desde la concepción. Ahora no, no son atendidos, ni siquiera escuchados, sus marchas son invisibles, a sus protestas hay oídos sordos, se sienten ignorados y desatendidos, sienten la farisea ofensa cuando ven que a los de enfrente, a los hermanos separados, si se les atiende, se les abre el micrófono a todo volumen, les crean un partido, les dan curules en el congreso y un permanente derecho de audiencia, verdaderamente parecen tener razón.
 
Por eso están irritados los católicos a pesar de todo el amor que en Cristo dicen profesar, su visible rencor piadoso y resentimiento humano lo difunden entre todos los fieles de la Iglesia, identificando a los políticos oficiales con las ideas del mismísimo demonio, a quien hay que alejar con las santísimas y sentidas oraciones complementados con un voto azul como el cielo el próximo 6 de junio.
 
Lo mismo sucede con los empresarios y las clases pudientes con sus lamentaciones contra el régimen al sentirse agredidos y no valorados en sus grandes esfuerzos por mantener activa la economía nacional, generando empleos, pagando impuestos, brindando seguridad social a sus trabajadores, argumentando que quienes tienen, lo perderán todo, si con el voto le dan nuevamente a AMLO la mayoría en el Congreso, pues éste dicen que creara una nueva Constitución que los privará de todos sus derechos y propiedades, la realidad es que el ardor y la intensa picazón de piel es porque ahora hay que pagar impuestos, ya no hay evasión, ya no hay condonaciones ni excepciones para cobrarlo, los mecanismos para lavar dinero productos de la evasión y de la corrupción se han vuelto cada día más drásticos en su perjuicio, las leyes y medidas fiscales las avizoran en un futuro próximo como confiscatorias. Añoran las empresas fantasmas, los contratos millonarios, extrañan el boato de las comilonas oficiales y la costumbre de recibir el abrazo presidencial para susurrarle al mandatario favores y negocios de toda índole o secretearle al escurridizo oído una información o un saludo. ¡Qué tiempos!.
 

Pero hay que puntualizar con precisión que esta clase no apoyará a ningún partido que represente a la Cuarta, por el contrario, mantiene una actitud de rechazo y de reproche en permanentemente subversión, intentando ganar trecho para reconquistar su mundo añorado que venturosamente disfrutaron en el ayer.
 
Los pobres a quienes tanto defiende, cuida y apoya el Presidente, desafortunadamente son minoría a decir de las estadísticas 40 millones aunque si es así, entonces recordemos que si somos 129 millones de habitantes somos una gran mayoría clase mediera, en la que debemos incluir los 10 millones de mexicanos clasificados como empobrecidos en este periodo y por este régimen, porque estos son finalmente clase medieros empobrecidos o venidos a menos, esto es, si tomamos a la clase media como aquel estrato social cuyos miembros, sienten que tienen su situación económica estable, con un empleo o actividad que le permite subsistir en libertad con su propio esfuerzo, eso es lo que siente y piensa la generalidad de mexicanos que tienen como meta la superación personal y de su familia, que lucha por ascender en la escala social y ahora las condiciones económicas le han robado un escalón y las oportunidades para hacerlo.
 
En esta clasificación podemos subsumir a los maestros, a los deportistas a los médicos, contadores, abogados, ingenieros, artistas, comerciantes, taxistas, maestros investigadores, ganaderos, artesanos, estilistas y un gran número de profesionistas libres que de alguna manera han sido afectados al igual que las madres de familia trabajadoras que con la suspensión de las guarderías infantiles califican de negativo el quehacer gubernamental y su enojo y rechazo lo mostrarían en las urnas, si es que el miedo que genera la violencia y los rumores, la indiferencia y la holganza, el valemadrismo endémico de nosotros los mexicanos les permite llegar a las urnas,
 

Se ha polarizado tanto la lucha contra el proyecto de la Cuarta Transformación que hasta en el ámbito internacional lo hace el capitalismo voraz, quien conspira desde sus madrigueras convertidas en cajas de resonancia para exhibir a nuestro mandatario con groseros calificativos, intentando ridiculizarlo y meternos en la mente de que debe de ser substituido o debilitado, así se ensaña escudado en la impunidad que le da la extraterritorialidad y la distancia el periódico británico The Economist, el diario parisino Le Monde, El País, periódico español, The New York Times de Estados Unidos y todos los instrumentos imperialistas que desean retornar por sus canonjías a este paraíso al que saquearon impunemente.
 
A pesar de todo Morena dará la gran batalla en las urnas, cuenta con candidatos reclutados la mayoría de otros partidos, pero que cuentan con buena imagen y un factor primordial en política, excesiva experiencia que les permite manejar las campañas y la elección hacia el triunfo, porque nos guste o no el estilo del Presidente es aprobado por una mayoría que le ratificará en las urnas su aprobación a él mismo y a sus liderazgos que se comienzan a formar y a foguear en todo el país con una nueva forma de gobernar y de servir, que están dispuestos a frenar la rapiña económica del tesoro público.
 
Pero además Morena cuenta con el elemento más valioso y envidiable para cualquier batalla, que es el entusiasmo y la convicción de la Justeza de su causa a la que defenderán e impulsarán con pasión, lo que les garantiza una segura movilidad propia, de sus familiares, aliados y vecinos a los que conducirán masivamente a las urnas.
 

Se especula que Morena no tendrá toda la cámara, no tendrá por sí misma la mayoría, pero es incuestionable que llevará adelante sus grandes proyectos entre otros el de construir un sistema de salud de primer mundo, un sistema educativo democrático y popular en el que todos los que deseen estudiar encuentren las oportunidades para hacerlo abriendo las puertas de todas las instituciones de primer nivel tanto tecnológicas como universitarias, privilegiando la tecnología y la computación, una infraestructura de comunicaciones que permita agilidad y dinamismo al comercio, al turismo y al transporte de personas en todos los ámbitos, universalizar el servicio de internet en todo el país y lograr la autonomía energética y alimenticia, sin dejar a un lado la seguridad pública y social.
 
El pueblo sigue compartiendo estos propósitos del Presidente por más tierra que le echen, por más leña que le quemen e independientemente de quien triunfe, quienes sean, obligados por el pueblo, tendrán que apoyar al mandatario porque, aunque le amarren las manos no lograrán desviarlo del objetivo de engrandecer a México, reivindicar a los marginados, estimular a los jóvenes y brindar apoyo a quienes ya dieron lo mejor de sí mismos a favor de la patria.
 
Mientras tanto preparémonos para la gran jornada, será un gran movimiento cívico, en el que se desbordarán las pasiones en las casillas, no nos extrañe que algunas urnas sean secuestradas, quemadas al grito de fraude por turbas inconformes, que veamos gente tomando las instalaciones de las autoridades electorales y otros bloqueando calles o carreteras, buscando la nulidad y la repetición de todo el proceso electoral.
 

Mientras, los padrinos y los triunfadores celebrarán con toda clase de alcoholes tallándose las manos unos porque recuperaran todo y hasta con primicias lo invertido en campaña, cuando puedan meter las manos a las arcas municipales y otros porque asegurarán la plaza para poder trabajar a sus anchas con toda impunidad, sin presidentes chillones que los delaten.
 
Los más sensatos, los profesionales, los que sí saben de política, de inmediato se lanzaran al futuro y cobrará en su cabeza la figura e imagen del próximo puesto a que aspirará, verá con claridad quienes cayeron en esta elección y ya no se levantarán aunque se esfuercen, pero también cobrará vida el signo premonitorio de quien llegará al poder, al más alto poder y desde ahora comenzará a trabajar para cultivarlo, para alinearse si andaba chueco y para alejarse de aquellos que comenzaran a languidecer. Si la imaginación mueve al mundo, la ambición mueve a los políticos.
 
En fin, cuidar nuestra democracia es deber de todos y participar y moldearla un deber insoslayable en que cada quien tiene que asumir su responsabilidad, por lo pronto preparémonos para la gran jornada con nuestro cubre bocas puesto y la credencial de elector en la bolsa, ahora cualquier especulación es válida y cualquier previsión necesaria, con la convicción de que el sentido de cada voto marcará el rumbo que queremos, sin descuidar que lo más importante es el futuro de México, que gane el mejor y cerremos llenos de esperanzas con una frase que encierra los buenos deseos y la confianza, esta frase fue adoptada como tema de acción y vida, por Heriberto Kehoe, un líder petrolero inolvidable que decía, “Lo bueno debe ocurrir” y así será. Buena suerte para todos - Por el bien de la causa.